19 marzo 2022

Elon Musk quiere ir a Marte.


(Richard Morgan)

" Y por otro lado tuve una discusión con un budista en una fiesta en Londres donde hablamos de la reencarnación. No sé si conoces la idea budista de que si estás sufriendo es porque hay un equilibrio kármico que está equilibrando las cosas que hiciste mal en un momento de tu vida anterior. Si pienso en todas las religiones principales, creo que el budismo es la que menos mierda tiene. Y le dije «espera un momento. Entonces, lo que estás diciendo es que estoy sufriendo aquí en esta vida y que la razón por la que estoy sufriendo es por cosas que hice pero no recuerdo. De hecho, la persona que hizo esas cosas no fui yo. Pero puedes decir que es la misma esencia, la misma alma. Pero no fui yo porque no tengo ningún recuerdo de eso. ¡No es justo!».

Lo que realmente se me quedó grabado fue esa idea de hasta qué punto puedes ser responsable de cosas que no recuerdas. Es un tema candente. ....supón que sabes que vas a desarrollar alzhéimer, y supón que firmas una declaración jurada que dice que en cierto punto, cuando hayas alcanzado cierto grado de la enfermedad, quieres que te lleven a Suiza y te sacrifiquen. Esto es problemático porque, por lo que sabemos, en el momento en que eso suceda, esa persona ya no eres tú. Gran parte de lo que eras se ha ido porque acaba de ser destruido por la enfermedad. ¿Se trata de la misma persona o se trata de una persona diferente?». Aún no sabemos cómo responder esa pregunta. 

La conciencia y el yo están muy relacionados con la memoria. ¿Somos nuestros recuerdos?

Sí, lo somos. Ese es el problema. Somos básicamente lo que hemos hecho y lo que recordamos, y de lo que estamos aprendiendo ahora en neurociencia parece que también estamos constantemente reeditando nuestros recuerdos. Miras hacia atrás y crees que recuerdas algo, pero resulta que a un nivel objetivo probablemente no lo recuerdas del todo bien. Es un área realmente fascinante y un poco aterradora.

Los recuerdos son ficciones creadas por nuestro cerebro.

¡Exacto! Y el problema es que empieza a parecer que la conciencia es un truco. Realmente no existimos. Somos un truco creado por nuestro yo físico para darnos continuidad.

¿Hablas del yo en términos filosóficos o neurocientíficos?

Creo que el problema que tenemos en la actualidad como cultura occidental es que no parecemos capaces de unificar nuestro pensamiento filosófico y sociológico con lo que nos dicen los datos, y esto es realmente una mala noticia. Estaba bien tener estas vagas ideas filosóficas y sociológicas cuando no teníamos ninguna alternativa. Pero ahora estamos empezando a descubrir hechos muy, muy concretos sobre cómo funcionamos y la gente de filosofía y sociología están en fase de negación. Y eso es un problema, porque si sus decisiones se basan en datos incorrectos o inexistentes y continúan ignorando los datos, se dirigen a un colapso.

Creo que ahí es donde estamos en la actualidad. Creo que la filosofía debería tener una base neurológica. Tenemos que basarlo en la ciencia neurológica porque ¿qué más hay? Si tienes una idea filosófica de cómo los humanos pueden y deben comportarse, pero no la has construido sobre la neurología de cómo funcionan realmente el cerebro humano y la conciencia, es inútil. Es peor que inútil, en realidad te arrastrará en la dirección equivocada. 

Desde la perspectiva de un creador de videojuegos, ¿Qué opinas de ideas como el Metaverso de Facebook? ¿Crees que es poco más que un tributo a Neal Stephenson o es el paso natural en nuestra sociedad?

Todo eso está al caer. No hay forma de escapar, pero realmente no creo que Zuckerberg sea el tipo adecuado. Mi preocupación por la tecnología es que parece estar en manos de un pequeño grupo de personas extrañas que a menudo están muy desconectadas de lo que yo consideraría una experiencia humana normal, y desafortunadamente tienen este colosal poder financiero y económico. Las decisiones que toman son muy a menudo malas decisiones, porque claramente no son lo suficientemente maduros ni lo suficientemente neurotípicos para entender qué es la condición humana.

Elon Musk es otro ejemplo de ello. Tiene una obsesión por el espacio y Marte. Y es como, vale, vayamos a Marte, veamos qué hay ahí. Veamos qué aporta eso en términos de ciencia útil y desarrollo. Pero ¿de qué sirve ir a vivir a Marte? Musk tiene esa visión salida de la ciencia ficción de la Edad de Oro del hombre saliendo al espacio. ¿No tendría mucho más sentido si solo enviáramos máquinas dado que nuestras telecomunicaciones son muy buenas? Puedo vernos construyendo en la Luna. Puedo vernos llegando a Marte. Pero sigo pensando que lo inteligente es que la mayor parte de eso la hagan las máquinas. ¿Por qué tenemos que ir? ¿Sabes qué? ¡Aquello es horrible! Recuerdo que Bruce Sterling dijo que Marte es un millón de veces menos acogedor que el desierto de Gobi. Y no se ve gente corriendo a colonizar el desierto del Gobi. Nadie quiere vivir ahí. Entonces, ¿por qué queremos vivir en Marte? Los tipos como Musk no parecen entender eso. No lo hacen. Les falta un punto de algo. Hay cierta falta de perspicacia.

El Metaverso de Facebook proviene de las ideas de Snow Crash, donde las personas comienzan a estar cerca de vivir más tiempo en mundos virtuales que en los físicos. ¿Cómo crees que eso podría afectarnos?

Creo que aún pasará mucho tiempo antes de que puedas elegir vivir virtualmente y dejar tu cuerpo atrás. Y nuevamente surge la pregunta, ¿Qué haces con tu cuerpo? Porque alguien tiene que limpiarlo y asegurarse de que no se atrofie y demás. Somos seres físicos. A pesar de Carbono modificado, soy muy materialista en ese sentido: no estás en tu cuerpo, eres tu cuerpo. Así que mi pregunta siempre será «está bien, entonces vas a tu espacio virtual y realmente te gusta porque puedes parecerte a Brad Pitt o Angelina Jolie. Y puedes vivir para siempre y hacer lo que quieras, pero sigues siendo una entidad física en el mundo real. ¿Quién te va a cuidar?». Está genial si eres Jeff Bezos o Zuckerberg porque tendrás tanto dinero que podrás pagar a un equipo de médicos para que se aseguren de que tu cuerpo esté bien. Pero eso no es accesible para los humanos en general, por lo que tendremos el problema del mantenimiento. Con la ciencia siempre es una cuestión de «sí, pero ¿Quién va a limpiar los lavabos?». Es un tema muy interesante, especialmente con el auge del feminismo, porque obviamente la respuesta a esa pregunta a lo largo de nuestra historia siempre han sido las mujeres. Habrá que tenerlo en cuenta.

Y a un nivel más filosófico, ¿realmente queremos eso? Somos entidades físicas, ¿realmente queremos un futuro en el que tratemos desesperadamente de negar eso? ¿No sería mejor si prestamos más atención a nuestro yo físico o buscamos mantenernos en mejor forma, comemos mejor…? La buena vida, si se puede decir que existe tal cosa, vendrá de una revisión de cómo vivimos físicamente. Todo lo virtual no parece más que un refugio. Como si no pudiera hacer frente a la "fisicalidad" del universo, así que quiero esconderme aquí porque aquí puedo inventar las reglas. A un nivel muy básico, creo que es cobardía y me preocupa cuáles podrían ser las implicaciones sociales de eso, porque será como la versión expandida del hecho de que cuando veo una noticia ahora, es tan probable que vea una titular sobre un nuevo programa de Netflix como sobre una hambruna en Etiopía. Literalmente ha llegado al punto en que el entretenimiento se ha vuelto tanto o más importante que las historias sobre lo que realmente está sucediendo en el mundo. Y esto es la siguiente iteración de pesadilla de eso, donde no nos preocuparemos por el asteroide que se acerca o lo que sea, porque estaremos demasiado ocupados disfrutando de nuevas series o programas virtuales.

Los científicos a veces saben qué hacer, pero no piensan por qué tienen que hacerlo.

 "...Siempre con ese terror a las nuevas tecnologías. Creo que esa es una vía errónea. Somos una especie tecnológica. Todo lo que nos hizo es nuestra tecnología. La tecnología somos nosotros. No podemos ignorarlo. Parece que estamos en plena negación y eso realmente me asusta porque, por lo general, así es como surgen las guerras religiosas. Creo que el cambio climático es real y será un gran problema en el futuro y solo ahora estamos empezando a entenderlo. Y parece que no tenemos la voluntad política para abordar muchas de las desigualdades que tenemos en este momento. 

".. pero creo que el problema con el capitalismo tardío es que, habiendo satisfecho las necesidades básicas, ahora satisface nuestros caprichos y nos enseña a que no debemos sentirnos mal. ¿Tienes hambre? Come esto. ¿Están tus hijos aburridos? Déjales ver eso otro. Siempre hay una solución para tu malestar, y no nos damos cuenta de que una gran parte de la condición humana se basa en ese malestar. Si eliminas eso, tendrás una especie de humano desapegado, alguien que realmente no comprende cuál es su condición. 

