10 octubre 2024

Sueñan los ancianos con Japón?













Varón 75 años, raza caucásica, esto lo he aprendido en las series forenses de la tele. Vivo solo en la España vaciada (antes decían “en el pueblo”). A mí esto de vaciada me suena a operación de mujeres, pero bueno no puedo hablar mucho de modernidades, ya que como dice mi amigo Higinio, el único amigo que tengo, pertenecemos a un sub-mundo, el último de la escala, con un pie en el hoyo y otro en la Asistencia Social.

No vivo muy mal, es la verdad. Algo solo, pero a ratos se agradece. Cuando me pesa la soledad pongo la radio y al cabo de un rato, tras oír varias veces, los repiten mucho, los anuncios de la ONCE, Securitas Direct y Legalitas, la apago y me vuelvo a sentir contento de permanecer solo.

Durante unos días no abandono mi casa por miedo a que me la ocupen, estos de Securitas Direct dan miedo y poco a poco vuelvo a la normalidad.

Cada quince días la Asistente Social me hace una visita para ver como estoy. Me han puesto en la lista de “varones, que viven solos”, o sea según sus parámetros un inútil total, no sabe ni hacerse un huevo frito, no salgo de la zona baja. Es una chica joven con esa simpatía natural de la edad y forzada, a veces, por su profesión, cuando quiere animarme, aunque en el fondo piensa que ya no “pinto” nada aquí, que no tengo “calidad de vida” (le preguntare a Higinio que significa esto) y no ve salida a mi situación…… más que la muerte, claro, la innombrable.

Un día espontáneamente, supongo que más angustiada que de costumbre, comenzó a hablar de otros temas, “poner la España vaciada en el mapa”, “Teruel existe”, Soria no sé qué…… esto no se a que venía a cuento…… pero no me importaría irme a Soria, tiene mucho bosque y fama de bonita…… “Digitalización” …… esto inicialmente me asusto, no tengo muy bien la próstata, me levanto por la noche varias veces a orinar y la última revisión del urólogo me resultó algo molesta…………… No pregunté, pero parece que no se refería a eso………Internet, banda ancha…. Lo fui apuntando mentalmente. Pobre Higinio…. tiene faena.

Dos veces por semana viene una señora, mujer, no sé cómo llamarla y me ayuda con la casa. De origen rumano, Higinio me dijo que era muy pizpireta (Se lo tengo que preguntar), es simpática, me trata de una manera muy maternal con frases cariñosas como: ¡por que no se va a dar una vuelta!, ¡no tiene que dejar la ropa en el suelo! ....... y me deja la casa apañada para unos días, consiguiendo que la suciedad no se me apodere.

No se me ocurre mucho más que contar. Mi vida es así de simple, "slow life" que dice Higinio, mira que tiene cultura este hombre, claro toda la vida de montador por esos mundos de Dios.

En realidad, vivo en el pasado, supongo que porque el presente y el futuro no son muy prometedores. Nunca he estado casado, no tengo hijos, tuve dos novias y dos noviazgos diferentes, uno largo y otro corto.

Mi primera novia se llamaba Palmira, una mujer bien formada, recia, de “hueso ancho”, sólida. Demasiado sólida para mi gusto, aunque eso no lo vi inicialmente.

Una mujer “de palabra”, nada coqueta y nada derrochadora. La perfecta pareja para un matrimonio aburrido y estable. Nunca la entendí ni supe lo que quería de mí, supongo que un varón para tener hijos y cierta estabilidad, pero no lo aseguraría……

Tenía pocas ideas, pero las defendía con una seguridad aplastante, y yo que nunca he tenido mucho empuje, sufrí una cierta colonización y al poco tiempo repetía sus frases como argumento.

Para ella “el cuerpo” era un instrumento a utilizar, no buscaba el placer ni el disfrute, si se hacía se hacía, como un objetivo más y como Dios manda. Si empezábamos había que acabar, nada de hacer cosas a medias. 

Una relación estable, sin casi ilusión ya que no podía suceder nada imprevisible y con el matrimonio como finalidad. Ella me abandono  por Jesus, "Chechu" para los amigos, un tío “lanzao”, un “emprendedor”, que se diría ahora. De esas personas que te convencen, pero al final no sabes de que. Optimista, activo, conocía a todo el mundo. Palmira quedo deslumbrada, creo que nunca había conocido a nadie así. Poco tiempo después me dejo, todo muy oficial, sin muchos reproches, “quería otra vida”, “el pueblo se le hacía pequeño”, “Carpe Diem” (otra para Higinio). Se fue a vivir a Zaragoza."Chechu" llego a concejal, no sé de qué partido, pero creo que a él le daba igual. Un día me la encontré en la calle e hizo como que no me reconocía, supongo que se avergonzaría de su pasado y de mi aspecto, la verdad es que aquel día no iba “mudao”.

