22 agosto 2019

La mistica del Sushi

Cortina de un teatro Kabuki de 17 metros de Kawanabe Kyosai (1831-1889).
Cortina de un teatro Kabuki de 17 metros de Kawanabe Kyosai (1831-1889)

Un concepto japonés llamado shokunin describe a un artesano que busca la perfección durante toda su vida haciendo una y otra vez lo mismo. Puede ser alguien que fabrique tatamis, tazas de porcelana o que elabore algún plato, perfilando día a día sus ingredientes en busca de un sabor insuperable. En su libro sushi, ramen, sake, el escritor y cocinero estadounidense Matt Goulding relata la historia de un tipo llamado Sawada para describir esta idea y, en general, la filosofía vital que marca la vida cotidiana del país asiático y que cualquier visitante puede percibir después de pasar unos días allí: la inagotable búsqueda de la perfección, una obsesión que es a la vez una condena y una bendición.

Sawada es otro artesano considerado patrimonio de la cultura japonesa. Se trata de un antiguo camionero que decidió dedicar todo su talento a algo solo aparentemente sencillo pero enrevesadamente complicado (el demonio está en los detalles): el arte del pescado crudo y el arroz —porque, como explica Goulding, lo importante del sushi es este último ingrediente: su temperatura, su textura, su avinagramiento.

La jornada laboral de Sawada empieza a la seis de la mañana en el mercado de pescado de Tokio, donde elige las mejores piezas, cada especie en un vendedor distinto. Naturalmente, no utiliza una nevera (sería demasiado fácil), sino un complejo sistema de refrigeración con hielo. Ofrece solo seis comidas y seis cenas al día. Después de cerrar, se encarga con su esposa de limpiar personalmente el local. Cuando Goulding le pregunta si no podría contratar a alguien para esta última labor e irse antes a casa, responde: “¿Ves lo que pone ahí? Sawada. Yo soy Sawada. Ella es Sawada. Nadie más”. Su objetivo profesional no es acortar su jornada, que puede prolongarse desde las seis de la mañana hasta las doce de la noche, seis días a la semana, sino servir solo ocho comidas en vez de doce. Solo así lograría acercarse todavía más a la perfección.

“Seguramente podría levantarse a las nueve de la mañana”, escribe Goulding, “hacer que le llevaran el pescado hasta la puerta, utilizar un sistema de refrigeración estándar para congelar sus ingredientes, contratar a un joven aprendiz que limpiara la barra después de la cena y aun así seguiría sirviendo uno de los sushis más alucinantes de Tokio. Pero no lo hace. Porque en Japón lo que importa no es el fin, sino el medio.

(El Pais:Fascinacion por el Japon:Guillermo Altares) (Del libro de Matt Goulding: Sushi, ramen, sake)

27 abril 2019

La privacidad ha sido abolida


Podemos llegar a cualquier punto del mundo, pero, más importante aún, desde cualquier punto podemos ser alcanzados. La privacidad y sus posibilidades son abolidas. La atención es cercada por todas partes. No silencio sino ruido ininterrumpido, no el desierto rojo, sino un espacio cognitivo sobrecargado con incentivos nerviosos para actuar: esta es la alienación de nuestro tiempo...

El capital ha logrado superar el dualismo del cuerpo y el alma estableciendo una fuerza de trabajo en la que todo lo que queremos decir con el alma —lenguaje, creatividad, afectos— es movilizado para su propio beneficio. La producción industrial puso a trabajar los cuerpos, los músculos y los brazos. Ahora, en la esfera de la tecnología digital y la cibercultura, la explotación involucra la mente, el lenguaje y las emociones con el fin de generar valor, mientras nuestros cuerpos desaparecen frente a la pantalla.

En el paisaje filosófico de las décadas de 1960 y 1970, el concepto hegeliano de la alienación fue utilizado para definir la captura de la subjetividad. El extrañamiento de los trabajadores de su labor, la sensación de alienación que experimentaron, y su negación a someterse a ello se convirtieron en las bases para una comunidad humana que permaneció autónoma del capital. Pero hoy una nueva condición de alienación se ha arraigado en la cual los trabajadores común y voluntariamente trabajan horas extras, la población está atada a sus teléfonos celulares, la deuda se ha convertido en una forma post-moderna de la esclavitud, y los antidepresivos son comúnmente usados para cumplir con la incesante presión de la producción. Las condiciones para la comunidad han encallado y nuevas categorías filosóficas son necesarias.


26 abril 2019

El mito de nosotros mismos

Dennis Lehane
“Uno de mis personajes decía: ‘La felicidad no nos enseña nada, solo que nos gusta ser felices”, razona Lehane. “Las cosas que recuerdas en la vida, las que te hacen quien eres, normalmente no son las buenas. Nadie se acuerda de que tuvo una fiesta de cumpleaños estupenda. Esa no suele ser la historia. La historia es que pasé de largo en un accidente. La historia es que he perdido a mi padre. Eso es lo que te hace quien eres.

El cine y la televisión han acabado por definir nuestras fantasías, opina, y la forma en que nos vemos a nosotros mismos. “Creo que es algo muy particular de la segunda mitad del siglo XX y el XXI. Una vez que el cine y la televisión se nos meten en la sangre, vivimos rodeados de mitos todo el rato, incluido el mito de nosotros mismos. Ya no sabemos lo que es la realidad. La realidad está formada por la televisión y el cine, por la exposición constante a la ficción. Yo soy un proveedor, soy uno de los camellos de esas drogas”. La fantasía ya solo evoca imágenes que han sido manufacturadas por otros. “No creo que podamos sentir lo mismo que a mediados del XIX, cuando tu vida era básicamente tu mujer. No obtenías conocimiento de ningún sitio a no ser que leyeras libros, y la mayoría del mundo era analfabeta, así que solo veían lo que estaba delante de ellos. Ahora esa gente nos miraría y se preguntaría en qué planeta vivimos, porque todos vivimos en fantasía en cierta forma”.

La ciudad solitaria (10)


La soledad buscada hace que me vaya aposentando en la "limpieza" del lenguaje, que suena a pureza, ascetismo y cosas parecidas, el quitar las manchas, la lejía del lenguaje. La limpieza esta muy cercana al silencio porque para evitar ensuciarse lo mejor es no comer, no arriesgar con la masticación, los sabores y la seda dental.

No es un síntoma de ningún estado místico en el que capte mi "voz interior" o algo así, y tampoco acabo de hacer un stage de mindfulness, solo intento no empujar al destino ,con la palabra, en mala dirección.
La función del lenguaje es comunicar, hacer común lo que por definición no lo es, lo único, “lo raro”, decía Nietzsche. Por eso es imposible. 

Extenuamos las palabras, intentando limpiarlas de contaminación y significados que descontextualizan todo lo que se intenta decir.  

Por eso a partir de ahora intentare hablar para mantener el cerebro y el centro del lenguaje activo, sin que importe lo que diga pero cuando necesite "hablar" las palabras serán "justas", "exactas", "precisas". No desechables.

