20 marzo 2012
Vivimos como si ya estuvieramos muertos
14 marzo 2012
Tirar la esperanza al cubo de la basura
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(Gabriel Albiac) |
27 diciembre 2011
Esto es agua y la simple atención
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(David Foster Wallace) |
Yo sé que esto que les digo puede sonar poco divertido y que roza en lo grandilocuente espiritual en el sentido que un discurso de graduación debe sonar. Lo que quiero que rescaten, del modo en que yo lo veo, es el tema de la V mayúscula de Verdad, dejando fuera todas las linduras retóricas. Ustedes son libres de pensar como quieran. Pero por favor, no tomen este discurso como a un sermón de esos con el dedito apuntando acusatoriamente. Nada de esto tiene que ver con moralidad o religión o dogma ni con las grandes preguntas luego de la muerte.
La V mayúscula de Verdad se refiere a la vida ANTES de la muerte.
Es acerca de los valores que implica la real educación, que no tiene nada que ver con el acumular conocimiento y sí con la simple atención, atención a lo que es real y esencial, tan oculto en plena vista a nuestro alrededor, todo el tiempo, que tenemos que estar constantemente recordándonos a nosotros mismos, una y otra vez: Esto es agua. Esto es agua. Esto es agua." (David Foster Wallace)
21 diciembre 2011
Internet y la ilusión del mundo

18 diciembre 2011
El patetismo del dominio absoluto sobre mi soledad
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(Nicanor Parra) |
Como los enfermos del estómago que evitan las comidas pesadas
Prefería quedarme en casa dilucidando algunas cuestiones
Referentes a la reproducción de las arañas,
Con cuyo objeto me recluía en el jardín
Y no aparecía en público hasta avanzadas horas de la noche;
O también en mangas de camisa, en actitud desafiante,
Solía lanzar iracundas miradas a la luna
Procurando evitar esos pensamientos atrabiliarios
Que se pegan como pólipos al alma humana.
En la soledad poseía un dominio absoluto sobre mí mismo,
Iba de un lado a otro con plena conciencia de mis actos
O me tendía entre las tablas de la bodega
A soñar, a idear mecanismos, a resolver pequeños problemas de emergencia.
Aquellos eran los momentos en que ponía en práctica mi célebre método onírico,
Que consiste en violentarse a sí mismo y soñar lo que se desea,
En promover escenas preparadas de antemano con participación del más allá.
De este modo lograba obtener informaciones preciosas
Referentes a una serie de dudas que aquejan al ser:
Viajes al extranjero, confusiones eróticas, complejos religiosos.
Pero todas las precauciones eran pocas
Puesto que por razones difíciles de precisar
Comenzaba a deslizarme automáticamente por una especie de plano inclinado,
Como un globo que se desinfla mi alma perdía altura,
El instinto de conservación dejaba de funcionar
Y privado de mis prejuicios más esenciales
Caía fatalmente en la trampa del teléfono
Que como un abismo atrae a los objetos que lo rodean
Y con manos trémulas marcaba ese número maldito
Que aún suelo repetir automáticamente mientras duermo.
De incertidumbre y de miseria eran aquellos segundos
Es que yo, como un esqueleto de pie delante de esa mesa del infierno
Cubierta de una cretona amarilla,
Esperaba una respuesta desde el otro extremo del mundo,
La otra mitad de mi ser prisionera en un hoyo.
Esos ruidos entrecortados del teléfono
Producían en mí el efecto de las máquinas perforadoras de los dentistas,
Se incrustaban en mi alma como agujas lanzadas desde lo alto
Hasta que, llegado el momento preciso,
Comenzaba a transpirar y a tartamudear febrilmente.
Mi lengua parecida a un beefsteak de ternera
Se interponía entre mi ser y mi interlocutora
Como esas cortinas negras que nos separan de los muertos.
Yo no deseaba sostener esas conversaciones demasiado íntimas
Que, sin embargo, yo mismo provocaba en forma torpe
Con mi voz anhelante, cargada de electricidad.
Sentirme llamado por mi nombre de pila
En ese tono de familiaridad forzada
Me producía malestares difusos,
Perturbaciones locales de angustia que yo procuraba conjurar
A través de un método rápido de preguntas y respuestas
Creando en ella un estado de efervescencia pseudoerótico
Que a la postre venía a repercutir en mí mismo
Bajo la forma de incipientes erecciones y de una sensación de fracaso.
Entonces me reía a la fuerza cayendo después en un estado de postración mental.
Aquellas charlas absurdas se prolongaban algunas horas
Hasta que la dueña de la pensión aparecía detrás del biombo
Interrumpiendo bruscamente aquel idilio estúpido,
Aquellas contorsiones de postulante al cielo
Y aquellas catástrofes tan deprimentes para mi espíritu
Que no terminaban completamente con colgar el teléfono
Ya que, por lo general, quedábamos comprometidos
A vernos al día siguiente en una fuente de soda
O en la puerta de una iglesia de cuyo nombre no quiero acordarme.
14 diciembre 2011
El tiempo para crear un nuevo paradigma ideologico

