19 julio 2011

La felicidad y la tensión

…... la felicidad es una tensión permanente, como decía Aristóteles, es un apuntar del arquero hacia una diana, entonces nunca puedes decir que eres feliz sino que estás en esa dirección, y la felicidad es algo que te juegas todos los días y se despliega a lo largo de la vida, no es instantaneidad. En gran medida yo sigo apuntando a la diana y mantengo esa tensión, más allá de las desgracias personales que uno pasa, las que son inevitables, de las injusticias, o de la amenaza permanente de la enfermedad, del dolor, pero algunos de los elementos de la felicidad los tengo y trato de desarrollar una vida de afectos y trabajo en aquello que me gusta y en ese sentido tengo los elementos básicos, pero la vida sigue y hay que seguir apuntando a la diana”. (Vicente Serrano)

12 julio 2011

La felicidad y los limites

“La voluntad de poder nos hace pensar que la felicidad consiste en NUESTRO poder y es lo que guía básicamente el mundo moderno. Está en nuestra vida cotidiana, en la voluntad de acrecentar la posesión de objetos y en otras muchas realidades cotidianas, en la organización social y económica, incluso en la cultura. La voluntad de poder no se refiere entonces sólo al poder político, sino a aquello que se dice de que siempre se quiere más. Cuando Spinoza dice lo contrario, sólo si reconocemos nuestros limites y lo hacemos a través de los afectos, y nos reconocemos como limitados en el seno de una totalidad, incrementamos nuestra potencia de obrar, es decir, nuestras capacidades, lo que es una paradoja: a medida que nos reconocemos como limitados reconocemos también esa totalidad, y cómo somos parte de ella, alcanzamos el máximo de poder. Por el contrario, si pretendemos no reconocer límites y que la naturaleza esté a nuestro servicio, como de hecho viene ocurriendo en los últimos siglos, no lograremos más que generar tristeza. La voluntad de poder que no quiere reconocer límites y que pretende imponerse sobre cualquier otro afecto es hermana de la mayor impotencia”. (Vicente Serrano: La herida de Spinoza)

05 julio 2011

Solo

Vivo solo. Un “single” para los pijos y para los que saben ingles. Tengo un apartamento pequeño con todas las comodidades, aire acondicionado y una pequeña terraza. Nunca me he preguntado porque vivo así, eso se lo suelen preguntar los demás. Una temporada, al pasar los 33 años, me consideraron homosexual, porque un chico guapo, sensible y con un buen sueldo como yo no era normal que no tuviera pareja. Fue un buen año, cuando se corrió la voz me vi acosado, sobre todo por mujeres, en un intento de comprobar, cambiar o al menos saber de la veracidad de mi inclinación sexual. Lo resolví de una manera moderna diciendo que era bisexual o fluido, lo cual permite todo sin escándalos y da un morbo especial que favorece las relaciones.

Viajo mucho en viajes organizados donde conozco gente y hago amigos, pero siempre pido, aunque sea un poco más cara, la habitación individual para no tener que compartir momentos de cremas y ronquidos.

Voy mucho al cine con amigos o amigas del trabajo. Ceno al menos dos noches por semana en buenos restaurantes y soy, como todos, moderadamente infeliz. Tengo algún sobrino que me reconcilia con la paternidad ya que tras los primeros veinte minutos de contacto y juegos me quedo tan agotado que renuncio por otros diez años a ser padre. El sexo tampoco es problema ya que siempre encuentro alguna compañera que quiere dormir alguna noche conmigo, sin compromiso posterior.

Y no os hagáis ilusiones, no siento ningún vacío en mi vida ni estoy afiliado a ninguna ONG para compensar ese egoísmo que socialmente se me achaca. ¡Que bien vives!, ¡Claro sin responsabilidades!, ¡ Si yo estuviera soltero le pegaría fuego a la ciudad.....,!. En fin, de todas maneras me sigue abrumando la soledad ya que la peor soledad que hay es darse cuenta de que la gente es idiota.

(Evaristo Cienpozuelos)

04 julio 2011

No somos nada



Me he pasado media vida haciendo listas, índices de conocimientos, amigos, libros que he leído, supongo que intentando llenar ese "no soy nada" e intentando "ser" , mas bien, aparentar algo. Las personas que están llenas, propiamente llenas, sin quererlo, no se preocupan de los detalles ni de hacer listas, tienen suficiente con vivir. Luego, mas adelante, eres ya un perfecto fingidor y aparentas plenitud, aunque sabes que apenas sabes nada y entiendes menos. Entonces quieres vaciarte para ser algo "autentico" (no se muy bien lo que esto ha significado para mi, es una especie de palabra talismán, probablemente sin ningún significado) e intentas quitar lo superfluo o accesorio (otro par de palabras psicológicamente inútiles). Te quedas en tierra de nadie, se te queda cara de tonto y cada día te aguantas y te aguantan menos. Luego enganchas con el Budismo Zen y aparte de cortarte el pelo, ya escaso de por si, huyes de tus deseos (otra palabra talismán que significa, para mi, sexo, con lo cual con el budismo no tengo futuro de realización satoriniana que no tiene que ver con el clítoris.
Como dice mi gurú de cabecera Lydia Davis: "a mitad de camino de la vida, ya eres lo bastante inteligente para advertir que todo equivale a nada; nada significa nada, incluido el éxito. Pero ¿Cómo va a aprender una persona a verse a sí misma como si fuera nada cuando, antes, le ha costado lo indecible aprender a verse a sí misma como si fuera algo?. Es muy complicado. Dedicas la mitad de tu vida a aprender que, a pesar de todo, eres algo, y ahora debes dedicarle la otra mitad a aprender a verte como si fueras nada..... Quizá, por el momento, lo que debería intentar es ser, cada día, un poco menos de lo que soy habitualmente.....
¡Vaya lío.....!
(Evaristo Cienpozuelos)