Hay personas, casi todas mujeres, que me gustan cuando hablan para entrenarse, para no decir nada, para evitar decir nada, pero cuando hablan para "hablar" aterrorizan con su precisión. Se hacen las despistadas para evitar decir lo que no quieren decir, o mas bien no quieren que se note lo que quieren decir. Lo malo de los paranoicos es que la botella esta siempre medio vacía, y leo en sus espejos, en sus silencios,  en la otra cara de lo que no dicen.

Miedo me dan, pero les agradezco que no me dejen caer en la estupidez, aunque a veces el entrenamiento obligue a un esfuerzo "sobrehumano". Jamas les pido que sean sinceras, quiero seguir con mi autoengaño. Pero no pueden evitarlo. 

El unico Haiku, aunque no respete la forma, se produce en la panaderia: 
Una barra....
De que tipo?
Gallega.....
Tostada......
Me da igual....
Gracias
Que tenga buen dia.

La expresión justa...... sin añadidos..... real_food...... la vida sin paliativos....

La soledad hace que escuche el ruido del ascensor..... Suben o Bajan?

(Evaristo Cienpozuelos)

23 abril 2019

La filosofia y las plantas

Santiago Beruete

“No podemos crecer sin cortar las raíces. Una persona debe permanecer hasta cierto punto inadaptada para mantenerse sana: escudarse en el grupo para no hacerse cargo de uno mismo es la peor traición que uno puede cometer contra sí mismo”.

"Veneramos la naturaleza, pero estamos en guerra con ella. Entendemos que el crecimiento no puede ser ilimitado, pero no renunciamos a las comodidades. Somos naturaleza, pero también su peor amenaza."

Los humanos necesitamos arraigar y desarraigarnos a la vez. ¿Podemos tener una relación con la naturaleza que no sea paradójica? El relato fundacional de nuestra civilización son dos personas expulsadas de un paraíso natural. Luego empieza la revolución agraria, el gran avance que cada vez se tiene más claro que se produjo porque se había acabado todo lo demás, porque depredaron las otras fuentes de sustento. Es la historia de nuestra especie: somos depredadores.

La autosuficiencia se considera un atributo de sabios. En Oriente y en Occidente. Lo dice Platon:  sabio es el que menos necesita.

Usted decidió en determinado momento no hacer más que lo que produce gozo. ¿Tiene ese nivel de satisfacción en todos los ámbitos? “Ninguna relación que dure lo suficiente escapa a la decepción”. La decepción está en la vida. O la vives, o te pierdes algo. Hay que vivir sin demasiado temor pero sin esperanza porque las expectativas son el germen de nuestro malestar. Vivir decepcionado no está mal, ¿por qué tenemos que vivir entusiasmados? El entusiasmo colectivo me pone de los nervios.

¿La clave de la vida es la dosis? Y el mantenimiento. Plantar un jardín es fácil, mantenerlo exige constancia.

En Verdolatría reta al lector: “La categoría moral e intelectual de una persona puede medirse por cuánta verdad es capaz de soportar”. Si esa frase da miedo, urge preguntarse por qué. Desarrollamos las mentiras para seguir creyendo en la realidad. De adolescente, un profesor me ayudó a soportar verdades que me costaba admitir. Me dijo que todo mi dolor sería un antídoto para crisis en el futuro.

¿Por qué se mete en el berenjenal del autoconocimiento? La escritura tiene que ser valiente. A mis alumnos [de segundo de bachillerato] les hablo de Antístenes, un discípulo de Sócrates. Siendo anciano le preguntaron qué había aprendido de la filosofía y respondió que a hablar consigo mismo. Conócete a ti mismo. La sabiduría empieza ahí. Pero hoy el diálogo, con uno mismo y con los otros, es cada vez más difícil.

¿La búsqueda del conocimiento conduce a un jardín o parte de él? El jardín está al principio y al final. El budismo lo dice: quien cuida un jardín está cuidándose él.

¿El conocimiento conduce siempre a la buena vida? Creo que la bondad es un atributo de la inteligencia. Vivimos en una sociedad que asocia bondad a falta de carácter. Pero las mejores personas son sabias. 
Howard Gardnerestudioso de las inteligencias múltiples, dice que nadie llega a ser excelente en un campo profesional sin ser bueno.

¿Se puede alcanzar sin dolor? ¿Qué entendemos por dolor? La jardinería tiene mucho de dolor grato. Pero creo que la tormenta interna es un peaje que hay que pagar. Verte a la intemperie, estar desasistido y cuestionarte enteramente es un aprendizaje que solo puede hacer uno mismo. Hablo de quedarte sin cobijo ante tus mentiras, tus justificaciones, todo aquello que te ayuda a vivir.

¿La mayoría de las personas nos autoengañamos?Cuestionarse de veras es un camino sin vuelta atrás. Una vez uno abandona sus seguridades y no se miente, ya no puede actuar de otra manera. La distorsión entre nuestros autoengaños y la realidad causa mucho dolor. La mayoría de las personas escuchan solo lo que quieren oír. Buscan refuerzo, no duda.

¿No ver la realidad es una decisión personal o un mal global? Los males comienzan cuando dejamos de pensar para creer en las ideas. Estamos más dispuestos a creer en la verdad que a buscarla. Yo estoy en una fase en la que lo que me interesa es buscarla. La verdad es siempre algo personal. Eso desactiva la maldad implícita en todas las creencias colectivas. En clase aprendemos a atrevernos a mirar la realidad.

¿Qué alienta nuestra ceguera? Casi todo lo que nos rodea. Tenemos muy poca tolerancia a la incertidumbre y una asombrosa tolerancia a la mentira. Hemos metabolizado ese engaño consentido.

¿El reencuentro con uno mismo, la reconexión vital, se da mejor en un paisaje natural? Creo que sí, y lo digo tras criticar las terapias alternativas. La razón es que las plantas son tan extrañas y tan familiares que no hemos desarrollado prejuicios intelectuales. Son un ser vivo y nos exigen cuidado: si no las riegas o te pasas de agua, las matas. Pero tienen mucha resistencia y por eso nos permiten un diálogo menos exigente. De las plantas viene todo lo que necesitamos y ninguna amenaza.

¿Qué nos falta como sociedad? Individualmente, paciencia, constancia, tenacidad y esperanza.

¿Qué le ha costado más conseguir? Yo era extraordinariamente impaciente. Y vivía en una insatisfacción permanente. Hoy creo que esto es lo que hay, y con lo que hay, hay que hacer magia.

¿El mal de nuestro siglo es la insatisfacción?Tenemos expectativas que no se pueden cumplir porque el propio mundo está organizado para que no se cumplan. Eso genera ansiedad. Nos lleva a ser individualistas. Nos convierte en consumidores. El contacto con la naturaleza rompe ese ciclo porque tiene otro ritmo. Mucho de lo que consideramos avances pasa por romper ese ritmo de la naturaleza: llevar agua donde no la hay, construir sobre el agua. Que queramos imponer nuestro criterio al de la naturaleza nos define. Hoy, o nos cargamos la naturaleza, o la idealizamos.

