11 febrero 2019

Por un sofa silencioso sin pantallas



Esto del camino hacia la nada es, en realidad, una postura nihilista de andar por casa, que es el verdadero nihilismo, ya que la actitud nihilista tomada en serio es una actitud épica, algo contradictorio.

Dada mi tendencia a la indecisión he pensado que el camino hacia la nada es llegar a un punto en el que no tenga que tomar decisiones, sobre nada, sobre absolutamente nada, ni siquiera tenga que tomar la decisión de no tomar decisiones. (esto se va liando)

Me gustaría que fuera algún tiempo antes de morir, no inmediatamente, para disfrutar de la paz, no la paz de los cementerios sino la de los sofás silenciosos.

Ahora todos los sofás van con pantalla o sea que hay una pantalla delante por la que desfila el mundo, ese mundo irreal del que nos quieren convencer constantemente de su autenticidad supongo que para vendernos algún producto u objetivo en la vida o cualquier gadget con el que ocupar nuestro tiempo inútil en el agujero negro en el que vivimos.

Por eso propugno la paz del sofá sin pantalla, sin vecinos ruidosos, sin libros para leer y cultivarse, prohibir los libros que pertenezcan a una saga y que tengan mas de cincuenta paginas.

Por ultimo, antes de morir, me gustaría repetir en publico algunas frases, sin venir a cuento, para llegar al ostracismo social verdadero, ese que provoca que cuando tus amigos o conocidos te vean venir, te sonrían y se cambien de acera.

Frases como:

"El problema no es si hay otra vida después de la muerte, sino antes, con los sueldos que pagan"

"Lo bonito de los niños es el proceso de fabricación"

Después de releer lo anterior creo haber conseguido mi objetivo... no estoy en camino.... ya he llegado a la nada.
(Evaristo Cienpozuelos)


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