06 enero 2023
El Antropoceno y la crisis ecosocial
Cuando confluyan la conciencia del daño ambiental, la comprensión de las causas de la desigualdad, y la liberación del peso muerto de la ideología del mercado, arrancará la aceleración de los procesos políticos y sociales que de forma fragmentaria ya están presentes."
(El antropoceno y la crisis ecosocial: Carlos Gomez Gil)
11 diciembre 2022
Pessoa, el amor romántico y la desilusión
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(Fernando Pessoa. Cuadro de Joao Beja) |
"Pero así es toda la vida; así, por lo menos, es ese sistema de vida particular al que, en general, se llama civilización. La civilización consiste en dar a algo un nombre que no le compete, y después soñar sobre el resultado. Y, realmente, el nombre falso y el sueño verdadero crean una nueva realidad. El objeto se vuelve realmente otro. Manufacturamos ideales. La materia prima sigue siendo la misma, pero la forma, que el arte le ha dado, la aleja de continuar siendo efectivamente la misma. Una mesa de pino es pino pero también es mesa. Nos sentamos a la mesa y no al pino. Un amor es un instinto sexual, pero no amamos con el instinto sexual, sino con la presuposición de otro sentimiento. Y esa presuposición es ya, en efecto, otro sentimiento".
"La vida perjudica a la expresión de la vida. Si yo viviese un gran amor, nunca lo podría contar."
"Todo hombre de hoy en quien la estatura moral y el relieve intelectual no sean de pigmeo o de paleto, ama, cuando ama, con amor romántico. El amor romántico es un producto extremo de siglos sobre siglos de influencia cristiana; y, tanto cuanto a su substancia, como cuanto a la secuencia de su desarrollo, puede ser dado a conocer a quien no lo perciba comparándolo con una veste, o traje, que el alma o la imaginación fabricasen para vestir con él a las criaturas, que acaso parezca, y el espíritu crea, que les cae bien.
Pero todo traje, como no es eterno, dura tanto cuanto dura; y en breve, bajo la veste del ideal que formamos, que se deshace, surge el cuerpo real de la persona humana, en quien lo vestimos.
El amor romántico, por lo tanto, es un camino de desilusión. Sólo no lo es cuando la desilusión, aceptada desde el principio, decide variar de ideal, tejer constantemente, en los talleres del alma, nuevos trajes con que constantemente se renueve el aspecto de la criatura por ellos vestida."
09 diciembre 2022
La Partida final contra uno mismo
26 noviembre 2022
El sillón y la biblioteca
Convertir una biblioteca en un lugar de paso, un no lugar, no solo para la gente que allí coincide, sino para miles de vidas, ficciones, ideas, durmiendo en sus encuadernaciones.
Con la vejez, como un avatar, uno alterna el tiempo entre el magma de las ideas y el magma del sueño.... (recortado por las noches.....)¡Maldita próstata!..
(Evaristo Cienpozuelos)
25 noviembre 2022
Agustín García Calvo y los gilipollas
..así que "gilipollas" quería decir "el que hace, dice o piensa lo que le mandan desde Arriba, pero convencido de que lo hace, dice y piensa porque le da la gana, porque le sale de sus ideas y gustos propios". Y eso pienso que describe bastante bien el sentido con que el insulto se lanza ordinariamente, ¿no le parece a usted?
"De acuerdo, pues, con la interpretación del insulto popular, ese muchacho que, nada más montarse en el tren, se cala los auriculares para tragarse la murga chocha que le han metido todas las veces que dure el viaje, mientras hojea la revista de motos a todo cromo que se ha comprado voluntariamente, es ciertamente un gilipollas; y la niña que se mete un cojincito de espuma plástica en el hombro, porque no es que se lo hayan mandado, sino que le hace ilusión a ella llevar hombreras, y si se rapa el pelo a lo punky o se lo enreda en cordelitos, es porque le ha venido ese gustito a ella, ésa es igualmente una gilipollas; y es un gilipollas desarrollado ese ejecutivo que se viste de ejecutivo y, con su maletín de ejecutivo y con su cara de saber lo que hace, porque es un hombre de su tiempo, se coge el avión para estar en Tokio mañana para resolver ese negocio que le han preparado por TELEX de tal manera que tenga que estar mañana en Tokio: ¿le parece a usté bastante gilipollez? ¿O no? Y en fin, esa joven señora que, según los consejos del Consultorio Psicológico, se pone a quitarse a golpe de rodillo las grasitas de la cintura y a comprarse sostenes de puntillitas con el fin de salvar su matrimonio, con un ahínco tan íntimo y personal como si fuera ella la que ha inventado el Matrimonio y la encargada por consiguiente de salvarlo, también, la pobre, qué se le va a hacer, es una gilipollas; ¿o no cree usté? Pues ya ve: de ésos y tales está compuesta la Mayoría democrática, y así va el mundo."
(Agustín García Calvo: El País) (1990)
20 noviembre 2022
El hombre que mas sabia de cosas que no interesaban a nadie
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(Rafael Sánchez Ferlosio) |
12 octubre 2022
Santiago Lorenzo y el mundo de los "mochufos"
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(Santiago Lorenzo) |
"Él atesoraba con avaricia los días de clausura. Miraba hacia atrás los que llevaba cumplidos y siempre le parecían pocos. Miraba hacia adelante los que le quedaban y nunca le parecían muchos. Estos días eran todos los restantes hasta que se muriera."
"Ya se dijo que este reconocía apenas la música de lo ecológico. No era un jambo que se iba al agro henchido de naturismo a practicar la autosuficiencia y la artesanía de formón, nudo o torno. No encarnaba al hombre que marchó al campo con el plan de volver luego a la urbe a reclutar conciencias para las huestes de lo primigenio. Al contrario, su idea era no volver a reclutar a nadie para nada. Su proyección era quedarse solo, pero solo. Revestía importancia relativa, muy escasa, si lo que bebía o respiraba era biológicamente puro o cibernéticamente artificioso. .. Pero, ante todo, un limbo vacío, hueco de personal, repleto de ausencia, profuso de ningunos."
LOS MOCHUFOS:
"Sentían un patente horror al silencio. No sabían estar sin hacer ruido, como si necesitaran la constante confirmación de que estaban presentes allí y en ese momento. Si el miedo al silencio es de gente acobardada ante sí misma, estos vivían en el pasaje del terror.
Todo el tiempo les sonaba el móvil, que contestaban a gritos. Contaban siempre a través del teléfono lo bien que estaban en la soledad del campo, gran paradoja si los fines de semana se los pasaban hablando con el exterior.
Todos hacían las mismas gracias todas las semanas, pero con cara de creerse que las inventaban nuevas y a estrenar. Las mismas, a repertorio fijo. Pero notándose anticipados, especiales, inéditos, originales, únicos: las cinco vocales iniciales para su novedad vieja. Y semana tras semana desfilaban los chistes sobre cómo vagueaban, los chistes sobre cómo se despatarraban, los chistes sobre el bajo estado de forma del otro, los chistes sobre lo pillos que eran porque se bebían una cerveza, los chistes sobre cómo se iban a poner a chuletas, los chistes picaritos y bienintencionados sobre celos cuando venían en parejas, los chistes diciendo «patata» al hacerse la foto de recuerdo.
La seriación de fotocopia persistía cuando abandonaban las regiones del humor y se lanzaban por las de la poesía. Se reiteraban entre ellos y a sí mismos cuando se veían en composición de estampas emotivas. Todos bebían una botella de vino al atardecer, convencidos de ser los primeros en pintar un cuadro de alta trascendencia gastronómica. Todos tertuliaban arrobados al atardecer, convencidos de ser los primeros en pintar un cuadro de vibrante estética filosófica. Todos enseñaban un efecto de la naturaleza a sus hijos al atardecer, convencidos de ser los primeros en pintar un cuadro de paternal pedagogía sobre la vida agreste y verdadera. Todos se besaban al atardecer, convencidos de ser los primeros en pintar un cuadro de evocador erotismo campestre. Durante estos ratos de pintar cuadros se callaban un poco.
En sus escenas, cómicas o líricas, los varones agravaban la voz y las hembras la agudizaban, que los papeles los tenían bien repartidos.
