Tengo para mí que si algo me
enriquece es lo diferente y no lo semejante, y que si algo me hace
crecer como persona es lo que se me opone y no lo que me facilita las
cosas o me mantiene en zonas de comodidad. Ya que estamos con esto
recuerdo una frase del Zaratustra de Nietzsche que dice que el hombre
del conocimiento tiene que aprender a amar al enemigo y a odiar al
amigo. Si la experiencia poética es, como sostengo, una forma azarosa e
inefable de acceder a espacios de conocimiento (y a lo mejor por puertas
no convencionales), además de una experiencia estética, de un lenguaje
para dar testimonio, y muchas otras cosas más, entonces esa frase se
comprende más fácilmente aunque no sea sencillo digerirla.
10 noviembre 2014
Amar al enemigo y odiar al amigo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario