25 marzo 2019

Ni amo ni Dios ni marido ni partido ni de futbol

(Cristina Morales)

¿Cómo se aprende a pensar? Joé, qué pregunta. No puedo responder cómo se aprende a pensar, sino cómo se aprende a pensar críticamente. Hay que pasar por un proceso de politización para desprendemos de la ideología y recuperar la realidad del mundo en que vivimos. A esa politización se accede en comunidad. Un conjunto de personas compartiendo sus deseos, sus miedos, sus frustraciones, su saber y su ignorancia. Encontrar espacios en los que organizarse para crear un pensamiento alternativo no es fácil.

.....La democracia y el capitalismo, que son marido y mujer, hacen que solo seamos iguales en el acceso al consumo. Y ni eso, porque puede consumir quien más tiene. Tenemos libre acceso al supermercado. Ahí empieza y acaba la igualdad: en la entrada del supermercado."

Hablando de mensajes poderosos, ¿qué les diría a quienes critican el twerko,  el reguetón por sus supuestas connotaciones sexuales? Hay un lugar de pensamiento masculino, que nosotras también manejamos, que es el de entender que la celebración del cuerpo o su exhibición va dirigida a despertar el deseo del macho. En el ensayo Trapologia (Ara Llibres, 2018), de Max Besora y Borja Bagunyà, este último reflexiona sobre cómo en una fiesta en la que se pone reguetón y él tiene a una tía restregándole el culo en la polla, su primer pensamiento es que eso acaba en polvo. Sin embargo, esta tía se pasa la noche bailando y después coge y se va a su casa a leer las memorias de Benjamin Franklin. Tenemos que dejar de entender que la celebración de lo físico va siempre dirigida a despertar el deseo sexual del varón. A veces, es un fin en sí mismo. Poner el culo en pompa y twerkear es un placer que experimentas en cuerpo y alma. Yo lo recomiendo.

(Cristina Morales)          

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