Llamaban «cariño» a todo el mundo, marca de quien ofrece un afecto devaluado por exceso de oferta verbal. Hablaban muy adscritos a fórmulas predeterminadas. «Recargar las pilas», «planes con niños», «escapada», tufihuelas así. Decían «divina de la muerte», «momentazo», paquetillos verbales a base de fraseo prestado, botes de caca semántica consensuada que se recambia década a década, pero constituyendo siempre la señal oral del lerdo. «Cómo ser madre y no morir en el intento», qué risa. La de «Los hijos vienen sin manual de instrucciones» siempre provocaba gran alborozo, así se repitiera a cada minuto. Chorrudeces a palangana llena. «Aquí estoy, al sol, como los lagartos».
Decían todo el tiempo «disfrutar». Es la palabra que a la altura del siglo, según Manuel, usaban todos los sinvergüenzas que querían vender algo cuando ese algo era una puta mierda. Es también vocablo propio de los que tienen ansias de follar y no las echan para afuera. Término de obscenidad latente, soltarlo u oírlo da un respiro, porque sugiere una promesa de íntimos orgasmines a los de las ganas cautivas.
Se habían dejado abducir por los comentaristas de la tele, que todo lo arreglan con la «hoja de ruta», las «espadas en alto», la «línea roja» y con que si «yo no tengo una bola de cristal», peditos reproducidos a millares con los que un tertuliano se echa al coleto un buen pasar en debates de cualquier horario. Salía mucho «calidad de vida», la formulación con la que los desmigados se intentan convencer de que están contentos.
A los adultos se les notaba que si tenían tantos hijos era porque tampoco se les ocurría otra distracción para hacer vida. Parecían convencidos, por otro lado, de que un crío solo vivía su infancia plenamente en la medida en que la activaba en cuanto a memo.
Los críos eran constantemente hiperfelicitados por cualquier parida, con un «¡Bieeeen!» que se oía a todas horas: porque el crío había encestado una canica en la piscina hinchable o porque había pedaleado cinco metros sin que le volcara la bici de cuatro ruedas. Quizá era por tanta anuencia y por tanto premio gratis que no sabían hacer nada. Todo había que dárselo hecho. Llegarían a adultos sin conocer la compleja receta del bocadillo de chorizo.
Metían ruido todo el tiempo, por paterna transferencia. Los padres, que jamás los recondujeron hacia formas evolucionadas de desarrollo, parecían agradecerlo. O porque les quitaban de encima ese silencio que parecía asustarles. O acaso porque con los chillidos y los golpes chequeaban que los descendientes no se les habían muerto."
(Extraído del libro de Santiago Lorenzo: Los asquerosos)
13 julio 2022
La comedia de la repeticion
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(Santiago Lopez Petit) |
El concepto 'tiempos interesantes' aplicado aquí no me parece muy adecuado. ¿Para quién son interesantes? ¿Por qué son interesantes? De hecho, te ponen en la situación de espectador. Es cierto que parece que se ha terminado la huelga de los acontecimientos y que pasan muchas cosas. Pero la pregunta entonces sería hasta qué punto los acontecimientos son portadores de una novedad radical, hasta qué punto vienen cargados de futuro. Yo tengo una sensación dividida. Hay momentos en que pienso que sí, que realmente son momentos históricos, que el bipartidismo en España está hundiéndose, que la gente está organizada en todas partes y, por ejemplo, hay más ateneos, más interés por la cultura.
Pero, por otra parte, desde otro punto de vista, tengo la impresión de que no es así; que estoy viviendo, al igual que otros miembros de mi generación, la repetición de una historia ya conocida, de un teatro, de una comedia que realmente no abre espacios posibles, sino que repite una historia ya sabida, un mero cambio de élites. Estoy con un pie a cada lado. De hecho, el proverbio chino que dice "¡Que vivas tiempos interesantes!" es una maldición. Quiere decir que vivas tiempos problemáticos. En este sentido, desde mi punto de vista, ojalá viviéramos tiempos problemáticos. Tiempos que nos permitieran ir al fondo de las cuestiones esenciales.
La nueva política se engaña y nos engaña porque presupone la autonomía de lo político. Y no es así. El subsistema político, con su código gobierno/oposición, no tiene autonomía respecto a una realidad que se ha hecho plenamente capitalista.
