27 diciembre 2011

Esto es agua y la simple atención

(David Foster Wallace)
La Navidad es el recuento de las perdidas, se reúne todo el mundo para pasar lista de los que faltan, con el secreto alivio de seguir aun aquí. Este año me he dado cuenta que también pasamos cuenta de lo que les falta a los que están. Falta juventud, pelo, alegría, imaginación, y sobra miedo, competitividad y repeticiones. A mi esto de las repeticiones me sobrepasa. Como aplicado neurótico las ejerzo con toda dedicación pero me agotan los neurotransmisores y no me queda fuerza para nada. El síntoma adjuntado a la repetición es el aburrimiento y esa sensación de que todo es siempre lo mismo.

Como dice David Foster Wallace: "Esa es la libertad real. Eso es ser educado y entender cómo pensar. La alternativa es lo inconsciente, lo automático, el funcionamiento por default, el constante sentimiento de haber tenido y perdido alguna cosa infinita.

Yo sé que esto que les digo puede sonar poco divertido y que roza en lo grandilocuente  espiritual en el sentido que un discurso de graduación debe sonar. Lo que quiero que rescaten, del modo en que yo lo veo, es el tema de la V mayúscula de Verdad, dejando fuera todas las linduras retóricas. Ustedes son libres de pensar como quieran. Pero por favor, no tomen este discurso como a un sermón de esos con el dedito apuntando acusatoriamente. Nada de esto tiene que ver con moralidad o religión o dogma ni con las grandes preguntas luego de la muerte.

La V mayúscula de Verdad se refiere a la vida ANTES de la muerte.

Es acerca de los valores que implica la real educación, que no tiene nada que ver con el acumular conocimiento y sí con la simple atención, atención a lo que es real y esencial, tan oculto en plena vista a nuestro alrededor, todo el tiempo, que tenemos que estar constantemente recordándonos a nosotros mismos, una y otra vez: Esto es agua. Esto es agua. Esto es agua." (David Foster Wallace)

Estoy empezando a  aburrirme de mi propio aburrimiento. Es el comienzo de la curación?.


21 diciembre 2011

Internet y la ilusión del mundo


Con ello me refiero a la fórmula de Walter Benjamin, cuando cuenta que, en el fondo, la aparición del relato organizado, de los cuentos donde el niño triunfa ante el grande o ante el ogro, todo eso deshace el impacto de los relatos míticos donde las brujas se comen a los hombres y unos cuantos horrores más. La pesadilla mítica son los mitos originales, las cosmogonías, las cosmologías y toda una panoplia de mitos horribles y caóticos. Benjamin pensaba que el relato era una forma de alejarse de esos horrores. La pesadilla mítica siempre se relaciona con la indistinción, la indistinción entre el bien y el mal, entre los sexos, entre las distintas generaciones, etc., etc. Podemos preguntarnos entonces si no hay un riesgo de una nueva indistinción a raíz de la abundancia de imágenes. Esa abundancia nos remite a una suerte de amenaza mítica. Hay que tener cuidado. Debe haber formas narrativas capaces de poner la imagen a distancia para que la imagen se quede en lo que es, o sea, una ilustración y no una realidad. Los progresos tecnológicos nos llevan a tomar la imagen por algo real. El pensamiento escrito es mucho más articulado y es eso precisamente lo que necesitamos: un pensamiento articulado frente a la cascada de imágenes. La escritura aporta otra cosa. Sin embargo, también es lícito interrogarse sobre la noción de escritura dado que el enemigo se instaló en ese campo. Basta con abrir Internet para darse cuenta de que casi todo lo que circula allí es oralidad primitiva, primaria. —Internet es también, para usted, una suerte de ilusión. —Sí. Creemos que Internet es un fin en sí, y eso es una ilusión. Se cree que basta con ingresar en ese universo para pertenecer a la comunidad de los comunicantes. Eso es ilusorio. No pertenecemos a nada. Recién hablaba de la ilusión del conocimiento. Con Internet ocurre algo similar. En nuestra computadora tenemos toda la ilusión del mundo, pero ese conocimiento sólo es útil para quienes ya saben algo.

