21 abril 2009

Que nadie diga que el amor no es posible


Amo hoy tus arrugas, igual a como ame tu piel luminosa y tu mirada abierta. Amo el tiempo que marca la dicha de una vida ganada a la muerte y de un amor inventandose en cada invierno y en cada primavera. Amo tu vejez que se gesto con la mía y sucumbo feliz cuando tu voz temblorosa me nombra. Amo cada día que vivimos juntos los que fueron felices y los duros,durisimos que nos obligaron a remar contra corriente. Amo tu nombre. Amo los hijos que me diste y aun hoy,cada vez que miro la curva de tus pechos,vuelve a encenderse las dicha del deseo. Que nadie diga que el amor no es posible. Solo la pasión conduce inexorable a la muerte. En la lapida que nos convoque escribiré: Los que se amaron te saludan desde el fin.


Iaron Glik. (de Josef Pik)

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