….. Se ha roto el tabú, no vivimos en el mejor mundo posible, y tenemos el derecho, e incluso el deber, de pensar alternativas. En una especie de triada hegeliana, la izquierda occidental ha vuelto a sus principios: después de abandonar el llamado "fundamentalismo de la lucha de clases" por la pluralidad de las luchas antirracistas, feministas, etcétera, el problema fundamental vuelve a ser el "capitalismo". La primera lección debe ser: no debemos culpar a personas ni actitudes. El problema no son la corrupción ni la codicia, es el sistema que nos empuja a ser corruptos. La solución no es "la calle frente a Wall Street", sino cambiar este sistema en el que la calle no puede funcionar sin Wall Street.
13 diciembre 2011
No existe la lealtad

….. “El problema del mundo contemporáneo para poder aplicar políticas efectivas, es el divorcio entre el poder y la política. Antes el poder y la política residían en el estado nación. Podía haber contradicciones, debates y posiciones contrapuestas sobre un tema, pero una vez se había decidido qué era lo que se iba a hacer ya no había ninguna duda: el estado nación lo haría. Nada de esto sucede ahora. Angela Merkel y Nicolas Sarkozy decidieron algo el sabado y se han pasado el fin de semana temblando hasta ver como respondían hoy los mercados. Esto es lo que entiendo por separación de poderes. Los políticos han perdido el brazo ejecutor”.
12 diciembre 2011
El cansancio y la entrega

Un cansancio como accesibilidad, es más, como consumación del hecho de ser tocado y también como posibilidad de tocar, no lo experimenté hasta mucho más tarde. Esto era tan infrecuente como infrecuentes son los grandes acontecimientos de la vida, y hace tiempo que no me ha ocurrido, como si sólo fuera posible en determinadas épocas de la existencia humana y luego no se repitiera más que en situaciones excepcionales, una guerra, una catástrofe natural o algún otro tiempo de extrema necesidad. Y además ocurre que las tres o cuatro veces en que aquel cansancio me —¿qué verbo sería aquí el adecuado?— «fue concedido», me «tocó en suerte», yo estaba realmente en una situación personal difícil, y, para mi fortuna, estando así, me encontré con otro que estaba en un apuro semejante. Y este otro fue siempre una mujer. El apuro sólo no era suficiente; hacía falta también, para que nos uniera aquel cansancio erótico, algo arduo y penoso que acabáramos de superar. Parece ser una regla que hombre y mujer, antes de que, por unas horas, se conviertan en una pareja de ensueño, tienen que haber recorrido primero un camino largo y difícil, tienen que haberse encontrado en un tercer lugar, extraño a los dos, lo más lejano posible a cualquier tipo de patria —o de confortabilidad doméstica—, y además con anterioridad tienen que haber superado un peligro o simplemente una larga confusión, en un país hostil, que además puede ser el propio. Entonces pasa a ser posible que aquel cansancio, en el lugar de refugio que al fin está en silencio y en paz, haga que tanto el hombre como la mujer, tanto la mujer como el hombre, poco a poco se vayan entregando el uno al otro, de un modo tan natural, tan íntimo, que no tiene comparación —así es como ahora lo estoy viendo— con ninguna de las otras uniones posibles, ni con el amor; es «como intercambiar pan y vino», así es como lo llamó otro amigo.
(Peter Handke)
(Probablemente el cansancio del sexo y el abandono de la imagen de uno mismo permita el dialogo tranquilo y que el pan con chorizo sepa mejor. Puede que el sexo este sobrevalorado y únicamente sea un tramite para hablar sin espinas, para encontrar la distancia adecuada. (Evaristo Cienpozuelos)
08 diciembre 2011
La bicicleta y la condena a la utopia