18 diciembre 2011

El patetismo del dominio absoluto sobre mi soledad


(Nicanor Parra)


Por aquel tiempo yo rehuía las escenas demasiado misteriosas.
Como los enfermos del estómago que evitan las comidas pesadas
Prefería quedarme en casa dilucidando algunas cuestiones
Referentes a la reproducción de las arañas,
Con cuyo objeto me recluía en el jardín
Y no aparecía en público hasta avanzadas horas de la noche;
O también en mangas de camisa, en actitud desafiante,
Solía lanzar iracundas miradas a la luna
Procurando evitar esos pensamientos atrabiliarios
Que se pegan como pólipos al alma humana.
En la soledad poseía un dominio absoluto sobre mí mismo,
Iba de un lado a otro con plena conciencia de mis actos
O me tendía entre las tablas de la bodega
A soñar, a idear mecanismos, a resolver pequeños problemas de emergencia.
Aquellos eran los momentos en que ponía en práctica mi célebre método onírico,
Que consiste en violentarse a sí mismo y soñar lo que se desea,
En promover escenas preparadas de antemano con participación del más allá.
De este modo lograba obtener informaciones preciosas
Referentes a una serie de dudas que aquejan al ser:
Viajes al extranjero, confusiones eróticas, complejos religiosos.
Pero todas las precauciones eran pocas
Puesto que por razones difíciles de precisar
Comenzaba a deslizarme automáticamente por una especie de plano inclinado,
Como un globo que se desinfla mi alma perdía altura,
El instinto de conservación dejaba de funcionar
Y privado de mis prejuicios más esenciales
Caía fatalmente en la trampa del teléfono
Que como un abismo atrae a los objetos que lo rodean
Y con manos trémulas marcaba ese número maldito
Que aún suelo repetir automáticamente mientras duermo.
De incertidumbre y de miseria eran aquellos segundos
Es que yo, como un esqueleto de pie delante de esa mesa del infierno
Cubierta de una cretona amarilla,
Esperaba una respuesta desde el otro extremo del mundo,
La otra mitad de mi ser prisionera en un hoyo.
Esos ruidos entrecortados del teléfono
Producían en mí el efecto de las máquinas perforadoras de los dentistas,
Se incrustaban en mi alma como agujas lanzadas desde lo alto
Hasta que, llegado el momento preciso,
Comenzaba a transpirar y a tartamudear febrilmente.
Mi lengua parecida a un beefsteak de ternera
Se interponía entre mi ser y mi interlocutora
Como esas cortinas negras que nos separan de los muertos.
Yo no deseaba sostener esas conversaciones demasiado íntimas
Que, sin embargo, yo mismo provocaba en forma torpe
Con mi voz anhelante, cargada de electricidad.
Sentirme llamado por mi nombre de pila
En ese tono de familiaridad forzada
Me producía malestares difusos,
Perturbaciones locales de angustia que yo procuraba conjurar
A través de un método rápido de preguntas y respuestas
Creando en ella un estado de efervescencia pseudoerótico
Que a la postre venía a repercutir en mí mismo
Bajo la forma de incipientes erecciones y de una sensación de fracaso.
Entonces me reía a la fuerza cayendo después en un estado de postración mental.
Aquellas charlas absurdas se prolongaban algunas horas
Hasta que la dueña de la pensión aparecía detrás del biombo
Interrumpiendo bruscamente aquel idilio estúpido,
Aquellas contorsiones de postulante al cielo
Y aquellas catástrofes tan deprimentes para mi espíritu
Que no terminaban completamente con colgar el teléfono
Ya que, por lo general, quedábamos comprometidos
A vernos al día siguiente en una fuente de soda
O en la puerta de una iglesia de cuyo nombre no quiero acordarme.
(Nicanor Parra)

14 diciembre 2011

El tiempo para crear un nuevo paradigma ideologico

….. Se ha roto el tabú, no vivimos en el mejor mundo posible, y tenemos el derecho, e incluso el deber, de pensar alternativas. En una especie de triada hegeliana, la izquierda occidental ha vuelto a sus principios: después de abandonar el llamado "fundamentalismo de la lucha de clases" por la pluralidad de las luchas antirracistas, feministas, etcétera, el problema fundamental vuelve a ser el "capitalismo". La primera lección debe ser: no debemos culpar a personas ni actitudes. El problema no son la corrupción ni la codicia, es el sistema que nos empuja a ser corruptos. La solución no es "la calle frente a Wall Street", sino cambiar este sistema en el que la calle no puede funcionar sin Wall Street.

"Tener la mente abierta, en sí, no es nada; el objeto de abrir la mente, como el de abrir la boca, es poder cerrarla con algo sólido dentro". Lo mismo ocurre con la política en épocas de incertidumbre: los debates abiertos tendrán que fundirse en nuevos significantes fundamentales, pero también en respuestas concretas a la vieja pregunta leninista: "¿Qué hacer?".