La ruptura apenas me afecto, más bien supuso una liberación. Volví a mi soledad y únicamente algún rato echaba de menos las discusiones.

Seguí con mi vida, por cierto, tenía ganado, ovejas, propietario, aunque también ejercía de pastor. Tras la jubilación he engordado muchísimo, como lo mismo y apenas ando, aunque eso es otra historia.

Tres años después conocí a Violeta, mucho más joven que yo, forastera, venia de Madrid buscando “la Naturaleza”, “El aire puro”, “el buen salvaje” no maleado por la industrialización.

La conocí en el bar que ella regentaba. El ayuntamiento lo había sacado a subasta con casa incluida y se lo habían dado a ella. Era menuda, frágil, sutil, totalmente opuesta a Palmira. Tenía una risa fácil y decía “Si”, con signo de interrogación, poniendo los labios de una manera imposible……. Creo que es la única vez que he estado enamorado……No sé qué le gusto de mí, probablemente mi indecisión que ella tomo por tolerancia, mis silencios cuando no sabía que decir, que ella confundía con saber escuchar, mi escasa urgencia sexual que ella valoraba como respeto por sus deseos.

El engaño sin saberlo estaba en marcha, como siempre en el amor buscamos en el otro algo que no sabemos que es pero que aparentemente tiene. Por eso la única posibilidad del amor es la mentira, mantener la ficción, la realidad estabiliza la amistad, no el amor. Esto es muy filosófico, se lo contare a Higinio.

No duro mucho, apenas un año, un año maravilloso. Su risa, su sutileza, su mirada repentinamente quieta y profunda como si hubiera comprendido algo que nos iba a cambiar la vida………….

Hasta que apareció “Chema”, otro forastero de la ciudad, anarquista, se había leído a Bakunin completo y podía estar varias horas hablando, aunque cuando cenábamos juntos nunca recogía los platos. Iba en bicicleta, vegetariano, el pelo largo, alto, irresistible.

Nadie me dijo nada, un día fui al bar. ¡Violeta está arriba!, se oía jadear desde la escalera. No nos dimos explicaciones, poco tiempo después desapareció. Nunca he vuelto a saber nada. Aun siento cierto resentimiento, ¡Hay que ser noble, de buen talante, saber perdonar, ¡mierda…….

Llaman a la puerta, no sé quién será. Hoy no toca ni Asistente Social ni señora de la limpieza. Sera Higinio?

- ¡Hombre Higinio, que tal?

- Como siempre, bastante harto, pero aun no me quiero morir.

Higinio es así, un optimista empedernido pero que se ve obligado a disimular. Aún confía en que su vida mejore o le sucedan cosas agradables………la esperanza es la mayor trampa que existe…… prolonga la agonía.

- ¿Qué se cuenta por el pueblo?

- Nada especial, se ha muerto Vicente, de tu quinta, aunque llevaba ya unos años fastidiado

- ¿No ha venido nadie nuevo?

- Han vuelto a contratar el bar a una familia. Matrimonio y cinco hijos, a ver si no cierra la escuela….

Durante unos segundos recordé a Violeta y las tardes en el bar, tranquilos, hablando a ratos cuando el trabajo lo permitía y mirándonos, como compartiendo algo que era nuestro, solo nuestro………. Malditos anarquistas….

Higinio sigue hablando, pero hace rato que no le escucho, parece que habla de ir a una Residencia, que allí estará mejor, al menos tendrá más compañía, …

Pienso en el olor a sopa de sobre cuando íbamos a visitar a su tía, la de la herencia, el perfume barato para borrar el olor a muerte………. el bingo tras la comida, la sonrisa eterna cuando te hablan, como si fueras tonto, y sobre todo la terapia ocupacional…… la vaca…. reconocer a la vaca…… como parámetro de no tener un Alzheimer………

Lo pienso, no se lo digo……. no tengo nada que ofrecerle para amortiguar su esperanza…….

Pienso en Violeta, en esos días de vino y rosas (el otro día vi la peli, un poco amarga) ……. Quiero seguir en mi torre de cristal y en casa, que para eso he cotizado 40 años…….



09 octubre 2024

La soledad y el tiempo conjetural de las promesas.


(Edward Hopper: Autómata)

En una estancia en Buenos Aires, se vio a sí mismo vagabundeando por calles desconocidas a la espera de una vida social prometida que nunca llegó. “Ahí conocí una nueva forma de soledad”, escribe, “la que solo puede florecer en los limbos, en las salas de espera, en los períodos de cuarentena. La soledad que se asienta en el tiempo conjetural de las promesas”. (Juan Gomez Barcena)

Esa “inquietante combinación de aislamiento y exposición”. En La ciudad solitaria,  Laing resume la soledad urbana como “la incertidumbre de que nos vean: de que nos miren de pasada, quizá, pero también de que no nos vean, de que nos ignoren, de ser invisibles, de que nos desprecien, de que no nos deseen”. 

La ciudad proporcionó libertad al individuo, que mezclado entre la muchedumbre podía dejar atrás las constricciones sociales, pero olvidó la comunidad por el camino. Exactamente al revés que todas las generaciones previas, nuestro estado por defecto es la soledad y cualquier forma de compañía se percibe como una victoria individual. “Hay una presión sobre la felicidad del individuo en las ciudades desarrolladas” “Es probable que ante una pequeña frustración en el logro de esas metas nos sintamos profundamente decepcionados y solos; en la ciudad hay mayor libertad, pero si no se emplea bien uno acaba aislado en medio de la masa” 
(Juan Gomez Barcena)

Le pido pronósticos a Gómez Bárcena y me dice que estamos en un “momento bisagra”: la gente es cada vez más pesimista con estructuras tan decimonónicas como la familia o el amor romántico y ganan importancia la amistad y las utopías comunitarias. Mientras eso sólo tiene lugar en las conversaciones de las élites culturales, cada vez más gente fía la búsqueda de la pareja a los algoritmos. Una pareja matemáticamente compatible, como la promesa de libertad, planta un ideal que cualquier desajuste o incomodidad se hace intolerable. El deseo imposible de un otro diseñado para comprendernos perfectamente produce un nuevo tipo de soledad.

12 junio 2024

La añoranza de un orden que nunca existió



Medio continente anhela lo mismo que las monjas. Regresar a una Europa y a un país de fantasía, pero que puedan comprender; donde reine el orden y todos tengamos el mismo color, la misma lengua, la misma fe, los mismos valores, la misma educación y se acabe de una vez este sindiós de géneros y sexos; donde venga la gente que tenga que venir, pero a servir y a trabajar como es debido, donde todos nos juntemos a comer paella, cocido o tortilla, nos gusten los toros, seamos de la selección, hablemos castellano, vayamos a las procesiones en Semana Santa y pongamos el nacimiento en Navidad; donde si algo no nos gusta se pueda prohibir, expulsar, desterrar y, si fuese menester, quemar; como se ha hecho siempre, sin tanta burocracia comunitaria y tanta mandanga.

Las monjas de Belorado nos representan mucho más de lo que pensamos y nos gusta admitir. Y eso sin hablar de sus trufas.

15 noviembre 2023

La gente necesita que se le mienta

Laszlo Krasznahorkai


Criado en una familia burguesa judía, su aproximación a la literatura llegó tras varios años de vagabundeo por Hungría, en los que buscaba la compañía de aquellos que vivían en los márgenes —”quería estar entre los más pobres porque pensaba que ellos eran quienes vivían la realidad”—. Rechazaba entonces la idea de convertirse en algo, de construirse un futuro en el régimen comunista donde nació y creció. “En esas dictaduras uno pensaba que el mundo era así y así sería mañana, y pasado mañana, el tiempo no tenía importancia”,

"Los canallas saben perfectamente cómo manipular. La gente no necesita profetas, sino falsos profetas. Por un lado, están quienes, en muchos casos, vienen de ese mismo medio y se convierten en gente poderosa y rica. Por otro, está ese pueblo siempre oprimido en todos los regímenes, que se resiste a admitir la verdad. La rebelión de esas capas sociales se volvió anárquica por la impotencia, así que solo buscan la destrucción de lo que había antes. La gente necesita que se le mienta."

"No hay que renunciar a tener ego o vanidad, sino llegar a pensar que eso no tiene ninguna importancia porque uno mismo no la tiene."

(Laszlo Krashanorkai)



05 octubre 2023

El sexo biológico no responde a una eleccion

(Elisabeth Roudinesco)
Vivimos en una época de extremismos, en la que la búsqueda de las identidades ha ocupado el lugar de las rebeliones de antaño, que eran más sociales y emancipadoras. La locura identitaria es el repliegue total en una sola identidad, un repliegue en vez de una libertad.

