Varón 75 años, raza caucásica, esto lo he aprendido en las series forenses de la tele. Vivo solo en la España vaciada (antes decían “en el pueblo”). A mí esto de vaciada me suena a operación de mujeres, pero bueno no puedo hablar mucho de modernidades, ya que como dice mi amigo Higinio, el único amigo que tengo, pertenecemos a un sub-mundo, el último de la escala, con un pie en el hoyo y otro en la Asistencia Social.
No vivo muy mal, es la verdad. Algo solo, pero a ratos se agradece. Cuando me pesa la soledad pongo la radio y al cabo de un rato, tras oír varias veces, los repiten mucho, los anuncios de la ONCE, Securitas Direct y Legalitas, la apago y me vuelvo a sentir contento de permanecer solo.
Durante unos días no abandono mi casa por miedo a que me la ocupen, estos de Securitas Direct dan miedo y poco a poco vuelvo a la normalidad.
Cada quince días la Asistente Social me hace una visita para ver como estoy. Me han puesto en la lista de “varones, que viven solos”, o sea según sus parámetros un inútil total, no sabe ni hacerse un huevo frito, no salgo de la zona baja. Es una chica joven con esa simpatía natural de la edad y forzada, a veces, por su profesión, cuando quiere animarme, aunque en el fondo piensa que ya no “pinto” nada aquí, que no tengo “calidad de vida” (le preguntare a Higinio que significa esto) y no ve salida a mi situación…… más que la muerte, claro, la innombrable.
Un día espontáneamente, supongo que más angustiada que de costumbre, comenzó a hablar de otros temas, “poner la España vaciada en el mapa”, “Teruel existe”, Soria no sé qué…… esto no se a que venía a cuento…… pero no me importaría irme a Soria, tiene mucho bosque y fama de bonita…… “Digitalización” …… esto inicialmente me asusto, no tengo muy bien la próstata, me levanto por la noche varias veces a orinar y la última revisión del urólogo me resultó algo molesta…………… No pregunté, pero parece que no se refería a eso………Internet, banda ancha…. Lo fui apuntando mentalmente. Pobre Higinio…. tiene faena.
Dos veces por semana viene una señora, mujer, no sé cómo llamarla y me ayuda con la casa. De origen rumano, Higinio me dijo que era muy pizpireta (Se lo tengo que preguntar), es simpática, me trata de una manera muy maternal con frases cariñosas como: ¡por que no se va a dar una vuelta!, ¡no tiene que dejar la ropa en el suelo! ....... y me deja la casa apañada para unos días, consiguiendo que la suciedad no se me apodere.
No se me ocurre mucho más que contar. Mi vida es así de simple, "slow life" que dice Higinio, mira que tiene cultura este hombre, claro toda la vida de montador por esos mundos de Dios.
En realidad, vivo en el pasado, supongo que porque el presente y el futuro no son muy prometedores. Nunca he estado casado, no tengo hijos, tuve dos novias y dos noviazgos diferentes, uno largo y otro corto.
Mi primera novia se llamaba Palmira, una mujer bien formada, recia, de “hueso ancho”, sólida. Demasiado sólida para mi gusto, aunque eso no lo vi inicialmente.
Una mujer “de palabra”, nada coqueta y nada derrochadora. La perfecta pareja para un matrimonio aburrido y estable. Nunca la entendí ni supe lo que quería de mí, supongo que un varón para tener hijos y cierta estabilidad, pero no lo aseguraría……
Tenía pocas ideas, pero las defendía con una seguridad aplastante, y yo que nunca he tenido mucho empuje, sufrí una cierta colonización y al poco tiempo repetía sus frases como argumento.
Para ella “el cuerpo” era un instrumento a utilizar, no buscaba el placer ni el disfrute, si se hacía se hacía, como un objetivo más y como Dios manda. Si empezábamos había que acabar, nada de hacer cosas a medias.