La experiencia de la bicicleta me permitió subrayar que todo está en relación con el tiempo y el espacio. En ese sentido, la bicicleta corresponde a la necesaria dimensión individual. Cuando estamos sentados ante nuestras computadoras estamos sumergidos en un universo ficticio de instantaneidad e ubicuidad. Si tenemos trabajo estamos asfixiados por la manera en que está concebido fuera de nosotros, y si no tenemos trabajo estamos aplastados como individuos. Hay una suerte de totalitarismo liberal muy pesado. Entonces ¿qué podemos hacer? A escala individual, creo que el único medio de escapar a la ilusión es tener su propia relación con el tiempo y el espacio. La bicicleta es un buen instrumento: nos remite a la infancia, a la vejez, nos remite a la noción de las distancias que es preciso recorrer, al control, etc., etc. ¡Desde luego, no se puede reformar el mundo pregonando la reforma individual y la bicicleta! Estamos todos condenados a la utopía mientras seamos mortales. Aún no hemos terminado de redefinir la finitud del ser humano, la materialidad del espíritu y el devenir de la historia.
07 diciembre 2011
Un pais de muertos

Una mañana pusimos la radio y no había argumentos nuevos, pero tampoco a veces hay calcetines limpios, qué le vamos a hacer, y tienes que tirar de los del cesto de la ropa sucia. Es lo que hicieron los tertulianos y analistas: sacaron los argumentos viejos del armario, los sacudieron un poco y resultó que estaban muertos, muchos de ellos en avanzado estado de descomposición. Pero, como decía el otro, el espectáculo debe continuar, de modo que tomaron los cadáveres, les dieron un barniz de formol, los maquillaron un poco, los revolvieron luego sobre la mesa de mármol del forense, como se revuelven las fichas de dominó antes del reparto, y tomándolos al azar fueron exponiéndolos al público con naturalidad, y sin que nadie protestara, como si la audiencia hubiera fenecido también. En la televisión y los periódicos ocurría lo mismo: programas muertos, por un lado, editoriales muertos por otro, artículos de opinión muertos a granel, ideas muertas en cada titular, hasta las necrológicas, el género más vivo de la prensa, parecían muertas. Y cuando se conoció la composición del nuevo Gobierno, resultó que estaba formado, sin excepción, por cadáveres. Pongan al menos un ministro de Economía vivo, se atrevió a solicitar un loco, pero lo hizo sin argumentos frescos en los que apoyar su petición. Así que ni el de Economía, ni el de Cultura, ni el de Fomento, ni el de Trabajo..., ninguno de ellos estaba vivo, todos muertos, lo que a la población viva, en vías de extinción, y dadas las características del presidente elegido, tampoco le extrañó demasiado. Así fue como un país entero siguió tomando el autobús y formando colas en las pescaderías y haciéndose transfusiones de sangre, y viendo la tele por la noche sin advertir que era un país de muertos. La enfermedad había empezado por las palabras, es decir, por los discursos.
06 diciembre 2011
Un instante sin culpabilidad

02 diciembre 2011
El soltero y su ama de llaves

30 noviembre 2011
El cuerpo natural y el cuerpo atlético

Cuando uno es deportista de élite, tienes que matar el cuerpo natural para dar paso al cuerpo atlético. Esto pervierte la relación con la muerte. Después de una carrera profesional, el cuerpo atlético ya no sirve para nada. Reactivar su cuerpo natural, una vez que su imagen está irreversiblemente destruida, es una apuesta imposible.
(Claire Carrier)
27 noviembre 2011
Cartier Bresson y el anarquismo
(Henri Cartier-Bresson) |
El anarquismo es, ante todo, una ética y, como tal, se ha mantenido intacto. El mundo ha cambiado, pero no el concepto de anarquía, el desafío frente a todos los poderes. Gracias a eso, he logrado zafarme del falso problema de la celebridad. Ser un fotógrafo conocido es una forma de poder y yo no la deseo.
Apretar el disparador o, si lo prefiere, sacar la foto. Es mi pasión. Estuve tres años en
22 octubre 2011
La despolitización de la economia

