![]() |
| (Didier Eribon) |
En Francia, en Reino Unido, en Alemania, en Italia, incluso en España y en muchos países más se olvidaron de las clases populares y en especial de la clase trabajadora porque la socialdemocracia se ha convertido a la agenda neoliberal. Y esta conversión ha sido radical y absoluta: intentaron borrar el concepto mismo de clase social de su diccionario. Para los partidos socialdemócratas, ya no existía la clase, simplemente había individuos responsables de sus propias vidas.
¿Es la individualización de lo colectivo la mayor arma del ultraliberalismo?
Sin duda es un arma importante, porque lo cierto es que la idea de la responsabilidad individual, obviamente, es una forma de rechazar los movimientos sociales, las movilizaciones, las reivindicaciones de las clases trabajadoras. Y, claro, dichas clases dejan así de sentirse representadas por la izquierda, no encuentran quien atienda sus reclamaciones. Entonces hacen lo que cabría esperar, ya que la izquierda deja de representarles: optan por votar por otro partido que se proclama el verdadero representante de la clase trabajadora y que dice que les defiende de la casta elitista intelectual y explotadora.
¿El de la extrema derecha es un discurso que funciona porque tiene una agenda social o porque es antisistema?
Obviamente, porque es antisistema, porque va contra las élites que han dejado tiradas a las clases populares y contra, en teoría, los más ricos y sus muchos privilegios, esto funciona. Pero, claro, es un discurso falso, con una supuesta agenda social que nunca termina de convertirse en leyes porque en cuanto le toca votar, AN siempre lo hace con la derecha liberal y en contra de las medidas que implican subir los impuestos, que son las que favorecen a los trabajadores.
Entonces, ¿cómo consigue el lepenismo conectar con el sentir obrero?
Porque sustituye en su discurso el “soy obrero” por el “soy francés”. Cuando era niño, en mi familia todos decían: “Nosotros los trabajadores o nosotros la clase trabajadora”. Y luego, 20 o 30 años después, la misma gente empezó a decir: “Nosotros, los franceses”. Sin duda hay un cambio en el sentimiento de pertenencia, pero siempre desde la perspectiva de ser trabajadores que han sido olvidados por las élites que dirigen el país. De esta forma, los votantes de extrema derecha siempre dicen “nosotros los trabajadores”, “nosotros los precarios”, etc., pero esta sensación de agravio está asociada ahora con la percepción de uno mismo como francés, una víctima de la inmigración masiva.
Y se cambia como enemigo al capitalismo por la inmigración...
No exactamente. El enemigo exterior siempre es el capitalismo. Es el capitalismo el que trae a los inmigrantes y quien les da dinero para que se queden y trabajen más barato que los franceses. Y luego, como resultado, no queda dinero para los franceses. Este es un poco el razonamiento.
¿Ve una correlación entre ese desmantelamiento de servicios y el trasvase a Agrupación Nacional?
Hay estudios que muestran que uno de los principales factores que explican el voto a la extrema derecha en Europa es la desaparición de los servicios públicos. Cuando vives en un pueblo pequeño y la escuela primaria ha cerrado, la oficina de correos ha cerrado, la estación de tren ha cerrado, el servicio de salud ha cerrado y para ver a un médico tienes que coger el coche y conducir 100 o 150 kilómetros, te sientes ignorado, relegado, despreciado, y tu reacción es votar a la extrema derecha como protesta.
(Didier Eribon)
Hay estudios que muestran que uno de los principales factores que explican el voto a la extrema derecha en Europa es la desaparición de los servicios públicos. Cuando vives en un pueblo pequeño y la escuela primaria ha cerrado, la oficina de correos ha cerrado, la estación de tren ha cerrado, el servicio de salud ha cerrado y para ver a un médico tienes que coger el coche y conducir 100 o 150 kilómetros, te sientes ignorado, relegado, despreciado, y tu reacción es votar a la extrema derecha como protesta.
(Didier Eribon)

No hay comentarios:
Publicar un comentario