El trabajo, que era la forma de control político por excelencia, hoy se ha transformado en la obligación de tener una vida. Esta obligación la llamo la movilización global. Es la que organiza la existencia dentro de este vientre de la bestia. Dentro de la movilización global, vivir es tener una vida, cargar con una vida, hacer de uno mismo un yo marca. Películas como El club de la lucha representan muy bien esta realidad. El querer vivir está capturado dentro de esta máquina de movilización. Todo lo que he intentado durante 40 años es hacer del querer vivir un desafío que para mí sería la apertura hacia otra manera de hacer política, aunque no solamente. Para hacer del querer vivir un desafío, tenemos que salir de esta movilización en la que estamos metidos y a la que llamamos vida.
Vivir no consiste en tener el mejor curriculum vitae pegado en culo. ¿Cómo podemos salir de esto? Durante algún tiempo pensé que el odio, un odio libre, podía ser la manera de salir de ella. Tú sólo puedes hacer de tu querer vivir un desafío si una pasión fuerte expulsa tu miedo. Esta pasión es el odio. Hablo del odio a la vida que tienes. Si tú no odias a fondo tu propia vida, no la cambiarás nunca. Hay un odio que libera. Si odio la vida, levanto una línea que separa lo que quiero vivir de lo que no quiero vivir. Cuando tuve que plantearme la cuestión de la enfermedad, introduje la idea de anomalía. En el momento en que la enfermedad se hizo más fuerte sobre mí, tuve que plantearme más radicalmente el odio a la vida. Fue cuando empecé a hablar de la noche.
Sufre una enfermedad difícil de diagnosticar, el síndrome de fatiga crónica. ¿Cómo afecta a su pensamiento?
Con el paso de los años, la enfermedad que padezco se fue haciendo cada vez más fuerte. Llegó un momento en el que la idea que me había movido a estudiar filosofía, y que era "¿Qué quiere decir querer vivir?" , se convirtió directamente en una necesidad vital. Me preguntaba "¿Por qué sigo vivo?". Y "¿Qué es el querer vivir?". Fue en ese momento cuando me topé con la necesidad de pensar la enfermedad en ella misma. Por esta razón escribí Hijos de la Noche (Bellaterra, 2014), que contiene y resume muchas de mis ideas.
El punto de partida es la constatación de que existen unas enfermedades de la normalidad. Son enfermedades que se deben a que justamente estamos movilizados permanentemente porque trabajar consiste en estar permanentemente movilizado. Esta movilización, esta máquina de muerte que es el capitalismo, nos tritura. Las enfermedades de la normalidad son las enfermedades que surgen como consecuencia de esta imposibilidad de vivir. De querer vivir y no poder hacerlo. Enfermos de normalidad, por lo tanto, son las vidas que se rompen ya que no pueden seguir este ritmo de movilización exigido la misma realidad.
09 mayo 2022
Felicidad o plenitud
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(Pablo D'Ors) |
"Porque lo positivo nos vuelca hacia afuera mientras que lo oscuro nos remite hacia adentro. Y yo no creo que no se pueda hacer nada con los que ya han muerto o con los que han perdido a sus seres queridos. A unos se les puede recordar y a los otros se les puede acompañar. Me preguntaba por la tragedia. Lo que nos pone en cuestión lo queremos evitar, pero también nos obliga a pensar, a elaborar, a buscar qué hacer con eso. Normalmente, lo que hacemos frente a la tragedia es o bien escaparnos —somos maestros de la fuga—, o bien intentar resolverla, dado que el ser humano actual tiene más bien una mentalidad pragmática, que siempre quiere soluciones. Y a ver, si una cosa se puede resolver, resuélvase, pero algo de la magnitud de esta pandemia no es simplemente una cuestión de resolución, sino más bien de disolución."
Que los verdaderos problemas, por ejemplo, la muerte de un ser querido, no se pueden resolver, por mucho que hagamos. Lo que hay que hacer es disolverse en ellos.
Quiere decir aprender a convivir con ellos…?
Disolverse en ellos quiere decir que la tragedia es tragedia y que no va a dejar de serlo por mucho que tú te trabajes interiormente. Pero sí va a perder su veneno, va a dejar de tener una resonancia destructiva en ti, aunque siga formando parte de ti. Ese trabajo consiste en mirar con benevolencia lo oscuro. En este caso, la tragedia se disuelve. Si la miras con rabia o desesperación, la agrandas.
