23 febrero 2025

Yo soy solo. Me quede huerfano de mi niñez

(Alejandro Palomas)

  Dejé de ser niño a los ocho años. Me quedé huérfano de mi niñez. Yo soy solo.

¿Es solo o está solo?
Soy solo. Ser solo significa que te puedes mirar alrededor, 360 grados, y nadie ocupa ese espacio. Te piensas solo. Siempre me sentí solo, desde muy pequeñito. Siempre me vi lejos de todo y funcionando aparte. Incluso cuando tuve parejas, nunca me fusioné. Hubo confusión, pero no fusión.

¿Entonces, para usted no existe el “nosotros”?
Como yo y otra persona, no. Mi nosotros es el bien común, la comunidad. Tengo varias, pero no se tocan, porque no las sé manejar. Están mis hermanas, que es mi comunidad familiar. Mi comunidad lectora. Y luego la mayor, que es la que me habita en la cabeza.

¿Como en el cómic "13 Rue del Percebe"
Multiplicado por 300. Mi imaginación es un rascacielos con todos los apartamentos llenos. Y los vecinos suben, bajan, a cada uno le pasa algo, y estoy al tanto de todo. Mi mente pasa más tiempo ahí arriba que aquí.

 "Hay dos momentos terribles en la vida de una familia y que saca lo peor de cada uno: cuando toca cuidar y cuando toca heredar. Ahí sale la personalidad de cada uno y, o se produce la estampida y no se hablan más los hermanos o es cuando lo son para toda la vida. Se reconstruyen las familias y los mapas, a nosotros, aunque fue un proceso rápido, nos unió como una piña."

 Yo es que engaño mucho. Todo el rato. Yo soy dos.

¿Pues no decía que era solo?
Claro, pero por eso puedo ser solo, porque tengo a otro con el que estoy todo el rato. Tengo una parte que no quiere estar aquí, que se moriría ahora mismo, delante de todos, que dice qué hago aquí, estoy aburrido. Lo cambiaría todo, este mundo, no entiendo cómo es todo tan feo.

Esto va por momentos y yo vivo la vida a través de desafíos. Me pongo retos porque si no, no tengo nada que hacer aquí, sinceramente: ya hice.

Entonces, ¿por qué escribe, ese es el reto?
"Escribo porque tengo que comer. Hubo una época en que decía que escribía para que me quisieran. Afortunadamente, ya no. Ya no necesito que me quieran y, entonces, desafortunadamente, el exterior me importa poco. Esto que voy a decir suena terrible. Pero creo que escribo para no acabar con mi vida todavía. Ya no hay nadie que me espere."

"Lo que más me gusta del mundo es el silencio. Estar en mi casa, en la montaña, en una piedra en medio del monte, que es como el muro de las lamentaciones. Estirarme, dormir, pensar. Sin ruidos humanos, solo pájaros, jabalíes.."

¿Y los otros? ¿El prójimo?
Me genera curiosidad, pero no sé vincularme, ese es mi problema, que no sé vincularme y ya no voy a saber nunca. No tengo tiempo. Ya sé que no puedo. No sé cómo hacerlo, no me siento yo. No soy asocial, no tengo timidez ninguna, yo llego a un sitio y soy el rey de la fiesta, el más simpático y divertido, pero no me siento vinculado, es como que soy un personaje que hace eso. Como si me viera desde arriba. Al todos esos personajes los controlo muy bien. Por eso me aburro.

Dice que, para usted, acabaron los vínculos. ¿Y el sexo?
El sexo para mí no existe, porque el sexo tiene que ser placentero y para mí nunca lo fue. Entonces, ¿para qué lo voy a intentar? Yo, antes, sufría, pensando que era un anormal, un mermado total, pero luego, al terminar con mi última pareja, me dije: yo esto lo vivo mal, pero no solo el sexo, también el emparejamiento, no entiendo ese “nos” de la pareja. Y desde entonces he descubierto que puedo vivir sin sexo, no tiene tanta importancia. Ni siquiera pienso en ello. Y para mí es una liberación.

¿Cuántas veces le han llamado egoísta?
No mucho, porque siempre he sido muy conciliador. Siempre poniéndome en la piel del otro. Incluso en el sexo. Que el otro estuviera bien, que no se diera cuenta de que yo no estaba ahí. He mentido mucho. Por eso es una liberación el no tener que mentir. Como mi madre, cuando se deshizo de mi padre. Hay un mundo en el que no hay que mentir, pero para eso tengo que estar solo. Soy muy tranquilo, muy preclaro, y la gente no quiere eso. La gente quiere ser mirada, pero no vista.


 "Los periodistas jóvenes me preguntan de qué va mi libro, sin habérselo leído, porque están aburridos. Y yo lo entiendo, porque hoy tienen mi entrevista y luego otra y estamos metidos en un túnel de lavado, entonces, se trata de coordinarnos un poco para que salga algo interesante, porque yo también me aburro, y aquí estoy, promocionando mi libro.