Una relación estable, sin casi ilusión ya que no podía suceder nada imprevisible y con el matrimonio como finalidad. Ella me abandono por Jesus, "Chechu" para los amigos, un tío “lanzao”, un “emprendedor”, que se diría ahora. De esas personas que te convencen, pero al final no sabes de que. Optimista, activo, conocía a todo el mundo. Palmira quedo deslumbrada, creo que nunca había conocido a nadie así. Poco tiempo después me dejo, todo muy oficial, sin muchos reproches, “quería otra vida”, “el pueblo se le hacía pequeño”, “Carpe Diem” (otra para Higinio). Se fue a vivir a Zaragoza."Chechu" llego a concejal, no sé de qué partido, pero creo que a él le daba igual. Un día me la encontré en la calle e hizo como que no me reconocía, supongo que se avergonzaría de su pasado y de mi aspecto, la verdad es que aquel día no iba “mudao”.
La ruptura apenas me afecto, más bien supuso una liberación. Volví a mi soledad y únicamente algún rato echaba de menos las discusiones.
Seguí con mi vida, por cierto, tenía ganado, ovejas, propietario, aunque también ejercía de pastor. Tras la jubilación he engordado muchísimo, como lo mismo y apenas ando, aunque eso es otra historia.
Tres años después conocí a Violeta, mucho más joven que yo, forastera, venia de Madrid buscando “la Naturaleza”, “El aire puro”, “el buen salvaje” no maleado por la industrialización.
La conocí en el bar que ella regentaba. El ayuntamiento lo había sacado a subasta con casa incluida y se lo habían dado a ella. Era menuda, frágil, sutil, totalmente opuesta a Palmira. Tenía una risa fácil y decía “Si”, con signo de interrogación, poniendo los labios de una manera imposible……. Creo que es la única vez que he estado enamorado……No sé qué le gusto de mí, probablemente mi indecisión que ella tomo por tolerancia, mis silencios cuando no sabía que decir, que ella confundía con saber escuchar, mi escasa urgencia sexual que ella valoraba como respeto por sus deseos.
El engaño sin saberlo estaba en marcha, como siempre en el amor buscamos en el otro algo que no sabemos que es pero que aparentemente tiene. Por eso la única posibilidad del amor es la mentira, mantener la ficción, la realidad estabiliza la amistad, no el amor. Esto es muy filosófico, se lo contare a Higinio.
No duro mucho, apenas un año, un año maravilloso. Su risa, su sutileza, su mirada repentinamente quieta y profunda como si hubiera comprendido algo que nos iba a cambiar la vida………….
Hasta que apareció “Chema”, otro forastero de la ciudad, anarquista, se había leído a Bakunin completo y podía estar varias horas hablando, aunque cuando cenábamos juntos nunca recogía los platos. Iba en bicicleta, vegetariano, el pelo largo, alto, irresistible.
Nadie me dijo nada, un día fui al bar. ¡Violeta está arriba!, se oía jadear desde la escalera. No nos dimos explicaciones, poco tiempo después desapareció. Nunca he vuelto a saber nada. Aun siento cierto resentimiento, ¡Hay que ser noble, de buen talante, saber perdonar, ¡mierda…….
Llaman a la puerta, no sé quién será. Hoy no toca ni Asistente Social ni señora de la limpieza. Sera Higinio?
- ¡Hombre Higinio, que tal?
- Como siempre, bastante harto, pero aun no me quiero morir.
Higinio es así, un optimista empedernido pero que se ve obligado a disimular. Aún confía en que su vida mejore o le sucedan cosas agradables………la esperanza es la mayor trampa que existe…… prolonga la agonía.
- ¿Qué se cuenta por el pueblo?
- Nada especial, se ha muerto Vicente, de tu quinta, aunque llevaba ya unos años fastidiado
- ¿No ha venido nadie nuevo?
- Han vuelto a contratar el bar a una familia. Matrimonio y cinco hijos, a ver si no cierra la escuela….
Durante unos segundos recordé a Violeta y las tardes en el bar, tranquilos, hablando a ratos cuando el trabajo lo permitía y mirándonos, como compartiendo algo que era nuestro, solo nuestro………. Malditos anarquistas….
Higinio sigue hablando, pero hace rato que no le escucho, parece que habla de ir a una Residencia, que allí estará mejor, al menos tendrá más compañía, …
Pienso en el olor a sopa de sobre cuando íbamos a visitar a su tía, la de la herencia, el perfume barato para borrar el olor a muerte………. el bingo tras la comida, la sonrisa eterna cuando te hablan, como si fueras tonto, y sobre todo la terapia ocupacional…… la vaca…. reconocer a la vaca…… como parámetro de no tener un Alzheimer………
Lo pienso, no se lo digo……. no tengo nada que ofrecerle para amortiguar su esperanza…….