Uno de mis fragmentos favoritos de cualquier novela que haya leído nunca no es de una obra de ciencia ficción, sino de una novela policíaca de Lawrence Block. Es un escritor de Nueva York que escribió una serie de novelas sobre Mathew Scudder, un policía alcohólico rehabilitado que vive en Nueva York. En la mayoría de los libros, el tipo va a las reuniones de Alcohólicos Anónimos, y hay una parte brillante en la que va a una reunión y una mujer está teniendo su pequeña charla con el círculo. Y ella dice «pasaron treinta y siete años de mi vida hasta que entendí que no hay ninguna ley que diga que debo sentirme bien en todo momento. Cada vez que me sentía incómoda, echaba un trago. Hasta que entendí que la incomodidad no me mataría y que tenía que afrontar mi malestar y lidiar con él». Recuerdo leerlo hace unos años y pensar que era casi la imagen perfecta de lo que estaba pasando en aquel momento. Hemos perdido la disposición para soportar el malestar y de sentirnos incómodos al comprender que, en realidad, nunca hay buenas opciones entre las que elegir. Hay que elegir lo menos malo.

Una de las razones por las que el Partido Laborista perdió las últimas elecciones en Reino Unido fue porque nadie tenía fe en Jeremy Corbyn como líder, o al menos nadie que tuviera más de quince años, ya que era literalmente incapaz de afrontar cosas malas. Cuando surgió la cuestión de que hay un desempleo perenne en áreas que solían tener comunidades mineras, habló de reabrir minas de carbón. «Tío, hemos dejado claro que las minas de carbón son una muy mala idea». «Oh, pero esta gente no tiene trabajo. Quizás deberíamos considerar la posibilidad de extraer el agua de las minas». ¡No! Con los submarinos nucleares estaba la cuestión de si Gran Bretaña renovaba su fuerza disuasiva. Él es antinuclear, pero dijo que hay muchos trabajos para la construcción naval y dijo con toda honestidad que quizás podríamos construir los submarinos pero no ponerles misiles nucleares. Si te conviertes en primer ministro de este país, todos los días te enfrentarás a situaciones en las que no hay una buena opción, donde la elección es la opción menos mala, y tendrás que comprometerte y tendrás que hacer cosas que realmente preferirías no hacer, y eso es porque así funciona la política. Y, lamentablemente, tenía muchos seguidores, especialmente entre los jóvenes. Era el partido enrollado, el de estamos a favor de las cosas buenas y estamos en contra de las cosas malas.

Creo que estamos en un problema de extrema inmadurez y alguien tiene que ocupar el asiento del conductor. Tenemos que tomar el control y volver a las verdades físicas sobre quiénes somos. Pero antes de que las personas que tienen el conocimiento para hacer esas cosas puedan hacerlo, se necesita una voluntad general de cambio entre la población. Tienes que elegirlos. Necesitas nombrarlos. Tienes que pagarles impuestos. Eso los financiará. Estas cosas tienen que suceder y para que eso suceda, el mundo occidental tiene que despertar. Hay que acabar con esta visión teñida de rosa de cómo deberían ser las cosas. Pero no tengo esperanzas al respecto.

«El noir es lo opuesto a Disney», dijo alguien del público cuando estabas tratando de definir ese término en una conferencia.

Ali Karim, sí. Lo clavó. Nunca lo escuché mejor expresado. El noir comprende que las cosas no irán bien al final. En el mejor de los casos, puedes sobrevivir y quizás hacer un poquito de bien. La forma en que suelo decirlo es que puedes salir con vida y quizás sacar a alguien de los escombros sobre tu hombro, pero eso es todo. Más allá de eso, lo que puedes lograr como individuo es extremadamente limitado. El noir lo entiende así, pero Disney trata desesperadamente de negarlo. 
Es una narrativa que se adapta mucho a los regímenes autocráticos. Si puedes evitar que la gente piense es muy fácil controlarlos. 
Los buenos futuros imaginados tienen textura y vas a tener un poco de esto, un poco de aquello, y nunca será solo una cosa u otra. Casi todos estuvimos de acuerdo en ese punto. Pero el moderador siguió presionando con ese tema. «Oh, sí, pero sabéis que debemos tener una nueva visión. Tenemos que movernos hacia una nueva forma de ver las cosas». Y yo dije, «no, acabamos de explicarte por qué no puedes hacer eso, nunca será tan simple». Pero se continúa impulsando esa narrativa y creo que es un problema que se origina en la sociedad. Lo económico te da la sensación de que tus caprichos y deseos son importantes. Refuerza esa subjetividad, ese centro de casi solipsismo. Lo que importa soy yo. Y luego las redes sociales simplemente lo potencian, es una máquina para reforzar ese ciclo que termina con estas personas increíblemente ensimismadas. Da miedo.


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