
28 diciembre 2010
El sufrimiento y la dulzura de la vida

27 diciembre 2010
Cioran

Soy escritor, aunque nunca lo viví como un trabajo. Todo lo que escribí es resultado de la casualidad. Cuando llegue a Paris, inmediatamente comprendí que el interés de la ciudad era la posibilidad que me ofrecía de vivir rodeado de gente ociosa. Yo mismo soy un ejemplo de ocioso: nunca he trabajado en mi vida, nunca tuve un oficio. En su propio país, uno tiene el deber de hacer algo, pero eso no es necesario cuando se vive en el extranjero.
Nunca me he casado pero vivo con una mujer que corre con los gastos de los dos. Para mucha gente soy un chulo pero muchos escritores respetables que conozco han vivido en Paris como parásitos de su mujer. Prefiero a las mujeres que a los hombres. Por que?. Porque la mujer es más desequilibrada que el hombre. Es un ser infinitamente más mórbido y enfermo que el hombre. Resiente más, incluso cosas que un hombre no puede sentir. Por eso noté que las mujeres están más cercanas a mi manera de escribir que los hombres.
Siempre he vivido en medio de contradicciones y nunca he sufrido, Si hubiera sido un sistemático, tendría que haber mentido para encontrar una solución. Ahora bien, no sólo acepté ese carácter insoluble de las cosas, sino que incluso encontré en ello cierta voluptuosidad, la voluptuosidad de lo insoluble. Nunca busqué reunir o, como dicen los franceses, conciliar lo irreconciliable. Siempre tomé las contradicciones como venían, tanto en mi vida privada como en la teoría. Nunca tuve una meta, nunca busqué ningún resultado. Creo que no puede haberlos, ni en general ni en lo personal. Todo es no “sin sentido”, me disgusta un poco la palabra, sino “sin necesidad”.
Existe, claro, el amor y con frecuencia me he preguntado: cuando uno ya adivinó todo y ha penetrado todo con la mirada ¿cómo se puede uno prendar de algo? Sin embargo, sucede. Se puede dudar absolutamente de todo, afirmarse como nihilista, y sin embargo enamorarse como un adolescente. Esa imposibilidad teórica de la pasión, pero que la vida real no cesa de hacer palpable en nosotros, hace que la vida tenga un encanto verdadero, irrefutable, irresistible. Uno sufre, se ríe de ese sufrimiento, hace lo que quiere, pero esa contradicción fundamental es tal vez lo que hace que la vida valga aún la pena de ser vivida.
Viví veinticinco años en hoteles y siempre andaba como un animal, como una bestia salvaje. La seguridad representa un peligro increíble en el plan espiritual, al igual que una salud perfecta es una catástrofe para el espíritu. También, un intelectual o, digamos, un escritor, debe guardar el sentimiento de no tener un suelo donde pisar con firmeza. Si, por el contrario, comienza a instalarse, a ¿cómo decir?, establecerse, está perdido.
Para escribir una novela hay que elegir los detalles. Yo no me intereso en los detalles, voy de inmediato a la conclusión. Si escribiera una obra de teatro, la empezaría en el quinto acto porque desde el inicio ya estoy entreviendo el final. Con tal concepción de las cosas, no se puede ni escribir un libro ni practicar las bellas letras ni, en general, ningún género literario. Es por eso que no soy un escritor, soy un... no sé... un hombre de fragmentos. Me llamo Emile Cioran.
"Soy feliz e infeliz a la vez. Estoy exaltado y deprimido, desbordado por el placer y la desesperación en la más contradictoria de las armonías. Estoy tan alegre y tan triste que en mis lágrimas se reflejan el cielo y la tierra al mismo tiempo." (Emile Cioran)
24 diciembre 2010
Las gafas de sol

En todo amor hay un instante fijado por la cámara del alma. Queda allí, inmutable, eterno, pero tibio y cercano provocando una y otra vez el misterio de su hechizo. Recuerdo hecho de olfato, gusto, tacto, mirada y oído que impregna la memoria indeleblemente, como la escena en que todo amor marcó su síntesis perfecta. Después de los años y la memoria de otros cuerpos, aquel instante insiste en perpetuarse. El sabia, que si conseguía impregnar , una única situación, con su presencia, su voz y su perfume , provocaría en ella una marca, indeleble,sin retorno.
No la conocía pero desde hacia dos años la seguía, la miraba, la deseaba. El tiempo se convirtio en instantes que habia que llenar entre sus presencias . Cuando pasaba dos días sin verla se postraba, con una enfermedad física, como si le faltara fuerza para vivir. Poco a poco le iba abandonando la vitalidad que volvía a emerger cuando reaparecía.
Preparo obsesivamente el instante aun esperando que en el ultimo momento fluyera el torrente de su intuición y pronunciara la frase devastadora, marca imborrable, fijadora del deseo y precursora de inmortalidad.
Se acerco a ella, estaba de espaldas, y toco levemente su hombro. El giro de su cabeza se le hizo eterno, como si el tiempo se hubiera detenido. Afluía la sangre a su garganta, se cruzaron sus miradas y fue incapaz de pronunciar palabra , aunque el choque terrible de las pupilas dilatadas provoco en el un llanto desgarrador, que le doblo de dolor. Los siguientes diez años no hablaron de nada especial y únicamente en las crisis retomaban la fuerza del deseo y el llanto. Las gafas de sol mantuvieron esta unión.
22 diciembre 2010
Los nietos

Los nietos nos empujan a lo irremediable,
aunque sostengamos dignamente la sonrisa
llena de toda esperanza
de esos bichos llamados nietos
Ya nos fuimos, pero aun estamos
Los nietos son puente a nuestra propia niñez
al hacernos niños, con ellos
nos olvidamos del tiempo
de la ultima lluvia de verano
y de esa noche de amor que parecia inolvidable
(Josef Pik)
Hubo un tiempo en que mis únicas pasiones eran la pobreza y la lluvia.
Ahora siento la pureza de los límites y mi pasión no existiría si dijese su nombre. (Gamoneda)
Ser abuelo es volver a la infancia
y asumir que uno debe hacer su papel
mientras el tiempo hace el suyo. (Murakami)
Esto de la Navidad me reblandece bastante (Evaristo Cienpozuelos)
21 diciembre 2010
Toda la casa de borrachera
20 diciembre 2010
La burbuja

He sido siempre un buen conversador, animoso e informado, minero de los ocultos misterios de las palabras. Cuando la conocí, me dedique a observar su aparente silencio y a medida que hablábamos y sondeábamos temas comunes la conversación se hacia más fluida y las pausas más escasas.
La sorpresa surgió durante una conversación banal sobre algo que no recuerdo. Sentí dentro de mi palabras de ternura y deseo, y comprendí al mirar sus ojos que hablábamos, sin sonidos, en una segunda conversación. Tras la extrañeza inicial acepte el hecho y solo teníamos que hablar de cualquier tema para que lo oculto, que nunca fue nombrado, se manifestara. En general lo que hablábamos no tenia importancia, solo era el soporte para invocar otro mundo de caricias y deseos. A veces , sin buscarlo, nos enfadábamos, hablando de cualquier cosa y entonces yo sabia que los celos, o la frustración hacían mella en nosotros.
Esta burbuja invocada por lo hablado se rompió , de repente, sin pensarlo, al hablar del tiempo.
¡ Hace calor hoy ! .
Tras esta afirmación compacta de realidad se provoco un desgarro en la burbuja. El hechizo se había roto y la segunda conversación había desaparecido. Luche denodadamente trayendo a la mano uno de los recursos desesperados para seguir hablando, el otoño, nostalgias de memorias ya pasadas, pero la burbuja no se rehizo. Se fue aumentando la grieta y el deseo y la ternura, nunca hablados, desaparecieron.
Fue la ultima vez que estuvimos juntos. Desapareció de mi vida poco después. Desde entonces jamás hablo, con una mujer, del tiempo.
19 diciembre 2010
Wikileaks y la seguridad