(Entrevista a Pablo D'Ors)
07 mayo 2022
Prometer un mejor pasado
(Juan Gabriel Vasquez)
25 abril 2022
La verdad de la vida esta en trozos

......."La tensión entre dos clases sociales que la ha convertido en lo que la autora llama “tránsfuga de clase”. A un lado: los clientes que se tambaleaban borrachos al salir del bar dejando vomitonas que limpiaba su madre. Al otro: la educación estirada del colegio de pago y una moralina católica que convertía en pecado su curiosidad. Allí, la vulgaridad a la que no quería pertenecer, aunque pertenecía. Aquí, la “buena educación” a la que tampoco pertenecía, pero llave hacia la formación y las letras. Y en medio, pasadizos que se abrían entre ambos mundos como amenazas de que todo lo avanzado siempre podía retroceder: un aborto, una sonda roja en el extremo de unas pinzas que más que arrancarle una criatura le estaban arrancando una condena a permanecer."
....."Para mí la escritura es una búsqueda de la verdad de las situaciones, de los afectos, de todo lo que ocurre en la vida.
P. ¿Y hay una verdad literaria distinta de la verdad de la vida?
R. Es que la verdad de la vida la encuentro en la literatura, la encuentro escribiendo. La verdad de la vida está en trozos, en atisbos, en sentimientos que no son necesariamente la verdad. Y la escritura es el medio para expresarlo, nunca de forma definitiva porque eso no existe, nunca hay una verdad definitiva. Esa es la trampa del lenguaje. Cuando empleamos palabras en la vida parece que nos lo hemos dicho todo de forma absoluta, pero esto es mucho más complejo. Yo no me fío de las palabras, no me fío del todo de las palabras.
05 abril 2022
Contar algo por escrito es quitárselo de encima
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Un libro es, mientras se planea o no se planea y se escribe, un estado de espíritu, una manera particular de encontrarse en el mundo, un ángulo peculiar de observación.
Contar algo por escrito es quitárselo de encima. Por eso decía Nabokov, que después de escribir sobre un cierto periodo de su vida se olvidaba por completo de él. Se cultiva la memoria para desprenderse de ella. Lo que ya está en las páginas impresas no tiene por qué seguir pesando en la conciencia.
Fue a los mismos colegios que los hijos de la élite política y económica de Cataluña, pero a diferencia de ellos no heredó dinero ni poder, ni esa seguridad tranquila de tener derecho a todo y a no responder de nada que es el patrimonio moral de quienes se saben en la cima de una sociedad de castas.
Los retratos cercanos de unos personajes a los que el autor conoce “de toda la vida”, como solía decirse en esos ambientes: es esa perspectiva, ese conocimiento tan próximo, lo que le permite calibrar la escala y la rapidez de las conversiones fervorosas al independentismo, así como la irresponsabilidad inaudita de una clase social que hace compatible la defensa impúdica de sus extraordinarios privilegios con una deriva insurreccional y una gesticulación revolucionaria que se parece sobre todo a un gamberrismo de ricos. Las gentes de orden con yates y mansiones ahora se sienten heroicas votando a partidos de extrema izquierda. Una casta empresarial, funcionarial y política que tiene la vida más regalada de gran parte de Europa se siente ennoblecida por el sufrimiento bajo la opresión y el heroísmo de la resistencia. El extremismo, como escribió Saul Bellow puede ser el lujo supremo, the ultimate luxury, dice él, de los privilegiados.
(Antonio Muñoz Molina: sobre Cristian Segura)
04 abril 2022
La intimidad y los planes de futuro
Una nación es como un matrimonio: funciona si hay intimidad y planes de futuro. Una pareja romántica es estable si intima psicológicamente y planifica la vida conjuntamente. Los hijos, recuerdos, hipotecas y ahorros en común pesan, pero son irrelevantes sin proximidad emocional ni proyectos venideros. El amor se puede alimentar del ayer, pero vive del mañana.
Para un país, el porvenir también cuenta más que el pretérito. El camino andado, aunque sea muy glorioso, importa menos que la senda por delante.
