22 octubre 2011

La despolitización de la economia

Quizás haya llegado el momento de criticar esa actitud que domina nuestro mundo: el liberalismo tolerante y multicultural.
Quizás se deba rechazar la actual despolitización de la economía. Quizás resulte necesario, hoy en día, suministrar una buena dosis de intolerancia, aunque sólo sea con el propósito de suscitar esa pasión política que alimenta la discordia. Quizás convenga apostar por una renovada politización.
La prensa liberal nos bombardea a diario con la idea de que el mayor peligro de nuestra época es el fundamentalismo intolerante (étnico, religioso, sexista...) y que el único modo de resistir y poder derrotarlo consistiría en asumir una posición multicultural.
Pero, ¿es realmente así?. ¿Y si la forma habitual en que se manifiesta la tolerancia multicultural no fuese, en última instancia, tan inocente como se nos quiere hacer creer,por cuanto, tácitamente, acepta la despolitización de la economía?
Esta forma hegemónica del multiculturalismo se basa en la tesis de que vivimos en un universo post-ideológico, en el que habríamos superado esos viejos conflictos entre izquierda y derecha, que tantos problemas causaron, y en el que las batallas más importantes serían aquellas que se libran por conseguir el reconocimiento de los diversos estilos de vida. Pero, ¿y si este multiculturalismo despolitizado fuese precisamente la ideología del actual capitalismo global?

11 octubre 2011

Poetas


El extraño recorrido llegaba a su final. El arco de piedra, medio derruido, que se sostenía con la ilusión de la eternidad y tras el que se traslucía un camino encuadrado entre árboles , me hizo detener. La indecisión, la voluntad de seguir adelante. Al final una puerta: Monasterio de los Poetas. Llamé y me recibió un personaje vestido como un poeta del siglo XIX, con esa imagen de las películas románticas. No pronunció palabra. Yo también permanecí callado. El dijo: “ Me gustas cuando callas porque estas como ausente”.
La comunicación, buscando el fondo de las palabras, volar por encima de ellas. Le respondí: “Por lo visto es posible declararse hombre. Por lo visto es posible decir no”. El me hizo ademán de que pasara: “ La vida todavía es posible, por lo visto”. Seguí adelante, en silencio, resonando en mi cabeza todas las poesías que recordaba. La gente apenas hablaba, guardaban el peso de la palabra para reforzar la entonación y el poder de la voz.

Alguien se dirigió a mi: “Funde pues el bronce de la alegría que solo dura un instante para modelar la tristeza que dura eternamente". A pesar de que había estado en otros lugares donde la exigencia verbal y de conducta era muy alta nunca me había sentido tan presionado como en esta ocasión. No respondí y el hombre se alejo triste pero apaciblemente. Trabajaba cada uno con una especie de Koan en forma poética que deberían resolver. Al ser nuevo buscaban en mi alguna indicación. Otra frase me sorprendió sin sentirla apenas: “Apenas puedo recordar que fue de varios años de mi vida. o adonde iba cuando me desperté y no me encontré solo". No supe tampoco que decir. Seguí andando. ¿Y si me había metido equivocadamente en un psiquiátrico?.

Otra frase, casi a punto de estallar: “Pero ha pasado el tiempo y la verdad desagradable asoma, envejecer, morir es el único argumento de la obra”. Sin respuesta, no me daban tregua. Entonces sucedió lo inevitable, tras la ultima frase: “Para saber de amor, para aprenderlo, haber estado solo es necesario. Y es necesario, en cuatrocientas noches, con cuatrocientos cuerpos diferentes, haber hecho el amor. Que sus misterios, como dijo el poeta, son del alma. Pero un cuerpo es el libro en que se leen". Respondí “El sexo solo es sucio si se hace bien”. Mi vida ha mejorado desde entonces como Abad de este monasterio, la gente habla menos pero esta más contenta. Ya sabia que Woody Allen no me fallaría.

(Evaristo Cienpozuelos)