“Acumulamos y acumulamos para llegar al vacío”. Es el mal de nuestra época. Enseñamos a los chicos a esforzarse para alcanzar cierto estatus y una buena vida, y ¿cuál es nuestra idea de una buena vida? Un jardín hace lo contrario: va soltando y soltando. He visto mucha riqueza acumulada y grandes vacíos emocionales. El camino de acumular no tiene fin y no lleva a ninguna parte: solo a desconectar de la realidad y de ti mismo. Los ricos tienen el gran privilegio de poder mentirse más que los demás sin que nadie les contradiga las mentiras. El jardín enseña otra vía porque, si le das demasiado, lo matas. 

15 abril 2019

Los restaurantes de tempura y el haiku

Los restaurantes de tempura se clasifican según el grado de desgaste del aceite que empleen: en los mas costosos se emplea el aceite nuevo, que, una vez usado, es revendido a otro restaurante mas mediocre, y así sucesivamente; no es el alimento lo que se compra, ni tan siquiera frescura (aún menos la calidad del local o del servicio), sino la virginidad de su cocción.

La brevedad del haiku no es formal; el haiku no es un pensamiento rico reducido a una forma breve, sino un acontecimiento breve que encuentra de golpe su forma justa. La justedad del haiku (que de ningún modo es pintura exacta de lo real, sino adecuación del significante y del significado, supresión de los margenes, rebosamientos o intersticios que de ordinario exceden o perforan la relación semántica.)

La negación del "desarrollo" es aquí radical, pues no se trata de detener el lenguaje sobre un silencio pesado, pleno, profundo, ni tampoco sobre un del alma que se abriría a la comunicación divina (el Zen carece de Dios); lo que está establecido no debe desarrollarse ni en el discurso ni al final del discurso; lo que está establecido es mate, y lo único que se puede hacer es repetirlo; es esto lo que se le recomienda a un practicante que trabaja un koan (o anécdota que le es propuesta por su maestro): no resolverlo, como si tuviera un sentido, tampoco que perciba su absurdo (que es también un sentido) sino rumiarlo "hasta que la muela caiga". El Zen, del que el haiku no es más que la rama literaria, aparece así como una inmensa práctica destinada a detener el lenguaje, a quebrantar esa suerte de radiofonía interior que emite continuamente dentro de nosotros hasta en nuestro sueño (quizás por eso se impide a los practicantes dormir), a vaciar, a pasmar, a desecar la palabrería incoercible del alma;

El arte occidental transforma la "impresión en descripción. El haiku nunca describe: su arte es contradescriptivo en la medida en que todo estado de la cosa es inmediatamente, obstinadamente, victoriosamente convertido en una esencial frágil de aparición: momento literalmente "insostenible", en el que la cosa, que no es ya sino lenguaje, va a devenir habla, va a pasar de un lenguaje al otro y se constituye como recuerdo de ese futuro que es, por lo mismo, anterior

12 abril 2019

Rememorar el Futuro


"Tuve una novia para la que el momento presente, apenas vivido, se convertía en pasado. Instantáneamente, todo lo que acontecía había acontecido ya y provocaba en ella un sentimiento inmediato de amarga nostalgia. Siempre decía: "¿Te acuerdas de...?", refiriéndose al día que acababa de concluir. Me agobiaban sus evocaciones del pasado abrasador o del presente abrasado. Nos separamos. Y volvimos a vernos. Y, una vez más, el tiempo de vivir dejaba de vivir. La única solución: olvidar cualquier recuerdo y rememorar el futuro. "
(Frederic Pajak: Manifiesto incierto 2)

10 abril 2019

La ciudad solitaria (9)



Alfredo, mi "único" amigo, me habla a veces de su ex-mujer. Es viudo y pertenece a esa clase de personas que corporalizan el duelo. Ya no cuenta chistes, no mira a otras mujeres por la calle y todos los momentos del día están asociados a la presencia de "ella".

Probablemente uno se casa con la persona que lo protege de sus miedos y nuestra generación de hombres, casi de posguerra, cargábamos con los miedos sociales de nuestros padres: Teníamos que ser apolíticos, muchos fusilados cercanos habían pagado su sinceridad. No mostrarnos demasiado, una mentira continua, protectora. Amortiguar los sentimientos, cierto pragmatismo emocional. Evitar la ambigüedad sexual, nada de mariconeos, ......

El no dice todo esto, se trasluce en sus "medidas" palabras. Una relación razonable, educada, correcta, noble........ todas esos adjetivos que encubren, bajo la apariencia de ternura, el aburrimiento mas profundo.

Solo sonríe al hablar del noviazgo y la pasión, "pecadillos de juventud". Aquí estoy a punto de irme a casa, el olor a incienso comienza a ahogarme.

Me pregunta, repentinamente, con curiosidad, sobre mi relación con las mujeres. En realidad tengo malos antecedentes, siempre me han dejado, nunca me he casado ni he vivido mucho tiempo con ninguna. Las mujeres que me han gustado, mujeres Mercurio, inaprensibles, sacan, defensivamente, mis peores cualidades, la posesión, la búsqueda compulsiva de estabilidad, el miedo, la impaciencia........ 

No se como contárselo........ le hablo de falta de tiempo...... en mi trabajo he tenido que viajar mucho.......... yo no quería hijos.......... Esas chorradas organizativas que no explican nada pero lo justifican todo. Al final las palabras "proyecto conjunto", intentan resumirlo........

Sonríe comprensivamente, me "entiende", incluso noto cierta conmiseración........ La modernidad y las categorías lo invaden todo. Vaya miseria........ Lo malo es que no puedo beber alcohol. 
(Evaristo Cienpozuelos)

09 abril 2019

La conversación y la poesia

Jaime Gil de Biedma
".... gran parte de la poesía moderna, y desde luego también la mía, consiste en la búsqueda de una identidad. Y llega un momento que, en mi caso, esa identidad es reconocida y asumida; finalmente me reconozco en una identidad, después de muchos años creándola a través de mis poemas."

"Ahora bien, escribir poesía, es por encima de todo, imaginación, lo cual implica cierto distanciamiento. En el instante en que una identidad inventada es de verdad asumida, el ciclo se cierra. Es decir, uno de los motivos por los que no escribo poesía es porque el personaje de Jaime Gil de Biedma que yo invente y logre asumir ya no me lo puedo imaginar"

"Era incapaz de imaginarme como personaje porque el personaje ya estaba asumido. Entonces imagine que el personaje Jaime Gil de Biedma en lugar de tener cincuenta años tenia setenta y cinco...
------ Humm... Imaginarse viejo
-------Pasar directamente a la vejez  porque siempre he pensado que las únicas edades que en la vida tienen argumento son la infancia, la adolescencia, la juventud y la vejez; la edad madura es una tierra de nadie donde a uno no le pasa nada intimo que no sean dolores de cabeza; la vida, paradojicamente, se te acorta de una forma alarmante porque te pasas el día angustiado por el miedo a morir. "

"no aspiraba tanto a ser poeta como a ser poema, a leerse como si uno fuera el poema y el poeta fuera otro. A lo que aspira uno cuando escribe, inicialmente y de modo inconsciente es a leerse a si mismo . Uno empieza a escribir para si mismo, a leerse a si mismo como si fuera otro."