¿Pero cuánta seguridad ofrecen realmente a cambio de aceptar tamaño chantaje moral? Poca o ninguna, pues se da la triste paradoja de que se trata de la misma clase política que se mostró incapaz de supervisar adecuadamente el sistema financiero internacional cuyo estallido provocó la mayor crisis desde 1929, arruinó a países enteros o condenó al desempleo y a la depauperación a millones de trabajadores. Los mismos responsables del deterioro de los niveles de vida y de riqueza de sus conciudadanos, del incierto destino del euro, de la falta de un proyecto europeo de futuro y en fin, de la crisis de gobernanza global que atenaza al mundo en los últimos años y a la que no son ajenas las élites en el poder en Washington y Bruselas. No estoy seguro de que mantener ocultos los secretos de las embajadas nos garantice una mejor diplomacia o un desenlace más benigno a las encrucijadas actuales.
Las incompetencias de los Gobiernos occidentales respecto a la crisis económica, el cambio climático, la corrupción o la agresión militar ilegal en Irak y otros países han quedado abundantemente expuestas ante la opinión pública en los últimos años. Ahora sabemos además, gracias a los papeles de Wikileaks, que todos ellos son conscientes de su desgraciada falibilidad, y que sólo la inercia de las maquinarias oficiales y el poder de mantener los secretos les evitan tener que rendir cuentas ante los ciudadanos, razón última en una democracia.
(Javier Moreno)18 diciembre 2010
Agradecimiento

Debo mucho a quienes no amo. El alivio con que acepto que son más queridos por otro. La alegría de no ser yo el lobo de sus ovejas. Estoy en paz con ellos y en libertad con ellos, y eso el amor ni puede darlo ni sabe tomarlo. No los espero en un ir y venir de la ventana a la puerta. Paciente casi como un reloj de sol entiendo lo que el amor no entiende; perdono lo que el amor jamás perdonaría. Desde el encuentro hasta la carta no pasa una eternidad, sino simplemente unos días o semanas. Los viajes con ellos siempre son un éxito, los conciertos son escuchados, las catedrales visitadas, los paisajes nítidos. Y cuando nos separan lejanos países son países bien conocidos en los mapas. Es gracias a ellos que yo vivo en tres dimensiones, en un espacio no-lírico y no-retórico, con un horizonte real por lo móvil. Ni siquiera imaginan cuánto hay en sus manos vacías. "No les debo nada", diría el amor sobre este tema abierto.
(Wislawa Szymborska)
16 diciembre 2010
Libertad sin futuro
65 años. Hoy en mi trabajo han puesto fecha a mi libertad, fecha encadenada a mi cuerpo. Hasta ahora mis achaques y dolores no eran míos, eran de mi trabajo, yo solo ponía el esfuerzo para superarlos y seguir en marcha. No con mucho tesón, el suficiente para continuar, el interés por mi rendimiento lo ponían otros. Se acabó.
Me he preparado para este momento y después de mucha lectura y cavilación he avistado tres posibles caminos:
El tercer camino es el camino del Samurai. El Sapuku o Harakiri, el suicidio ritual. Aunque para este hay que tener un cuchillo toledano y mucho valor. Yo que me desmayo si veo sangre. Decididamente voy a intentar entrar en la Junta de la Asociación de la Tercera edad, a ver si me ocupo y alejo esta mala sombra.
(Evaristo Cienpozuelos)
15 diciembre 2010
La Mascara
14 diciembre 2010
Lo breve

Desde siempre he estado abocado a la brevedad: por carácter, por afición, por convicción y también por una elemental cortesía hacia el lector (prefiero ahorrarle los tiempos muertos, las genealogías, los lugares comunes, los detalles intrascendentes). Incluso mi único libro de poemas, del año 1992, es una colección de haikus.
Además, reconozco que me fascina el relato como miniatura, como mecanismo de precisión, como piedra pulida, como botellita que encierra un mundo, como armazón geométrico que esconde imágenes fulgurantes; me apasiona esa maravilla de lograr algo en lo que no sobra ni falta nada, esa contención del lenguaje que requiere lo breve, esa tensión narrativa, el vértigo de su historia, de su composición o de su sentido último, esa autonomía radical en definitiva.
Recuerdo a propósito un aforismo de Lichtenberg: “Para romper ventanas, siempre uso monedas de dos centavos”
13 diciembre 2010
Inesperado encuentro

