01 junio 2020

El publico no debe darse cuenta que un autor escribe bien

Korovin: Rue de Montmartre

Probablemente el mirar dentro de uno mismo sea una curiosidad malsana.
- Buenos días
- Buenos días

- Hace un tiempo esplendido
- Si, pero podría ser mejor

- ¿Que quiere decir con mejor?
- Un clima mas adecuado

- ¿Que quiere decir con mas adecuado?
- Mas acorde con mi aversión al calor

- Pero el tiempo es lo que es, calor o frío según venga
- Disculpe pero con Vd. es difícil hablar

- Vd. no habla,  solo responde en el orden adecuado

Nadie habla. Todos mienten, o solo responden en el orden adecuado. La verdad, la convicción solo llega en soledad. 

Estoy contento de no necesitar consolarme a mi mismo, no necesitar que "me animen" pues la soledad, tan cotidiana,  ya la venden actualmente en Ikea.

"Sólo eso: llueve y estoy mirando la lluvia. Qué simplicidad. Nunca creí que el mundo y yo llegáramos a este punto de acuerdo. La lluvia cae no porque me necesite, y yo la miro no porque necesite de ella. Pero nosotras estamos tan juntas como el agua de lluvia está ligada a la lluvia. Y no estoy agradeciendo nada. Si, después de nacer, no hubiera tomado involuntaria y forzadamente el camino que tomé, yo habría sido siempre lo que realmente estoy siendo: una campesina que está en un campo donde llueve. Sin siquiera dar las gracias a Dios o a la naturaleza. La lluvia tampoco da las gracias. No hay nada que agradecer por haberse transformado en otra. Soy una mujer, soy una persona, soy una atención, soy un cuerpo mirando por la ventana. Del mismo modo, la lluvia no está agradecida por no ser una piedra. Ella es la lluvia. Tal vez sea eso lo que se podría llamar estar vivo. No es más que esto, sólo esto: vivo. Y sólo vivo de una alegría mansa." (Clarice Lispector)

Vivimos en otro país, somos emigrantes de emociones, ya no me reconozco en nada del Viejo Mundo, aunque añoro la ilusión de familia y cierto orden. La única familia posible es aquella en que nadie se da cuenta de que todo esta bien. 

Como dice Tallon: " Algunos días -no muchos, para no abusar- conviene que el autor no sepa del todo qué está haciendo mientras lo hace. Digamos que es la clase de ignorancia que uno se puede permitir en septiembre, cuando todos parecemos traumatizados por alguna clase de estupidez típica del verano. No deja de ser conveniente que los comienzos despierten dudas, y que la gente crea que estás acabado; que ya nunca escribirás como en el pasado; que ya diste lo mejor de ti mismo, y que probablemente, un día de estos, simplemente aparecerás flotando boca abajo en tu piscina, muertísimo, como colofón a una bella y breve carrera. Tal vez en la siguiente columna, con suerte, aún puedas resucitar. La muerte siempre infunde ese tipo de esperanzas, la de que, en el fondo, solo estás haciéndote el muerto. Existen profesiones en las que te es dada una segunda oportunidad.
La historia está llena de carreras que empezaron bien, que prometían, y que no resistieron la atracción precisamente del abismo, al que ni siquiera esperaron a caer despacio, como una pluma muerta, y se arrojaron de cabeza, por propia voluntad. Es muy peligroso hacerlo bien desde el principio. Si puedes, disimula, aunque no tanto que lo hagas mal. Julio Camba sostenía que el público no debe darse cuenta nunca de que un autor escribe bien. Su estilo sería tan bueno, que se ocultaría, mientras el lector no pararía de preguntarse por qué demonios sigue leyendo a su columnista favorito, si no parece que escriba bien". (Juan Tallón)



No hay comentarios: