11 mayo 2011

La pereza y el amor


Existe una mujer a la que quiero y a la que nunca veo, nunca hablo y con la que nunca me encuentro. Ella colabora de la misma manera. A veces, en las escasa veces que nos encontramos, dice que me necesita, pero creo que solo necesita que exista, extraña posición. Evito consumar la relación, que biológico suena la palabra consumar, mas bien evito consumir la relación. ¿Qué relación?, una situación con una mujer a la que no veo, nunca hablo con ella y solo la mantengo en la recamara, como un seguro de vida.

Con su pensamiento, la posibilidad de pensar en ella, me aseguro la vida, tener algo pendiente y no consumado, otra vez la palabrita, alejar la muerte, no creo que muera teniendo algo pendiente, además me aseguro el deseo, el deseo de los anoréxicos, no agotar el deseo con la realización del acto, ….. el acto de comer, el acto sexual, llamas biológicas que se agotan. Pero sobre todo evito agotar el lenguaje, dar explicaciones, interpretar lo que se dice y lo que no se dice. Mi pereza me ha llevado a vivir con las ausencias, la virtualidad llevada al máximo. Ademas ya sabemos que la felicidad es unicamente el pensamiento de la posibilidad futura de ser feliz. Únicamente echo de menos la realidad física del roce de la piel, se duerme tan bien luego.
(Evaristo Cienpozuelos)

(Solo se suicidan los insomnes: Emile Cioran)

6 comentarios:

sara dijo...

uy...que triste me ha parecido esto ,no??

Rafa dijo...

Claro Sara, pero es que a ti te gusta el Tango, ese entrecruce de piernas, esas piernas como floretes. Evaristo tiene problemas, ya quisiera ser como tu y que le gustara el tango, ya....
Un beso

Ana dijo...

Triste, pero soberbio.

cris dijo...

...no creo que muera teniendo algo pendiente...
no me parece triste, me parece incluso práctico, un beso a ese sublime evaristo

José Luis dijo...

Soberbio y sublime, pero cobarde.

Abrazos.

Rafa dijo...

Puede que tengas razón Jose Luis. Un abrazo