Somos muy amables el uno con el otro,
decimos que es bonito encontrarse después de tantos años.
Nuestros tigres beben leche.
Nuestros azores van a pie.
Nuestros tiburones se ahogan en el agua.
Nuestros lobos bostezan ante una jaula vacía.
Nuestras víboras se han sacudido los relámpagos,
los monos la inspiración, los pavos reales las plumas.
¡Cuánto hace que dejaron nuestros cabellos los murciélagos!
Callamos sin acabar la frase,
sonriendo sin remedio.
Nuestras personas
no saben cómo hablarse.
(Wislawa Szymborska)
12 diciembre 2010
El asesor

11 diciembre 2010
El Nobel de los pobres

10 diciembre 2010
No sé

..... Cualquier saber que no provoca nuevas preguntas se convierte muy pronto en algo muerto, pierde la temperatura que propicia la vida.
Por eso tengo en tal alta estima dos pequeñas palabras: "no sé". Pequeñas pero con potentes alas. Que nos ensanchan los horizontes hacia territorios que se sitúan dentro de nosotros mismos y hacia extensiones en las que cuelga nuestra menguada tierra.
(Wislawa Szymborska)
09 diciembre 2010
Aviso

Estimados clientes,
He salido un momento a pedir la mano de Rosaura, la hija del sastre. Llevo demasiado tiempo solo.
Si acepta, huiremos juntos de la ciudad, nos casaremos en la primera iglesia que encontremos en el camino, y tendremos dos hijos. Al mayor lo llamaremos Anselmo, por mi abuelo.
De lo contrario, volveré en cinco minutos.
Disculpen las molestias.
M.
08 diciembre 2010
Como si hubiera un poco de justicia en mi corazón

Mi manera de amarte es sencilla:
te aprieto a mí
como si hubiera un poco de justicia en mi corazón
y yo te la pudiese dar con el cuerpo.
Cuando revuelvo tus cabellos
algo hermoso se forma entre mis manos.
Y casi no sé más. Yo sólo aspiro
a estar contigo en paz y a estar en paz
con un deber desconocido
que a veces pesa también en mi corazón.
07 diciembre 2010
Mercurio

He conocido algunas mujeres y con todas me fue mal. Yo ponía la exigencia y la confusión, ellas el silencio y el abandono. Años desérticos, perdidos, de solitaria desolación, iluminados fugazmente de presencias y alegría.
Con ella era imposible. Si quedábamos no acudía y de repente, sin esperanza, reaparecía . Un día, sin avisar, me trajo un póster gigante, una foto de ella, enmarcada y lista para colgar, aun esta en mi dormitorio. Me dijo: “Así siempre me tendrás, sin envejecer, y dispuesta en cualquier momento”. No la volví a ver. Desde entonces ya no busco. En estos tiempos de imagen y multimedia las fotos mejoran mucho la realidad.
06 diciembre 2010
Lobo Antunes y el vacio
03 diciembre 2010
El postporno era eso

Alma de tango y la cuerdecita

Después de innumerables intentos fallidos de que me fuese infiel con alguno de los tantos hombres que le serví en bandeja, sólo atiné, como último recurso, a presentarle a mi jefa, Esmeralda.
Mi esposa y mi jefa copulan felices, mientras yo, finalmente puedo cumplir con mi obsesiva fantasía: Ser socio de ese bar exclusivo para borrachos con penas de amor, donde es condición sine qua non ingresar con la foto rota de la amada entre los dientes y el corazón atado a una cuerdecita, arrastrándose mientras lame toda la inmundicia del mundo.
(Paola Cescon)