16 enero 2011

Un exceso de normalidad

A primera vista impresionaba de gravedad. La forma de moverse, de hablar, la expresión de la cara. Podía ser un caso grave de "exceso de normalidad". Estos casos son desesperados si no se hacen intervenciones rápidas y, a veces, arriesgadas.

-Tengo que darle una mala noticia, aunque habrá que confirmarla con alguna prueba, creo que padece un cáncer o algo peor.

El paciente, curtido con mil médicos, sonrió levemente, agradeciendo el intento.

- Vd. dirá que debo hacer doctor.

- Le voy a pedir unas pruebas y con los resultados ya veremos.

A la semana se confirmaron los peores pronósticos, el análisis estaba perfecto, ni siquiera tenia elevado el colesterol. Indague holísticamente, su familia, los hijos, el trabajo, la declaración de Hacienda, todo perfecto, la hipoteca pagada, casa en la playa y sus hijos colocados.

- Su enfermedad no tiene cura, no es dolorosa pero si no puede resistir hay tratamientos potentes contra el aburrimiento.

Se fue agradeciendo mi interés. Días después se confirmo el cuadro, lo habían nombrado presidente de la Comunidad de vecinos. ¡ Maldita profesión!.

2 comentarios:

José Luis dijo...

Genial, como siempre.

Rafa dijo...

Gracias Jose Luis. Que tal por NOLA? Un abrazo