Los "indignados" no son soñadores, son el despertar de un sueño que está convirtiéndose en una pesadilla. No destruyen nada, reaccionan ante la autodestrucción gradual del propio sistema. Todos conocemos la típica escena de dibujos animados: el gato llega al borde del precipicio, pero sigue andando, sin saber que ya no tiene suelo bajo los pies, y no se cae hasta que no mira hacia abajo y ve el abismo. Lo que están haciendo los manifestantes es recordar a quienes tienen el poder que deben mirar hacia abajo.

A lo que hay que resistirse en esta etapa es precisamente a ese deseo de traducir rápidamente la energía de la protesta en una serie de demandas "pragmáticas" y "concretas". Es verdad que las protestas han creado un vacío: un vacío en el terreno de la ideología hegemónica, y hace falta tiempo para llenarlo como es debido, porque es un vacío cargado de contenido, una apertura para lo Nuevo. Los manifestantes salieron a la calle porque estaban hartos de un mundo en el que reciclar las latas, dar un par de dólares a obras benéficas o comprar un capuchino en Starbucks porque el 1% va al Tercer Mundo basta para sentirse a gusto. Después de externalizar el trabajo y la tortura, después de que las agencias matrimoniales hayan empezado a externalizar incluso las relaciones, vieron que llevaban mucho tiempo dejando externalizar sus compromisos políticos, y quieren recuperarlos.

(de Puri)(Slajov Zizek)

13 diciembre 2011

No existe la lealtad

….. “El problema del mundo contemporáneo para poder aplicar políticas efectivas, es el divorcio entre el poder y la política. Antes el poder y la política residían en el estado nación. Podía haber contradicciones, debates y posiciones contrapuestas sobre un tema, pero una vez se había decidido qué era lo que se iba a hacer ya no había ninguna duda: el estado nación lo haría. Nada de esto sucede ahora. Angela Merkel y Nicolas Sarkozy decidieron algo el sabado y se han pasado el fin de semana temblando hasta ver como respondían hoy los mercados. Esto es lo que entiendo por separación de poderes. Los políticos han perdido el brazo ejecutor”.

La única posibilidad que tiene la Unión Europea de salir adelante es que consiga reconciliar el poder y la política. Pero considera que están en quiebra los dos pilares sobre los que se articula una sociedad: la solidaridad y la confianza. En estos momentos sólo se construyen alianzas ad hoc, mientras dure la satisfacción. No existe la lealtad. Una cosa sirve sólo hasta que sale la siguiente que la reemplaza. De la misma manera que las relaciones entre el yo y el resto son extremadamente volubles, lo mismo sucede para entrar o salir de una alianza. La confianza es la base de las relaciones humanas y ahora no hay nada en que confiar. De hecho se produce una especie de círculo vicioso. La gente cree que las cosas son frágiles y quebradizas, que nada es permanente, lo que hace que se comporten como si todo fuera frágil y quebradizo, lo que hace que esta percepción acabe cumpliéndose.

Es esa situación en la que lo viejo ha muerto pero no ha nacido lo nuevo. El poder, el poder real que controla nuestras vidas ya es global, pero nuestros políticos piensan y actúan como si todavía fuera local. Nos enfrentamos a la necesidad de crear un nuevo paradigma, un nuevo modelo que vuelva a conectar la política con el poder. Y no creo que esto se pueda hacer al nivel del estado Nación. Habrá que crear algo equivalente a lo que hicieron nuestros padres con el estado Nación; unificar las leyes, las jurisdicciones… La idea de que los estados locales pueden determinar lo que sucede está fuera de lugar. La soberanía es un concepto zombie, que hace creer que está viva, pero está muerta.

(Zygmunt Baumann)