"la conversación, estéticamente, es algo mucho mas importante que la poesía. Lo que me sigue fascinando, de lo que sigo teniendo ganas es de hablar, de hablar con intenciones estéticas, creando efectos, por divertirme y divertir a los demás. La palabra como hecho estético es algo previo y fundamental para la literatura escrita. Donde no se habla bien es difícil que se escriba bien. Y hablar bien significa hablar de una manera divertida, inteligente, coherente y que produzca un efecto estético en los oyentes. Un placer en el hablante."

(Jaime Gil de Biedma. Entrevista de Arcadi Espada y Ramón Santiago en 1981. En el libro "Jaime Gil de Biedma Conversaciones. Editorial El Aleph 2002)

La vida y otra cosa


"La afinidad más profunda entre Hopper y el cine se cifra en la configuración del tiempo psicológico. Hopper es un maestro en la creación de situaciones donde no sucede nada todavía"

"Hopper nos fascina porque lo que la mayoría del publico busca en la pintura, como en la novela y en el cine, es precisamente eso, un mundo, un espacio habitable, una ventana a través de la cual asomarnos a otras vidas, y la posibilidad de vivir esas vidas imaginariamente y la esperanza de que finalmente nuestra propia existencia, con todo su grisura, se convierta súbitamente en otra cosa" (Guillermo Solana)


Los noticiarios como expectativa.......................?

06 abril 2019

La ciudad solitaria (8)


Estructuramos la vida con parámetros literarios o cinematográficos, secuenciales, desenlace y final,como dice Zizej en su documental sobre el terror, y asociamos los niveles de la mente y los pisos en las casas. Todo lo horrible sucede en la bodega, esa zona oscura, bajo tierra, sin apenas luz y donde se guardan los secretos, antiguallas y demás pasados que ocultan las familias de bien (otro artefacto cinematográfico). 
En mi vida todo ha sido demasiado normal, no he sido seducido por la criada ni he acudido a casas de citas para iniciarme en el sexo.  Los curas no me metieron mano, no fui a una escuela religiosa. He padecido, mas bien, cierto aburrimiento y desidia y no soporto la prolijidad y la repetición. Que hacer con todo esto?. No tengo material literario que exponer. No he vivido la guerra civil directamente, uno de los almacenes de historias mas utilizados. 
Ya, dada mi soledad, solo vivo de recuerdos, pero tampoco son interesantes, son los recuerdos de un gestor, hechos realizados y poco mas. 
Ayer, acuciado por la vigilancia, tuve que salir de casa. Me obligue a quedar con Alfredo, el único conocido asequible para quedar. Alfredo esta jubilado, como yo, y compartimos tareas en el banco de alimentos. Es silencioso, habla poco, pero es un silencio cómodo, te enfrenta a la realidad de que nadie tiene nada importante que decir, solo banalidades para evadir la estulticia que nos rodea.
Es un silencio a veces retador y a presión, como si en cualquier momento fuera a abrir las compuertas. Solo narra, no genera ninguna idea nueva, es como un libro de instrucciones. 
Por mi parte soy incapaz de narrar, no me interesan los libros de instrucciones, y apago mi sufrimiento intentando aplastar con mis palabras escasas cualquier brizna de sufrimiento en las palabras de los demás. Nos llevamos bien. No me interesa lo que dice ni lo que hace pero estamos bastante cercanos....... misterios de la vida.......... 
(Evaristo Cienpozuelos)

02 abril 2019

La identidad y el desconcierto


Según Fukuyama existe una necesidad de la gente de pertenecer a entidades lo suficientemente pequeñas como para percibirlas como tales. La reivindicación de las identidades particulares y la insistencia en que debemos respetarlas es un rasgo distintivo de la época actual. Según el autor, la causa no es la cerrazón de la gente o su incapacidad de razonar, sino el desconcierto que ha traído consigo nuestra época.

La globalización, internet, la automatización, la emigración masiva, el auge de India y China, la crisis financiera de 2008, el ascenso de las mujeres y el que estas hayan sustituido a los hombres en unas economías más orientadas a los servicios, el movimiento a favor de los derechos civiles y la emancipación de otros grupos, y la pérdida de la situación de privilegio de los blancos son tan solo algunos de los fenómenos que hemos vivido en los últimos tiempos. Sin lugar a dudas, para cientos de millones de personas, ahora el mundo es mejor. No obstante, Fukuyama nos recuerda que, en gran parte de Occidente, la población ha padecido los efectos de la deslocalización y las élites se han apropiado de sus frutos.

En este contexto de cambio, afirma, las políticas de identidad han adquirido protagonismo y han pasado a formar parte de nuestra cultura común. Ya no son territorio de un partido o un bando. En la política estadounidense, por ejemplo, antes la izquierda se centraba en la igualdad económica, y la derecha, en la limitación de la intervención gubernamental. Hoy en día, la izquierda se concentra en “promover los intereses de una amplia variedad de grupos que considera que sufren marginación”, mientras que la derecha “se redefine como patriotas cuyo objetivo es proteger la identidad nacional tradicional, una identidad a menudo conectada de manera explícita con la raza, la etnia o la religión”.

Fukuyama apunta que vivimos en una época en la que, más que el interés material, la locomotora de los asuntos humanos es la sensación de no ser tenido en cuenta. Los gobernantes de Rusia, Hungría y China se rigen por las humillaciones nacionales del pasado; Osama bin Laden respondía al trato que reciben los palestinos; Black Lives Matter obedece a la letal falta de respeto por parte de la policía. Por su parte, un amplio sector de la derecha estadounidense, que asegura que aborrece las políticas de identidad, actúa impulsado por la percepción de que está siendo humillado.

Con todo, también hace sus críticas. El politólogo se teme que las políticas de identidad “se hayan convertido en un sustituto barato de la reflexión en profundidad sobre cómo revertir treinta años de tendencia de las economías más liberales al aumento de la desigualdad socioeconómica”. Le preocupa que “cuanto más abre los ojos” la izquierda a las cuestiones de identidad, menos capaz sea de ofrecer una crítica al capitalismo.

A diferencia de otros autores, no parece que crea que es posible o deseable que los seres humanos se consideren a sí mismos miembros de la humanidad por encima de todo. El autor está convencido de que el Estado nacional es un componente saludable de los asuntos humanos, y dedica el final de este libro a analizar de qué manera pueden cultivar los países unas “identidades nacionales integradoras” arraigadas en los valores liberales y democráticos, que sean lo bastante amplias para ser inclusivas, pero lo suficientemente restringidas como para dar a la población una sensación real de capacidad de intervención en su propia sociedad.

(ANAND GIRIDHARADAS) 




25 marzo 2019

Ni amo ni Dios ni marido ni partido ni de futbol

(Cristina Morales)

¿Cómo se aprende a pensar? Joé, qué pregunta. No puedo responder cómo se aprende a pensar, sino cómo se aprende a pensar críticamente. Hay que pasar por un proceso de politización para desprendemos de la ideología y recuperar la realidad del mundo en que vivimos. A esa politización se accede en comunidad. Un conjunto de personas compartiendo sus deseos, sus miedos, sus frustraciones, su saber y su ignorancia. Encontrar espacios en los que organizarse para crear un pensamiento alternativo no es fácil.

