Sin embargo, existen personas que ni siquiera necesitan que el mejor
momento de la jornada les proporcione felicidad. Creo que estoy entre
ellas. Es como si el bienestar nos dejase para el arrastre. Oscar
Levant, que en sus espectáculos tendía a declarar su desafecto hacia
cualquier forma de felicidad, afirmaba que para evitarla, un día decidió
darle la espalda al alcohol. “Yo no bebo. No me gusta. Me hace sentir
bien”, decía.
16 marzo 2015
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