12 diciembre 2011

El cansancio y la entrega



Un cansancio como accesibilidad, es más, como consumación del hecho de ser tocado y también como posibilidad de tocar, no lo experimenté hasta mucho más tarde. Esto era tan infrecuente como infrecuentes son los grandes acontecimientos de la vida, y hace tiempo que no me ha ocurrido, como si sólo fuera posible en determinadas épocas de la existencia humana y luego no se repitiera más que en situaciones excepcionales, una guerra, una catástrofe natural o algún otro tiempo de extrema necesidad. Y además ocurre que las tres o cuatro veces en que aquel cansancio me —¿qué verbo sería aquí el adecuado?— «fue concedido», me «tocó en suerte», yo estaba realmente en una situación personal difícil, y, para mi fortuna, estando así, me encontré con otro que estaba en un apuro semejante. Y este otro fue siempre una mujer. El apuro sólo no era suficiente; hacía falta también, para que nos uniera aquel cansancio erótico, algo arduo y penoso que acabáramos de superar. Parece ser una regla que hombre y mujer, antes de que, por unas horas, se conviertan en una pareja de ensueño, tienen que haber recorrido primero un camino largo y difícil, tienen que haberse encontrado en un tercer lugar, extraño a los dos, lo más lejano posible a cualquier tipo de patria —o de confortabilidad doméstica—, y además con anterioridad tienen que haber superado un peligro o simplemente una larga confusión, en un país hostil, que además puede ser el propio. Entonces pasa a ser posible que aquel cansancio, en el lugar de refugio que al fin está en silencio y en paz, haga que tanto el hombre como la mujer, tanto la mujer como el hombre, poco a poco se vayan entregando el uno al otro, de un modo tan natural, tan íntimo, que no tiene comparación —así es como ahora lo estoy viendo— con ninguna de las otras uniones posibles, ni con el amor; es «como intercambiar pan y vino», así es como lo llamó otro amigo.

(Peter Handke)

(Probablemente el cansancio del sexo y el abandono de la imagen de uno mismo permita el dialogo tranquilo y que el pan con chorizo sepa mejor. Puede que el sexo este sobrevalorado y únicamente sea un tramite para hablar sin espinas, para encontrar la distancia adecuada. (Evaristo Cienpozuelos)

08 diciembre 2011

La bicicleta y la condena a la utopia

La experiencia de la bicicleta me permitió subrayar que todo está en relación con el tiempo y el espacio. En ese sentido, la bicicleta corresponde a la necesaria dimensión individual. Cuando estamos sentados ante nuestras computadoras estamos sumergidos en un universo ficticio de instantaneidad e ubicuidad. Si tenemos trabajo estamos asfixiados por la manera en que está concebido fuera de nosotros, y si no tenemos trabajo estamos aplastados como individuos. Hay una suerte de totalitarismo liberal muy pesado. Entonces ¿qué podemos hacer? A escala individual, creo que el único medio de escapar a la ilusión es tener su propia relación con el tiempo y el espacio. La bicicleta es un buen instrumento: nos remite a la infancia, a la vejez, nos remite a la noción de las distancias que es preciso recorrer, al control, etc., etc. ¡Desde luego, no se puede reformar el mundo pregonando la reforma individual y la bicicleta! Estamos todos condenados a la utopía mientras seamos mortales. Aún no hemos terminado de redefinir la finitud del ser humano, la materialidad del espíritu y el devenir de la historia.

(Marc Augé)

07 diciembre 2011

Un pais de muertos


Una mañana pusimos la radio y no había argumentos nuevos, pero tampoco a veces hay calcetines limpios, qué le vamos a hacer, y tienes que tirar de los del cesto de la ropa sucia. Es lo que hicieron los tertulianos y analistas: sacaron los argumentos viejos del armario, los sacudieron un poco y resultó que estaban muertos, muchos de ellos en avanzado estado de descomposición. Pero, como decía el otro, el espectáculo debe continuar, de modo que tomaron los cadáveres, les dieron un barniz de formol, los maquillaron un poco, los revolvieron luego sobre la mesa de mármol del forense, como se revuelven las fichas de dominó antes del reparto, y tomándolos al azar fueron exponiéndolos al público con naturalidad, y sin que nadie protestara, como si la audiencia hubiera fenecido también. En la televisión y los periódicos ocurría lo mismo: programas muertos, por un lado, editoriales muertos por otro, artículos de opinión muertos a granel, ideas muertas en cada titular, hasta las necrológicas, el género más vivo de la prensa, parecían muertas. Y cuando se conoció la composición del nuevo Gobierno, resultó que estaba formado, sin excepción, por cadáveres. Pongan al menos un ministro de Economía vivo, se atrevió a solicitar un loco, pero lo hizo sin argumentos frescos en los que apoyar su petición. Así que ni el de Economía, ni el de Cultura, ni el de Fomento, ni el de Trabajo..., ninguno de ellos estaba vivo, todos muertos, lo que a la población viva, en vías de extinción, y dadas las características del presidente elegido, tampoco le extrañó demasiado. Así fue como un país entero siguió tomando el autobús y formando colas en las pescaderías y haciéndose transfusiones de sangre, y viendo la tele por la noche sin advertir que era un país de muertos. La enfermedad había empezado por las palabras, es decir, por los discursos.
(de Puri) (Juan Jose Millas)