.....La democracia y el capitalismo, que son marido y mujer, hacen que solo seamos iguales en el acceso al consumo. Y ni eso, porque puede consumir quien más tiene. Tenemos libre acceso al supermercado. Ahí empieza y acaba la igualdad: en la entrada del supermercado."

Hablando de mensajes poderosos, ¿qué les diría a quienes critican el twerko,  el reguetón por sus supuestas connotaciones sexuales? Hay un lugar de pensamiento masculino, que nosotras también manejamos, que es el de entender que la celebración del cuerpo o su exhibición va dirigida a despertar el deseo del macho. En el ensayo Trapologia (Ara Llibres, 2018), de Max Besora y Borja Bagunyà, este último reflexiona sobre cómo en una fiesta en la que se pone reguetón y él tiene a una tía restregándole el culo en la polla, su primer pensamiento es que eso acaba en polvo. Sin embargo, esta tía se pasa la noche bailando y después coge y se va a su casa a leer las memorias de Benjamin Franklin. Tenemos que dejar de entender que la celebración de lo físico va siempre dirigida a despertar el deseo sexual del varón. A veces, es un fin en sí mismo. Poner el culo en pompa y twerkear es un placer que experimentas en cuerpo y alma. Yo lo recomiendo.

(Cristina Morales)          

22 marzo 2019

La ciudad solitaria (7)



Por que un cienpies se llama cienpies?.

"Porque en general nos da pereza contar hasta catorce". (Lichtenberg) Si añadimos que una conclusión es el punto en el que estamos cuando queremos parar de pensar y que incluso aunque pensemos tenemos tendencia a irnos a los extremos: blanco o negro, sin desarrollar los matices, es para asustarse. Estamos en movimiento hasta que paramos, pero no elegimos la estación en que bajamos.

Probablemente la vejez sea eso, la pereza que da por la mañana, ademas del cansancio, ese cansancio difuso, repartido, como si la gravedad te afectara a ti solo, mover uno de los dos pies, el menos rígido, el menos dolorido, todo tan sutil que ni siquiera puedes quejarte como si tuvieras una enfermedad, ademas esta mal visto enfermar en la vejez, vale de juegos o te mueres o te callas, vale ya de niñerías.

Hoy me vuelve a tocar salir a la calle, me han recomendado que active mi vida social y me he apuntado a un banco de alimentos. Si, esos sitios llenos de kilos de arroz y botes de garbanzos. He tenido que utilizar mis antiguas influencias, ya muy desgastadas, para entrar. Hay lista de espera, No saben que hacer con tanto jubilado solidario.

En el local había un ajetreo desproporcionado a la actividad realizada. Las personas agrupadas como los adolescentes, agrupación de genero, que se dice ahora, pero los roles tradicionales cambiados. Los hombres mas bien tímidos y toscos con ramalazos de "por mis cojones" y ellas con esa liberación frontal frecuente en dicha edad, demasiadas risas sin venir a cuento y latencias como el día de Santa Agueda, que hay que frenarlas para que no se quiten el sujetador.

Debo frenar estos comentarios que revelan mi pensamiento patriarcal y reaccionario. Me voy quedando con frases así, modernas, que me dan un aire mas juvenil.......El otro día en casa estuve viendo en Youtube un vídeo de hombres que se reunían para asumir el nuevo rol del hombre, "el hombre nuevo", el problema es que yo soy un hombre viejo. Ademas se confesaban entre ellos como en alcohólicos anónimos y se daban abrazos para demostrar que no les daba vergüenza mostrar sus emociones. ! Que envidia ¡, con lo que a mi me cuesta saludar a los vecinos.

Habia un hombre, algo aislado, que clasificaba los productos por fechas de caducidad. Era el único que realmente trabajaba, aunque se notaba su aislamiento. Se comenzó a planificar la próxima recogida, distribuir los supermercados por parejas, repartir los dorsales identificativos.......... Me ha tocado de compañero un hombre algo mayor que yo.......... sonriente........veremos como se me da esta relación.... Miedo me da,  que me conozco.......

Lo bueno de la depresión si has bajado hasta los infiernos es que si no te suicidas, solo puedes mejorar, solo te queda subir........

(Evaristo Cienpozuelos)


21 marzo 2019

La sociedad del espectaculo


"En todas partes se plantea la misma terrible pregunta, que desde hace dos siglos avergüenza al mundo entero: ¿Cómo hacer trabajar a los pobres allí donde se ha desvanecido toda ilusión y ha desaparecido toda fuerza? El espectáculo es el mal sueño de la sociedad moderna encadenada, que no expresa en última instancia más que su deseo de dormir. El espectáculo vela ese sueño. La mercancía es la ilusión efectivamente real, y el espectáculo es su manifestación general".


 "......
la historia de la vida social se puede entender como la declinación del ser en tener, y del tener en simplemente parecer. Esta condición en la cual la realidad se ha substituido por su imagen representa el momento histórico contemporáneo, cuando la mercancía completa su colonización de la vida social: las relaciones entre mercancías han suplantado las relaciones entre las personas y, en estas, la identificación pasiva con el espectáculo suplanta la actividad genuina. El espectáculo no es una colección de imágenes, es una relación social entre la gente que es mediada por imágenes."

(Guy Debord) (la sociedad del espectaculo)

20 marzo 2019

El cesped brilla mas en el jardin del vecino




“Es distinto estar a solas y sentirte solo. La soledad a la que yo me refiero tiene que ver con querer compartir tu intimidad y tener una relación que no tienes. Esto no depende de cuánta gente te rodea”, “La verdadera cura para la soledad son dos cosas. Por un lado, deshacerte de la vergüenza y entender que no hay nada malo en sentir que deseas tener más amor. Por otro, empezar a construir relaciones, divertirte y jugar. No tienes por qué estar en una relación sentimental o meterte en Tinder”


Como ocurre con la pena, la alegría o la angustia, ¿la soledad es intrínseca a la condición humana? Es absolutamente inevitable sentirse solo en algún momento de la vida. Sin embargo, hoy tratamos ese sentimiento como algo aterrador. La soledad surge a partir de cosas como mudarse de casa, cambiar de trabajo o perder a un ser querido. Por eso hay que normalizarlo, y combatir el estigma y la vergüenza que rodea la soledad. Es muy difícil decir que te sientes solo, pero si cae ese tabú podremos verlo como una experiencia más.

¿Qué caracteriza la soledad en el mundo actual? Las redes sociales e Internet hacen que la gente sienta que el resto del mundo tiene una vida social mucho mejor que la suya. Te parece que los demás siempre están en sitios preciosos rodeados de amigos, y todos ríen. Tu vida te parece un fracaso.