11 octubre 2011
Poetas

El extraño recorrido llegaba a su final. El arco de piedra, medio derruido, que se sostenía con la ilusión de la eternidad y tras el que se traslucía un camino encuadrado entre árboles , me hizo detener. La indecisión, la voluntad de seguir adelante. Al final una puerta: Monasterio de los Poetas. Llamé y me recibió un personaje vestido como un poeta del siglo XIX, con esa imagen de las películas románticas. No pronunció palabra. Yo también permanecí callado. El dijo: “ Me gustas cuando callas porque estas como ausente”.
La comunicación, buscando el fondo de las palabras, volar por encima de ellas. Le respondí: “Por lo visto es posible declararse hombre. Por lo visto es posible decir no”. El me hizo ademán de que pasara: “ La vida todavía es posible, por lo visto”. Seguí adelante, en silencio, resonando en mi cabeza todas las poesías que recordaba. La gente apenas hablaba, guardaban el peso de la palabra para reforzar la entonación y el poder de la voz.
Alguien se dirigió a mi: “Funde pues el bronce de la alegría que solo dura un instante para modelar la tristeza que dura eternamente". A pesar de que había estado en otros lugares donde la exigencia verbal y de conducta era muy alta nunca me había sentido tan presionado como en esta ocasión. No respondí y el hombre se alejo triste pero apaciblemente. Trabajaba cada uno con una especie de Koan en forma poética que deberían resolver. Al ser nuevo buscaban en mi alguna indicación. Otra frase me sorprendió sin sentirla apenas: “Apenas puedo recordar que fue de varios años de mi vida. o adonde iba cuando me desperté y no me encontré solo". No supe tampoco que decir. Seguí andando. ¿Y si me había metido equivocadamente en un psiquiátrico?.
Otra frase, casi a punto de estallar: “Pero ha pasado el tiempo y la verdad desagradable asoma, envejecer, morir es el único argumento de la obra”. Sin respuesta, no me daban tregua. Entonces sucedió lo inevitable, tras la ultima frase: “Para saber de amor, para aprenderlo, haber estado solo es necesario. Y es necesario, en cuatrocientas noches, con cuatrocientos cuerpos diferentes, haber hecho el amor. Que sus misterios, como dijo el poeta, son del alma. Pero un cuerpo es el libro en que se leen". Respondí “El sexo solo es sucio si se hace bien”. Mi vida ha mejorado desde entonces como Abad de este monasterio, la gente habla menos pero esta más contenta. Ya sabia que Woody Allen no me fallaría.
(Evaristo Cienpozuelos)
08 septiembre 2011
Como tomar el control y dejar de poner excusas

09 agosto 2011
Tal vez no era pensar, la fórmula, el secreto.

08 agosto 2011
El goce se confunde con la propiedad

03 agosto 2011
El coleccionismo y los sentimientos

Voy a convertirme en coleccionista de mi propia vida, catalogando esos instantes neutros, deshumanizados, ya que lo que se repite constantemente es el catalogo limitado de mis sentimientos, cuya fuerza, a veces avasalladora, no puede ya tapar su patética repetición.
Solo me estremece un texto "justo" que no produzca "tolerancia" en su lectura repetida, un cuerpo "justo" sin añadidos motrices, una sonrisa "justa" bordeando la amargura, una muerte "justa" sin prolongar nada.
Quizás el amor "justo" , aunque se desgasta tanto que llega un momento en que parece que no hubiese ocurrido. Puede que el catalogo indefinido de tipos de amores no sean mas que combinaciones de palabras que explican nuestros cálculos para no estar solos.
Puede que todo sea una incapacidad de meter la cabeza en lo oscuro, porque para poder soñar hay que aceptar las pesadillas.
Quizás la evolución sea una impostura.
El miedo es mi compañero más fiel, jamás me ha engañado para irse con otro. (Woody Allen)