P. ¿Por qué el repliegue?

R. En todas las reivindicaciones identitarias que yo critico está la idea de rechazar la biología. Si decimos que, desde el nacimiento, estamos asignados a una identidad de género que rechazamos, significa que negamos la existencia de la diferencia anatómico-biológica de los sexos. Uno no es esclavo cuando nace en un sexo u otro. Durante siglos se redujo al ser humano a su naturaleza biológica y ahora se le quiere encerrar en su construcción social. No. El ser humano es a la vez un sujeto biológico, un sujeto social, un sujeto psíquico.

20 junio 2023

El cielo vacio: La soledad y la falsa ironia

(Marjan Bouwmeester)


"Mientras la ironía de St. Aubyn es oportuna, habitualmente se utiliza para huir de una situación. «Busque la profundidad de las cosas: hasta allí nunca logra descender la ironía», señaló el poeta Rilke. Reconozco esta práctica en mí misma: si no me apetece que un comentario o incidente me afecte de verdad, burlarse de él es la vía fácil. Este tipo de ironía puede convertirse rápidamente en soberbia, como si estuvieras atrincherado en tu mente. «¡Aquí no me harán daño!».

"La falsa ironía constituye un riesgo profesional para los filósofos. Están entrenados para distanciarse, e intentan inspeccionar un panorama global sobre el que actúan fuerzas poderosas y en el que los roles individuales acaban por parecer insignificantes. De ahí su tendencia a situarse al margen de la historia. Relativizar la importancia de tu propia vida tiene su encanto, siempre y cuando no se convierta en una estrategia para permanecer lejos de la línea de combate."

19 junio 2023

Natalia Ginzburg y el feminismo



No amo el feminismo como actitud del espíritu. Las palabras “Proletarios de todo el mundo uníos” las encuentro clarísimas; las palabras “Mujeres de todo el mundo uníos” me suenan falsas.

Creo que todas las luchas sociales deben ser combatidas por hombres y mujeres juntos. Las revoluciones y las batallas que tienen como finalidad la mejora de la condición humana generalmente nacen de una idea del mundo en el que hombres y mujeres están mezclados. Para concebir un hijo, se necesita un hombre y una mujer. Este hecho, sabido e indiscutible, testimonia que ni la mujer ni el hombre se bastan por sí solos.

En el feminismo, la condición femenina se concibe como una clase social. Habiendo sido las mujeres humilladas y usadas durante siglos, ha nacido en ellas una conciencia de clase. El feminismo actual ve a las mujeres como un ejército en marcha hacia la propia liberación. Las mujeres, sin embargo, no son una clase social, la conciencia de clase no es suficiente para crear una clase social inexistente. Una clase social es una comunidad de personas que tienen las mismas necesidades, los mismos problemas y proyectos, que sufren las mismas privaciones. Pero entre la vida de las mujeres en estado de esclavitud y la de las mujeres pertenecientes a sociedades privilegiadas no existe la más remota analogía.

Es cierto que las mujeres han sido usadas y humilladas durante siglos. Esto es, en la historia de las relaciones entre hombre y mujer, uno de los muchos aspectos desde los cuales se puede observar la condición femenina. Pero no es el único desde el que observarla. Es erróneo pensar que las humillaciones sufridas por las mujeres son la única esencia de las relaciones entre hombre y mujer. Es una visión del mundo tosca, pobre, reductiva y limitada. Es una visión del mundo que, en definitiva, no refleja la realidad. El mundo es complicado y multiforme, y complicadísimas, dramáticas y multiformes fueron y son hoy en día las relaciones entre hombre y mujer. El sentimiento esencial expresado por el feminismo es el antagonismo entre hombre y mujer.

El feminismo justifica este antagonismo con las humillaciones sufridas por las mujeres. Las humillaciones dan origen a un deseo de revancha y de reivindicación. El feminismo nace, pues, de un complejo de inferioridad que se remonta a siglos atrás. Pero sobre los complejos de inferioridad no puede construirse una visión del mundo. El pensamiento es claro cuando los ha conocido y se aleja de ellos. Sobre los complejos de inferioridad no puede construirse nada sólido. Sería como querer construir una casa con materiales de baja calidad.

En una visión justa del mundo, el amor y el odio, lo falso y lo verdadero ocupan el lugar central. En el feminismo el lugar central no lo ocupan el amor y el odio, lo falso y lo verdadero, sino las revanchas, las reivindicaciones, la humillación y el orgullo.