31 marzo 2022
Cristina Morales y la alienación
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(Cristina Morales) |
Yo digo que alienación es la identificación de nuestros deseos e intereses con los deseos e intereses del poder. La clave, sin embargo, no está en dicha identificación, que se da constantemente en democracia: creemos que votar nos beneficia y vamos a votar. Creemos que los beneficios de la empresa nos benefician y trabajamos eficientemente. Creemos que reciclar nos beneficia y tenemos cuatro bolsas de basura distintas en nuestros pisos de treinta metros cuadrados. Creemos que el pacifismo es la respuesta a la violencia y recorremos diez kilómetros haciendo una batucada. La clave, digo, no está en la ridícula vida cívica sino en su constatación, en darse cuenta de que una está haciendo lo que le mandan desde que se levanta hasta que se acuesta y hasta acostada obedece, porque una duerme siete u ocho horas entre semana y diez o doce los fines de semana, y duerme del tirón, sin permitirse vigilias, y duerme de noche, sin permitirse siestas, y no dormir las horas mandadas se considera una tara: insomnio, narcolepsia, vagancia, depresión, estrés.
Ante la omnipresente alegría cívica pueden pasar tres cosas.
Uno, que no te des cuenta de lo obediente que eres, de modo que nunca te sentirás alienada. Serás una ciudadana con tus opciones electorales y sexuales. O sea: seguirás estudiando danza clásica de tercero porque es tu obligación, que para eso te han dado una beca. Seguirás manifestándote al grito de No más sangre por petróleo, de Salvemos la Sanidad, de In-Inde-Independencia, que para eso vives en democracia y tienes libertad de expresión.
Segunda posibilidad: te das cuenta de lo obediente que eres pero te da igual. No te sientes alienada porque justificas la obediencia debida. Haces tuya la frase de que vivimos en el menos malo de los sistemas y de que los partidos políticos son males menores. Eres una defensora de lo público. Sigues estudiando danza clásica porque no te queda más remedio, porque mejor eso que estar poniendo copas y porque aspiras a un puesto de trabajo decente. Sigues manifestándote al grito de Los de la acera a la carretera, de Salvemos la Educación, de A-Anti-Anticapitalistas porque crees que hay que tomar las calles, que consideras tuyas.
Tercera posibilidad: te das cuenta de lo obediente que eres y no lo soportas. Entonces sí que estás alienada. ¡Enhorabuena! No soportas hacer cola para pagar. ¡Hacer uno cola para pagar en vez de ellos hacer cola para cobrarte es el colmo de la alienación! No soportas los domingos de elecciones. El electorado sale bien vestido y afeitado, se encuentra con el vecino y comenta lo que vota y por qué, mira con curiosidad todas las papeletas, se permite un mínimo margen de duda acerca de su elección pero siempre prevalece la que trae tomada de casa. Llevan a los niños, los niños juegan con otros niños, corretean, son subidos por sus padres a la altura de la urna para que ellos depositen el voto, o, si ya son mayorcitos, lo depositan sin ayuda. Hay hasta quien coge una papeleta de cada partido y se la guarda porque las colecciona. Luego salen y se echan una caña, en una terraza si hace buen tiempo. ¡La fiesta de la democracia! ¡Gane quien gane, la democracia siempre gana!
24 marzo 2022
Hay una violencia detrás de la gratuidad
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(Cristina Morales) |
"El binarismo mente y cuerpo es algo absurdo. La danza disciplina el cuerpo y la mente. El bailarín no solo tiene que tener aptitudes físicas, necesita un carácter especial y el estómago para obedecer a su director o coreógrafo. En mi novela, Nati es un personaje que se quiebra porque tiene habilidades dancísticas, pero carece de obediencia y eso la convierte en una bailarina mala para el establishment dancístico. Ese rechazo es violento."
"...Cuanto más radical políticamente es una, mayor porcentaje de discapacidad tiene. La radicalidad política es concebida como una discapacidad y una tara para ser miembro de la sociedad."
"Una novela es un acto de libertad por parte de su creador. Y yo la hice con toda la libertad que puedo tener. Si alguien se siente incómodo es bueno para él, significa que está en crisis de su posición de privilegio y bienestar. A mí me gusta sentirme así como lectora y por eso intento provocarlo en mis historias."