La experiencia de estar solo, ¿es distinta para una mujer que para un hombre? Hay algo heroico en la figura del hombre solitario, como en las películas de Bogart, el hombre solo en la ciudad de Hitchcock, es cool. Una mujer sola, sin embargo, levanta sospechas, tiene un halo de fracaso. Es tremendo, pero hay algo cultural que nos hace ver a una mujer sola como alguien que no ha conseguido triunfar. Es tóxico.

Paradójicamente, sentirse solo es algo que afecta a muchos. Y sin embargo cada uno lo siente como si fuera el único.

¿La soledad alimenta la autocompasión?Biológicamente, cuando empiezas a sentirte solo entras en un estado de hipervigilancia. Si alguien es un poco borde contigo en la calle, lo magnificas. Sientes que el mundo es un lugar inhóspito y tratas de protegerte. No sé si autocompasión es la palabra correcta, es más bien que te concentras solo en tu dolor y te sientes incapaz de reconstruir la relación con el mundo exterior. Lo que más miedo da de todo esto es que realmente no eres consciente de lo que te está pasando, de que tu cerebro altera tu percepción de la realidad.

¿Cuánto de este anhelo es un deseo de llamar la atención? El narcisismo es un término que evita en su libro. Llamar a alguien narcisista es una manera de distanciarte. Sospecho de ese tipo de acusaciones, porque es una manera de decir: “Ellos son así, no se parecen a nosotros”, de encajarlo todo en una patología. Puede que haya un elemento de narcisismo, pero yo quería reflexionar sobre qué hay debajo. Cuando la gente se saca fotos una y otra vez, uno está tentado de preguntar: “¿Piensas que no existes? Pues existes, no hace falta que lo sigas probando”.

La soledad va más allá de que una persona se sienta triste: la sociedad echa a alguna gente fuera y no asume la responsabilidad. En este caso es el sida, pero se podría decir lo mismo de los refugiados o la gente sin hogar. Cualquier grupo que queda demonizado experimenta niveles increíbles de soledad.

También de solidaridad. Sí, es una forma de resistencia, un antídoto contra la soledad. La solidaridad política es un reactivo.

Escribe sobre el deseo de romper con la tiranía del mundo físico. Trataba de analizar los motivos por los que nos sentimos tan atraídos por el mundo de Internet aunque sabemos que no es muy satisfactorio. Ahí nos encontramos a salvo. Las interacciones físicas implican un peligro que como especie tratamos de evitar. Muchos de los diseños tecnológicos son maneras de evitar las realidades físicas.

¿Por qué da tanto miedo el contacto? Si amas a alguien, te expones a un nivel de pérdida que es aterrador. Si no has establecido vínculos sólidos desde el principio, algo que le pasa a mucha gente, haces cualquier cosa para evitar la experiencia de pérdida, aunque esto implique no tener el amor o el calor que anhelas.

¿Cómo afecta el mundo mediado por pantallas al arte que se está produciendo? Se hacen muchas cosas horribles. Pero también es cierto que en esta era la gente está atenta a un tipo de belleza que a veces es narcisista y superficial, pero otras veces es maravillosa. Pensar que tantos quieren tomar fotos bonitas, conservarlas y compartirlas tiene algo de utópico, no es solo infernal. Me gusta mirar las instantáneas de jóvenes que se están disfrazando todo el rato. ¿En qué es esto distinto del trabajo de la artista Cindy Sherman?

Apunta en el libro a la gentrificación de los sentimientos, no solo de las ciudades. En The Gentrification of the Mind (University of California Press), Sarah Schulman describe la gentrificación de una forma amplia que va más allá de que las tiendas y cafés de moda se trasladen a vecindarios deprimidos. Ese libro analiza cómo de lo que se trata es de vivir en burbujas donde no tenemos que enfrentarnos a la pobreza o al dolor. Al leerlo pensé que hay una gentrificación también en el plano emocional. Queremos tener siempre experiencias agradables y felices, nos avergonzamos de sentimientos más oscuros, como la ira o la soledad. No queremos hablar de ello. Creo que hoy es algo radical reclamar estas emociones.

En política, estos sentimientos viscerales parecen haber tomado la escena. El odio, sin lugar a dudas, está en el aire. Pero el deseo de demonizar a determinado grupo sigue esta idea de construir un muro para aislarnos. La gente ve a refugiados andrajosos y con pinta de enfermos, y su respuesta no es “ven que te doy de comer”, sino “vas a venir a robarnos, te odiamos”. Queremos borrarlos. Y así también es como se trata a la gente que se siente sola.

¿La sensibilidad extrema es el gran problema de los artistas? Es lo que hace que sean maravillosos, su habilidad para ver y sentir de una manera más penetrante. Pero es muy difícil vivir así. Me interesa la complejidad, que una persona puede ser muchas a la vez. Nadie es una única cosa.

19 marzo 2019

La ciudad solitaria (6)


Por la noche me levanto, varias veces, a orinar. Me gusta la palabra orinar, al final de la vida volvemos a la biología, y nos alejamos,  con valor, del lenguaje evasivo, ese envoltorio que intenta, torpemente, hacernos olvidar la realidad que no es otra que la de que acabaremos todos en el cajón. 
Bueno, a veces, al levantarme miro por la ventana de la cocina, ademas de orinar suelo beber agua después, "lo que sale debe volver a entrar", o a lo mejor quiero volver a levantarme...... ¡que difícil es todo!.
Miro por la ventana y recuerdo cuando, de joven,  me quedaba a estudiar por la noche e imaginaba las vidas ajenas en las ventanas que quedaban con luz. Mundos y vidas por conocer, cientos de vidas...........

".... la ciudad se presenta como un conjunto de celdillas: cien mil ventanas, unas oscuras, otras inundadas de luz verde, blanca o dorada. Muchos seres desconocidos van de un lado a otro, atareados en sus asuntos en estas horas de intimidad. Los ves, pero no puedes alcanzarlos, y es así como este fenómeno urbano tan común, que puede observarse cualquier noche en cualquier ciudad del mundo, produce hasta en las personas mas sociables un temblor de soledad, una inquietante combinación de aislamiento y exposición. 
Uno puede sentirse solo en cualquier parte, pero la soledad que produce la vida de la ciudad, entre millones de personas, tiene un sabor especial.
La soledad no es necesariamente lo mismo que el aislamiento físico, sino mas bien la falta o deficiencia de conexión, relación estrecha o afinidad: la imposibilidad por las razones que sean, de encontrar la intimidad que deseamos" (Olivia Laing)

Entonces tenia la vida por delante, he conocido y tenido amistad con mucha gente, pero mi fantasía mas reiterada es la de ser invisible, observar a la gente en soledad, mirar a las personas, ver como son sin mascaras, conocer su verdadera naturaleza y darnos cuenta que vivimos aparentando vivir, esperando un futuro que no llegara y temiendo un futuro que si llegara..........