Pienso en Violeta, en esos días de vino y rosas (el otro día vi la peli, un poco amarga) ……. Quiero seguir en mi torre de cristal y en casa, que para eso he cotizado 40 años…….
Durante unos días no abandono mi casa por miedo a que me la ocupen, estos de Securitas Direct dan miedo y poco a poco vuelvo a la normalidad.
Cada quince días la Asistente Social me hace una visita para ver como estoy. Me han puesto en la lista de “varones, que viven solos”, o sea según sus parámetros un inútil total, no sabe ni hacerse un huevo frito, no salgo de la zona baja. Es una chica joven con esa simpatía natural de la edad y forzada, a veces, por su profesión, cuando quiere animarme, aunque en el fondo piensa que ya no “pinto” nada aquí, que no tengo “calidad de vida” (le preguntare a Higinio que significa esto) y no ve salida a mi situación…… más que la muerte, claro, la innombrable.
Un día espontáneamente, supongo que más angustiada que de costumbre, comenzó a hablar de otros temas, “poner la España vaciada en el mapa”, “Teruel existe”, Soria no sé qué…… esto no se a que venía a cuento…… pero no me importaría irme a Soria, tiene mucho bosque y fama de bonita…… “Digitalización” …… esto inicialmente me asusto, no tengo muy bien la próstata, me levanto por la noche varias veces a orinar y la última revisión del urólogo me resultó algo molesta…………… No pregunté, pero parece que no se refería a eso………Internet, banda ancha…. Lo fui apuntando mentalmente. Pobre Higinio…. tiene faena.
Dos veces por semana viene una señora, mujer, no sé cómo llamarla y me ayuda con la casa. De origen rumano, Higinio me dijo que era muy pizpireta (Se lo tengo que preguntar), es simpática, me trata de una manera muy maternal con frases cariñosas como: ¡por que no se va a dar una vuelta!, ¡no tiene que dejar la ropa en el suelo! ....... y me deja la casa apañada para unos días, consiguiendo que la suciedad no se me apodere.
No se me ocurre mucho más que contar. Mi vida es así de simple, "slow life" que dice Higinio, mira que tiene cultura este hombre, claro toda la vida de montador por esos mundos de Dios.
En realidad, vivo en el pasado, supongo que porque el presente y el futuro no son muy prometedores. Nunca he estado casado, no tengo hijos, tuve dos novias y dos noviazgos diferentes, uno largo y otro corto.
Mi primera novia se llamaba Palmira, una mujer bien formada, recia, de “hueso ancho”, sólida. Demasiado sólida para mi gusto, aunque eso no lo vi inicialmente.
Una mujer “de palabra”, nada coqueta y nada derrochadora. La perfecta pareja para un matrimonio aburrido y estable. Nunca la entendí ni supe lo que quería de mí, supongo que un varón para tener hijos y cierta estabilidad, pero no lo aseguraría……
Tenía pocas ideas, pero las defendía con una seguridad aplastante, y yo que nunca he tenido mucho empuje, sufrí una cierta colonización y al poco tiempo repetía sus frases como argumento.
Para ella “el cuerpo” era un instrumento a utilizar, no buscaba el placer ni el disfrute, si se hacía se hacía, como un objetivo más y como Dios manda. Si empezábamos había que acabar, nada de hacer cosas a medias.
Una relación estable, sin casi ilusión ya que no podía suceder nada imprevisible y con el matrimonio como finalidad. Ella me abandono por Jesus, "Chechu" para los amigos, un tío “lanzao”, un “emprendedor”, que se diría ahora. De esas personas que te convencen, pero al final no sabes de que. Optimista, activo, conocía a todo el mundo. Palmira quedo deslumbrada, creo que nunca había conocido a nadie así. Poco tiempo después me dejo, todo muy oficial, sin muchos reproches, “quería otra vida”, “el pueblo se le hacía pequeño”, “Carpe Diem” (otra para Higinio). Se fue a vivir a Zaragoza."Chechu" llego a concejal, no sé de qué partido, pero creo que a él le daba igual. Un día me la encontré en la calle e hizo como que no me reconocía, supongo que se avergonzaría de su pasado y de mi aspecto, la verdad es que aquel día no iba “mudao”.