"Si alguien no puede entender algo no es porque sea tonto, es porque hay otros que no quieren que lo entienda. Por ejemplo, los vocabularios de la medicina, del derecho, de la arquitectura, que no todos podemos entender, están destinados a una opacidad y a mantener a alguien que atesora los secretos del lenguaje como un sometedor de aquel que no lo atesora."
23 marzo 2022
El artista y el profeta
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(Isaac Bashevis Singer) |
«El narrador y el poeta de nuestra época, como el de cualquier época, debe ser un entertainer del espíritu en el cabal sentido de la palabra, no apenas un predicador de ideas sociales o políticas. No hay excusa para una literatura tediosa que no intrigue al lector, que no estimule su espíritu, que no le proporcione la alegría y el escape que el arte siempre asegura. Dicho esto, también es verdad que el escritor serio de nuestra época debe estar profundamente preocupado acerca de los problemas de su generación.
Ningún avance tecnológico es capaz de mitigar la desilusión del hombre moderno, su soledad, su sentimiento de inferioridad y su temor a la guerra, la revolución y el terror. Nuestra generación no solo ha perdido la fe en la Providencia, sino en el propio hombre, en sus instituciones y a menudo en aquellos que están más cerca de él.
Presos de la desesperación, no pocos de quienes han perdido su confianza en el liderazgo de nuestra sociedad han puesto sus ojos en el escritor, el maestro de las palabras. Esperan contra toda esperanza que el hombre de talento y sensibilidad tal vez sea capaz de rescatar a la civilización. Quizá el artista tenga algo de profeta después de todo.(Isaac Bashevis Singer)
21 marzo 2022
Transhumanismo y genero
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(Yuval Noah Harari) |
19 marzo 2022
Elon Musk quiere ir a Marte.
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(Richard Morgan) |
18 marzo 2022
Seth y la nostalgia
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(El dibujante SETH) |
14 febrero 2022
Nada vivo tiene remedio. Apuntes ante la imposibilidad de San Valentin
Retales de palabras, buscando la aparente totalidad, o desde lo ínfimo, desde lo pequeño, porque lo cotidiano es grande precisamente en su pequeñez.
"Uno de los efectos estéticos que suele provocar la observación minuciosa del detalle y su puesta en escritura, permite, no sólo recuperar la textura de lo mínimo, casi de lo ínfimo sino que en su despliegue logra la reconstitución del sistema al cual el detalle pertenece; descubre así una perspectiva que, paradójicamente, suele perderse en visiones que se presumen totalizadoras". (Margo Glantz)
Tus miradas, tus ojos abiertos al miedo y a la esperanza, tus afiladas piernas que tantas veces desenfundas, como un florete, en nuestros duelos. Los matices de las salsas, la temperatura de los alimentos, la antropología de los detalles, presencias temporales, humo de encuentros y presencia de pequeños utillajes, casi inservibles, pero perfectos en su misión casi inútil.
Totalizaciones que empobrecen, en su perfección, en aras de una síntesis falsa. El fruncir de tus cejas y de tus labios, los silencios atronadores, los momentos que no estamos juntos para estar mejor juntos. Los momentos que apenas te olvido me doy cuenta de que tu presencia es el soporte de mi estructura.
Quizás las partes del cuerpo, la parcialidad de los rostros, orejas, ojos, labios, pómulos y su veneciana palidez, piezas de un puzzle nunca resuelto, variaciones matemáticas de mis imposibilidades, de tus emociones, los escasos momentos en que todo encaja.
La unión de lo pequeño, el rastrillo de nuestras minucias, esa forma en que nada encaja, y la muerte siempre negando nuestra pequeñez e imponiendo la épica, los grandes fines, las estructuras acabadas, deshumanizadas por su imposibilidad de trocearlas, de deglutirlas, de que pasen a formar parte de nuestra carne.
A veces intento llegar a ti sin saber muy bien lo que digo o sin saber muy bien como decirlo. ¿De donde procede esta búsqueda, esta ansia por devorarte, por hacerte carne de mi carne, este canibalismo para saciar el hambre de mi soledad, el ansia de las playas de tu sonrisa.
(Evaristo Cienpozuelos)