Maldita próstata....... creo que me esta afectando al cerebro. Tengo que pedir cita con el urologo...........  y su dedo profanador. 
(Evaristo Cienpozuelos)

18 marzo 2019

La ciudad solitaria (5)


No me gusta mucho viajar. No siento esa emoción de descubrir "otras culturas", todo es muy parecido en todos sitios, solo cambian los trajes regionales. El mundo se ha convertido en un parque temático: la ruta de las bodegas, la ruta de las grullas, naturaleza y ecología, la ruta de las películas de Almodovar, la ruta donde Napoleón perdió el catalejo. Cuando llego a un lugar de estos realizo disciplinadamente la actividad, siempre con un toque de humor y un maridaje de comida y bebida, eso que no falte. En las mas cutres intentan venderte una manta o algun cojin ergonomico........... Tampoco viajo para encontrarme a mi mismo, en realidad por eso no me gusta mucho viajar, porque tengo mas tiempo para encontrarme a mi mismo y estoy bastante cansado de mi mismo. Desplazarse llevando encima de los hombros el mismo cerebro es aburrido y algo pesado. Los mismos rollos en diferentes paisajes. No tengo esperanza en caer del caballo camino de Damasco, ni que me atraquen para darme cuenta de lo que tengo y no valoro. Mi escasa personalidad femenina no disfruta con la micrococina ni los tes exóticos, solo disimulo haciendo Hummmm, !que rico¡... mientras me como un trocito pequeño de lo que sea sin dejarme restos entre dientes, combatiendo mi legendario instinto de  deglución incontrolada con ruidos grotescos.
Para mi la única aventura es ir a comprar el pan, habrá mucha gente?, quedaran barras artesanas? la dependiente se acordara de que el pan troceado me gusta envuelto en papel?. Me dirá: Que tenga buen día?. Esto es aventura e incertidumbre, las variables de la vida cotidiana......... mañana me toca salir,  los voluntarios necrofilicos siguen vigilantes. !Que laboriosa vida.!

16 marzo 2019

La opinion y el alimento intelectual


En nuestro mundo de democracia y libertad, todo se ha vuelto "opinión" y casi todos están convencidos de que vivimos en el mejor de los mundos posibles al que sólo hay que ir arreglando de a poquito o hacer algunas denuncias para calmar los ánimos. Es un mundo que devora todo y su mejor alimento intelectual es la opinión. "Y todo sigue siendo opiniones", escribió Thomas Bernhard y las verdades siempre se escamotean.
(Pablo Urbanyi)

La ciudad solitaria (4)


Cuando alguien muere, escribía Borges, siempre pensamos que podíamos haber sido algo mas buenos con la persona fallecida. Mi vida social, desde mi jubilación, apenas existe, en realidad no es mas que la confirmación de una situación previa. Que debo decir?, de que debo hablar?. Que puedo decir sin tocar el débil equilibrio de las personas? Wittgenstein no soportaba la charla banal, no se si por elitismo o por alguna otra razón. A mi me molesta la repetición, el tener que leer entre líneas, que intentan decir y a que emoción corresponde?. Un lío y una fatiga tremenda. Morir es quedarse sin palabras, decía Pizarnik. El lenguaje nos hace presentes.....
Ayer fui a cenar con un grupo de ex-compañeros de trabajo, no me gustan estas situaciones porque me reprocho no haber sido mas amable o mas atento y por otro lado me encanta que me aprecien, pero que no lo manifiesten ostensiblemente..... otro lío....
Me evado contando chistes, extremo mi agudeza con los juegos de palabras, intento caer bien, lo que siempre me ha costado, mis aristas están a flor de piel....
Después de todo, al final, siento la tristeza de que apenas los volveré a ver, que la vida es un continuo perder y que me molesta ponerme sensible.... "Te espera el mármol que no leerás", otra vez Borges..... Mañana iré a comprar el pan un poco triste.. mas tostada..... menos tostada.... que tenga buen día....

(Evaristo Cienpozuelos)

09 marzo 2019

Los pozos y la melancolia

«Las mujeres tienen la mala costumbre de caer en un pozo de vez en cuando, de dejarse embargar por una terrible melancolía, ahogarse en ella y bracear para mantenerse a flote: ese es su verdadero problema … Lo que tienen que hacer las mujeres es defenderse con uñas y dientes de esta malsana costumbre, porque un ser libre no cae casi nunca en el pozo ni piensa siempre en sí mismo, sino que se ocupa de todas las cosas importantes y serias que hay en el mundo, y solo se ocupa de sí mismo esforzándose por ser cada día más libre. La primera que debe aprender a actuar así soy yo». (Natalia Ginzburg)

07 marzo 2019

La aceleración y el autismo coral

 
(Franco "Bifo" Berardi)
Las tecnologías digitales están generando una mutación del ser humano y aceleran de forma tan vertiginosa el tiempo que no deja tiempo para la pausa, la escucha o la capacidad crítica ponderada. Franco Birardi cartografía un tejido social en el que, como en las shitstorm [una tormenta de mierda] de las redes sociales, los individuos se mueven por los estímulos de todo tipo que reciben sin tiempo para reflexionar, y donde reina el resentimiento identitario, la desertificación del pensamiento complejo y el autismo coral.

“Los dispositivos tecnológicos se han convertido en una prótesis de nuestros cuerpos y en una herramienta de relación permanente con el mundo, devaluando así nuestra experiencia directa e inmediata de la realidad, afectando a las emociones, el psiquismo, la percepción y la relación con el otro”

Pregunta. ¿En qué está mutando el ser humano?

Respuesta. La modernidad nace cuando la escritura se hace medio de masas y la imprenta permite difundir el pensamiento en miles de copias. Hoy vivimos una segunda mutación técnico-comunicativa mucho más profunda, porque mutamos de una forma conjuntiva del pensamiento, de la comunicación, del afecto, a una forma conectiva.

P. ¿Cuál es la diferencia?

R. Que la presencia de la corporeidad ya no es decisiva. En la comunicación conjuntiva la creación de significado, de sentido, pertenece a la esfera de la presencia. Yo puedo decir algo que puede tener un significado diferente según la manera en que lo digo, de su contexto, de la relación afectiva que existe con mi interlocutor, pero en la comunicación conectiva es la sintaxis, la estructura técnica del medio, el formato, el sentido mismo. Además, la comunicación conectiva nos permite una aceleración, una intensificación infinita de la información, que no es solo información, este el problema, sino al mismo tiempo estímulo nervioso, es shitstorm. La consecuencia es que las capacidades críticas que la humanidad tenía en la época de la imprenta se están perdiendo. Y esta transformación está vinculada a la aceleración de la infoesfera que produce efectos en la psicoesfera, es decir, en el cerebro, en la mente, en la emocionalidad humana. Vivimos una época de patologías masivas, como las crisis de pánico, la depresión, la ansiedad, que no son patologías simplemente psíquicas, sino de la relación comunicacional.

P. ¿Hemos perdido sentido crítico de la complejidad?

R. El universo técnico se ha vuelto demasiado complejo para el entendimiento humano. Tenemos que reconocer que la posibilidad de una crítica de la discriminación racional es imposible cuando se habla de fake news, por ejemplo. El problema no son las fake news, que siempre han existido, el problema verdadero es lo que está pasando en el cerebro. El cerebro se ha vuelto incapaz de elaborar la complejidad del universo técnico. La velocidad, la intensificación, no permite que el cerebro pueda discernir, redistribuir. Cuando leemos un texto escrito o hablamos con un compañero la velocidad de esta comunicación nos permite discriminar entre bueno y malo, verdadero o falso.

(Franco "Bifo" Berardi) (Entrevista en el Pais)

La ciudad solitaria (3)


A veces, en esta serena y/o terrible soledad imagino otra vida, otra palabra, otra sencillez. Sin el tamiz de la observación o de ser observado, sin buscar nada, sin querer nada mas que el acto gozoso de hablar, las palabras fluyendo sin peso, ingrávidas, sin nada que discutir, ni convencer, ni ser convencido. Sin pensar.
Uyy........ no se si esto es una especie de zen light o que me estoy volviendo "tontusco", de no practicar la palabra, por la edad y sobre todo porque la "lucidez" aunque sea pequeña es muy pesada, mucha sonrisa forzada, mucho quebranto de labios....

Hoy es jueves y a mitad de semana salgo, haciendo mucho ruido para que los buitres, los voluntarios detecta-carroña, de sonrisa eterna, se enteren que sigo vivo........Me voy a la panadería.......... panadera rumana, joven, también muy sonriente, pero esa sonrisa, ya prohibida en nuestro tiempo,  de hembra que se siente guapa...... que los hombres, o lo poco que queda en mi de macho, traducimos como un pavoneo-contoneo seductor. Tras la petición del pan, no me atrevo a darle conversación con el tiempo, pedir alguna magdalena o enredarla con las diferentes variedades de barras y tueste de pan.
¡Que tenga buen día!...................... igualmente
Que penosa esta robotización de la miga de pan. 
Vuelvo a casa, con la penosa sensación de olvidarme algo o a lo mejor de haberme dejado un trozo de vida en la acera....... Hoy estoy algo Pessoano...... pero el sabia ingles. 
(Evaristo Cienpozuelos)

05 marzo 2019

La ciudad solitaria (2)


Mi vida no siempre ha sido un desastre, no me gusta la palabra fracaso, como objetivo no cumplido, como si hubiera que llegar a alguna parte. En algún momento, no recuerdo muy bien cuando, mi apariencia era normal. Hablaba como todo el mundo, contaba chistes machistas para contrarrestar el miedo a lo femenino, movía mi cuerpo en bloque, con tensión, como si no tuviera bordes ni aristas. Siempre me han preocupado los bordes, las fronteras, los matices, los detalles, ese mundo ambiguo, microscópico, difícil de controlar, ese poro que puede hacer hundir el barco. Pero la tensión que genera actuar todo el tiempo sin saber que estas actuando no se puede sostener eternamente. Eso explicaba, sin yo explicarmelo, mis ataques de rabia, mi sensación de estupor interno. "La vida no puede ser esto".

Me he apuntado en el calendario imantado de la nevera los días que tengo que salir para evitar la intrusión de "los Voluntarios". Mueven la cabeza afirmativamente cuando me ven, los reconozco porque son una mezcla de Testigos de Jehova y recolectores de suscripciones a ONG. Siempre sonríen, cosa rara en estos tiempos.

Tengo que coserme o renovar los calcetines, no me gusta el roce de piel desnuda del dedo gordo directamente en el zapato a través del agujero del calcetín. Hoy estoy mejor, algo crecido, parece, sin saber porque, que intento que la mierda de mi vida no me aplaste........... No me gustan las sorpresas.

(Evaristo Cienpozuelos)

20 febrero 2019

La ciudad solitaria (1)



Hipócrita, creo que falta algo, Hipocratico más bien. Mi primer pensamiento, producto de alguna asociación que desconozco. Mi espesura mental al despertar siempre ha sido considerable....... esta metonimia por falta de oxigenación, la sequedad de boca, el dolor de cuello, ...... la rigidez de pies al apoyarlos en el suelo, lentamente, por si acaso la taquicardia. ... Aunque es imposible mi reconciliación con el mundo , el cafe y la bolleria industrial , ese lento suicidio pasando por el aumento de peso, me producen cierto bienestar. Me pesan las zapatillas, cometí un error al comprarlas con suela tan gruesa.

Mientras desayuno en pijama, la casa esta fría al levantarme, pienso en los ritmos del cuerpo, esa gente que por la noche "no vale nada" y a las seis de la mañana canturrean por la casa incapaces de permanecer acostados y otros como yo que no nos acostaríamos pero somos incapaces de levantarnos por la mañana.

Vivo solo, un piso pequeño alquilado,  el final de mi deterioro social, el paso anterior a dormir en un  cajero.Nunca hago planes porque no tengo energía para hacerlos y soy incapaz de cumplirlos. Pongo la radio y engancho en los anuncios la mayoría de veces. Esos anuncios de "cosas" que se pueden hacer o comprar o cambiar, consejos bienintencionados e historias sobre alguien con mucha resiliencia (que me he enterado yo hace poco que no es quedarse callado), la gente no sabe que estamos derrotados de antemano.
No me suelo duchar por ahorrar agua caliente, tengo tendencia a quedarme mucho rato debajo del agradable chorro y eso gasta mucho. Es el único momento en que mi piel esta libre, ya casi no recuerdo la textura de otro cuerpo.

El día no parece muy frío y tengo que atreverme a salir. Llevo cuatro días sin hacerlo y necesito comprar algo de comida. Como poco,  pero poco es mucho para mi en estos tiempos. Ademas desde que han puesto el servicio de vigilancia: "la vejez no es solitaria, ponga un viejo en su vida. Contrate el servicio Voluntarios y vejez", hay que salir o te vienen a sacar. Esto aunque lo parezca, no es que a los ancianos los vayan a volver a llevar a la EXPO a regular el trafico sino que hay Voluntarios en detectar precozmente que algún vecino "no sale" es decir " a lo mejor esta muerto". Las asistentes sociales no nos dejan vivir. En mi casa hay unos vecinos que no salen en días, llevan poco tiempo viviendo juntos y entre Netflix y el sexo no necesitan relacionarse. Pero a estos no les han puesto Voluntarios en alerta, siempre la misma discriminación de genero y de edad. Vale por hoy, que la calle me espera. 
(Evaristo Cienpozuelos) 

12 febrero 2019

Los restos de unos deberes escolares aprendidos y olvidados




Decir es inventar. Sea falso o cierto. No inventamos nada, creemos inventar cuando en realidad nos limitamos a balbucear la lección, los restos de unos deberes escolares aprendidos y olvidados, la vida sin lágrimas, tal como la lloramos. Y a la mierda. (Enrique Vila Matas)...

La historia de mi vida no existe. No hay centro. No hay camino, ni línea. Hay vastos espacios donde se ha hecho creer que había alguien, pero no es verdad, no había nadie (Marguerite Duras).

Mi verdadero miedo consiste en que jamás podré poseerte. Que en el mejor de los casos me veré limitado, como un perro inconscientemente fiel, a besar tu mano que, distraídamente, habrás dejado a mi alcance, lo cual no será, por mi parte, una señal de amor, sino un signo de la desesperación del animal eternamente condenado al mutismo y a la distancia. (Franz Kafka)

El trabajo es la maldición de las clases bebedoras (Oscar Wilde)