La ruptura apenas me afecto, más bien supuso una liberación. Volví a mi soledad y únicamente algún rato echaba de menos las discusiones.
Seguí con mi vida, por cierto, tenía ganado, ovejas, propietario, aunque también ejercía de pastor. Tras la jubilación he engordado muchísimo, como lo mismo y apenas ando, aunque eso es otra historia.
Tres años después conocí a Violeta, mucho más joven que yo, forastera, venia de Madrid buscando “la Naturaleza”, “El aire puro”, “el buen salvaje” no maleado por la industrialización.
La conocí en el bar que ella regentaba. El ayuntamiento lo había sacado a subasta con casa incluida y se lo habían dado a ella. Era menuda, frágil, sutil, totalmente opuesta a Palmira. Tenía una risa fácil y decía “Si”, con signo de interrogación, poniendo los labios de una manera imposible……. Creo que es la única vez que he estado enamorado……No sé qué le gusto de mí, probablemente mi indecisión que ella tomo por tolerancia, mis silencios cuando no sabía que decir, que ella confundía con saber escuchar, mi escasa urgencia sexual que ella valoraba como respeto por sus deseos.
El engaño sin saberlo estaba en marcha, como siempre en el amor buscamos en el otro algo que no sabemos que es pero que aparentemente tiene. Por eso la única posibilidad del amor es la mentira, mantener la ficción, la realidad estabiliza la amistad, no el amor. Esto es muy filosófico, se lo contare a Higinio.
No duro mucho, apenas un año, un año maravilloso. Su risa, su sutileza, su mirada repentinamente quieta y profunda como si hubiera comprendido algo que nos iba a cambiar la vida………….
Hasta que apareció “Chema”, otro forastero de la ciudad, anarquista, se había leído a Bakunin completo y podía estar varias horas hablando, aunque cuando cenábamos juntos nunca recogía los platos. Iba en bicicleta, vegetariano, el pelo largo, alto, irresistible.
Nadie me dijo nada, un día fui al bar. ¡Violeta está arriba!, se oía jadear desde la escalera. No nos dimos explicaciones, poco tiempo después desapareció. Nunca he vuelto a saber nada. Aun siento cierto resentimiento, ¡Hay que ser noble, de buen talante, saber perdonar, ¡mierda…….
Llaman a la puerta, no sé quién será. Hoy no toca ni Asistente Social ni señora de la limpieza. Sera Higinio?
- ¡Hombre Higinio, que tal?
- Como siempre, bastante harto, pero aun no me quiero morir.
Higinio es así, un optimista empedernido pero que se ve obligado a disimular. Aún confía en que su vida mejore o le sucedan cosas agradables………la esperanza es la mayor trampa que existe…… prolonga la agonía.
- ¿Qué se cuenta por el pueblo?
- Nada especial, se ha muerto Vicente, de tu quinta, aunque llevaba ya unos años fastidiado
- ¿No ha venido nadie nuevo?
- Han vuelto a contratar el bar a una familia. Matrimonio y cinco hijos, a ver si no cierra la escuela….
Durante unos segundos recordé a Violeta y las tardes en el bar, tranquilos, hablando a ratos cuando el trabajo lo permitía y mirándonos, como compartiendo algo que era nuestro, solo nuestro………. Malditos anarquistas….
Higinio sigue hablando, pero hace rato que no le escucho, parece que habla de ir a una Residencia, que allí estará mejor, al menos tendrá más compañía, …
Pienso en el olor a sopa de sobre cuando íbamos a visitar a su tía, la de la herencia, el perfume barato para borrar el olor a muerte………. el bingo tras la comida, la sonrisa eterna cuando te hablan, como si fueras tonto, y sobre todo la terapia ocupacional…… la vaca…. reconocer a la vaca…… como parámetro de no tener un Alzheimer………
Lo pienso, no se lo digo……. no tengo nada que ofrecerle para amortiguar su esperanza…….
Pienso en Violeta, en esos días de vino y rosas (el otro día vi la peli, un poco amarga) ……. Quiero seguir en mi torre de cristal y en casa, que para eso he cotizado 40 años…….