He leído que tiene altas capacidades. ¿Eso explica algunas cosas?
Todo. Lo descubrí cuando mi madre se divorció, en unos papeles en la mudanza. Eso me lo explicó todo. Mi incapacidad. Esta cabeza. Es horrible. Cuando dices que eres superdotado parece que estás fardando, ya quisiera yo que no fuera así. Yo puedo escribir una novela por la mañana y otra por la tarde, y entonces te dicen: pues serán una mierda, pero resulta que no lo serán tanto, porque llevo años viviendo muy bien de ellas. Es muy raro, porque fuera va todo muy lento, y dentro, muy rápido. Ser superdotado e hipersensible es una putada. Ahora, también te digo que, si los superdotados y los hipersensibles mandaran, el mundo sería distinto.



12 febrero 2025

El miedo y la falta de agenda aspiracional

(El grito. Edward Munch)

La política actual está centrada en el miedo. Era algo patente en la primera legislatura de Trump; con un discurso donde predominaban los miedos conspirativos. Y el discurso demócrata giraba en torno al miedo a Trump, al cambio climático… Ningún partido era capaz de ofrecer algún valor social o una agenda aspiracional. El debate consistía en deslegitimar los miedos de los demás y priorizar los propios.

A lo largo de la historia, y originalmente, el miedo ha sido un mecanismo para proteger los valores liberales, pero con el tiempo ha terminado opacando esos mismos valores que intentaba preservar. Hoy hay más miedos que valores. Y, más que interesado en el miedo, lo que me intriga es cómo vamos a salir de esta situación. Es muy difícil dar con algún movimiento progresista en el sentido de que mire hacia el futuro en lugar de priorizar cómo protegerse. El miedo está vinculado a valores liberales muy apreciados, como la libertad. La gente prefiere ceder su libertad a otra persona para que tome las decisiones. La libertad da miedo.

El miedo también da claridad. Nos recuerda que si no solucionamos algo que hay que solucionar, se va a convertir en un problema. Permite ver el mundo desde una perspectiva distinta y hay algunas experiencias que asustan, como la enfermedad, que ayudan a que prioricemos lo que de verdad importa. Lo que ocurre es que cuando la experiencia pasa, con frecuencia olvidamos lo que hemos aprendido. Por eso valoro tanto el arte y el cine: nos ayudan a recordarlas.

P. ¿Cree que vivimos en una época en la que el miedo se debe a problemas de salud mental más que a amenazas externas reales?

Depende de donde se viva y cómo. Pero en EE UU, y generalizando, creo que probablemente la causa sea mental. Si nos atenemos a estándares históricos, al nivel adquisitivo y la esperanza de vida, podríamos decir que estamos en el mejor momento de la historia. Pero no es así como se siente la gente: tiene miedo y repercute en un mundo más virtual, en la caída de la socialización y la apertura, en el aumento de suicidios.

Robert Peckham

02 enero 2025

El Voluntarismo Mágico



Desde hace algún tiempo, una de las tácticas más exitosas de la clase dominante ha sido la responsabilización. Hacer creer a cada miembro individual de la clase subordinada que su pobreza, falta de oportunidades o desempleo es culpa suya y sólo suya. Los individuos se culparán a sí mismos más que a las estructuras sociales, que en cualquier caso se les ha inducido a creer que en realidad no existen (son solo excusas, invocadas por los débiles).

 Lo que Smail llama ‘voluntarismo mágico’, la creencia de que depende de cada cual llegar a ser lo que uno quiera, es la ideología dominante y la religión no oficial de la sociedad capitalista contemporánea, promovida por los ‘expertos’ de los reality shows y gurús de los negocios, tanto como por los políticos. El voluntarismo mágico es tanto un efecto como una causa del nivel actual históricamente bajo de conciencia de clase. Es la otra cara de la depresión, cuya convicción subyacente es que todos somos los únicos responsables de nuestra propia miseria y que, en consecuencia, la merecemos. 

Una doble carga particularmente cruel se impone ahora a los desempleados de larga duración en el Reino Unido: una población a la que durante toda su vida se le ha dicho que no sirve para nada, recibe simultáneamente el mensaje de que puede hacer lo que quiera. (Mark Fisher: Good for nothing)

El término voluntarismo mágico fue acuñado por David Smail, un psicólogo clínico británico que utilizó el materialismo cultural para explicar la angustia psicológica.

«Los llamados trastornos psiquiátricos […] son la creación del mundo social en el que vivimos, y ese mundo es estructurado por el poder». Smail describe como el voluntarismo mágico es «la doctrina de autoayuda que propone que los individuos pueden convertirse en dueños de su propio destino» y cómo «con la ayuda experta de tu terapeuta o consejero, tú puedes cambiar el mundo del que eres en última instancia responsable, de manera que ya no te cause angustia». 

Es una forma de privatización del sufrimiento que apantalla las cuestiones sociales, culturales y políticas que afectan negativamente la vida de las personas. En lugar de intentar cambiar el mundo, tal vez mediante la acción colectiva, se fuerza a las personas a que se cambien (se transformen, esa palabra) a sí mismas. Si no lo consiguen (y la depresión persiste!) es su responsabilidad.
(David Smail )