06 diciembre 2011

Un instante sin culpabilidad


La instantaneidad es hoy la consigna del mundo. Paul Virilio ha descrito muy bien esta ubicuidad de la instantaneidad. Pero yo me refiero a otro instante, a un instante más íntimo, el instante de la relación con nosotros mismos, el instante del encuentro con los otros, con una mirada, con un paisaje, con una idea. No hay identidad individual o colectiva que pueda construirse sin el otro. La soledad absoluta es impensable. El itinerario del individuo pasa por el encuentro con los demás. Por eso, cuando evoco el instante, es por oposición a todo lo que está marcado por el pasado. Tenemos una tendencia a encontrar la explicación de todos los fenómenos en el pasado, sea en la perspectiva marxista o analítica. Desde luego, no se puede negar la importancia del pasado en la construcción individual y colectiva, pero diría que los momentos de creación son los momentos que escapan a esa gravedad. Para mí, el instante es justamente eso, un momento en el que el tiempo cambia de registro, hay un tiempo que circula pero que no depende de lo que pesa sobre él. Un instante sin culpabilidad.

02 diciembre 2011

El soltero y su ama de llaves

La economía que hasta ahora se ha considerado políticamente correcta ignora el valor de actividades socialmente útiles que realizan los individuos al margen de los circuitos de mercado. Por ejemplo, el coste de cuidar un niño en una guardería se incorpora al PIB por el importe del sueldo del empleado profesional más el beneficio obtenido por el propietario de la guardería, los alquileres, etc. Sin embargo, si quien se encarga de cuidar al pequeño es su madre, un abuelo o una tía soltera desempleada, pese a que el tiempo de trabajo dedicado a ocuparse del menor sería en principio exactamente el mismo que en la guardería, ni la patronal ni los sindicatos ni los ministerios de Trabajo y Economía se darán por enterados de que ese tipo de trabajo ha sido efectuado. Para las estadísticas de la Renta Nacional sería catastrófico el hecho de que un hombre soltero se casara con su ama de llaves. En efecto, bajo los roles clásicos, la feliz casada seguiría realizando exactamente el mismo trabajo que antes, sólo que sin percibir una retribución monetaria. (Jose Antonio Perez)

30 noviembre 2011

El cuerpo natural y el cuerpo atlético


Cuando uno es deportista de élite, tienes que matar el cuerpo natural para dar paso al cuerpo atlético. Esto pervierte la relación con la muerte. Después de una carrera profesional, el cuerpo atlético ya no sirve para nada. Reactivar su cuerpo natural, una vez que su imagen está irreversiblemente destruida, es una apuesta imposible.

(Claire Carrier)

27 noviembre 2011

Cartier Bresson y el anarquismo

(Henri Cartier-Bresson)

El anarquismo es, ante todo, una ética y, como tal, se ha mantenido intacto. El mundo ha cambiado, pero no el concepto de anarquía, el desafío frente a todos los poderes. Gracias a eso, he logrado zafarme del falso problema de la celebridad. Ser un fotógrafo conocido es una forma de poder y yo no la deseo.

La fotografía es la acción inmediata; el dibujo es la meditación. Aquella es el impulso espontáneo de una atención visual perpetua; capta el instante y su eternidad. En éste, el trazo elabora lo que nuestra conciencia pudo captar de ese instante. Al dibujar, disponemos de un tiempo; no así cuando fotografiamos.

-¿Qué le ha gustado en la fotografía durante tantos años?

Apretar el disparador o, si lo prefiere, sacar la foto. Es mi pasión. Estuve tres años en la India, Birmania, China e Indonesia. En todo ese tiempo, digamos que sólo vi mis fotos por casualidad, en los diarios. Las sacaba y las enviaba a Magnum, sin interesarme por el resultado. Soy como ese cazador al que le apasiona derribar una pieza, pero no la comería. A mí me ocurre lo mismo; sólo me importa disparar. El problema es encontrar el momento oportuno, el instante…

(Cartier Bresson)

22 octubre 2011

La despolitización de la economia

Quizás haya llegado el momento de criticar esa actitud que domina nuestro mundo: el liberalismo tolerante y multicultural.
Quizás se deba rechazar la actual despolitización de la economía. Quizás resulte necesario, hoy en día, suministrar una buena dosis de intolerancia, aunque sólo sea con el propósito de suscitar esa pasión política que alimenta la discordia. Quizás convenga apostar por una renovada politización.
La prensa liberal nos bombardea a diario con la idea de que el mayor peligro de nuestra época es el fundamentalismo intolerante (étnico, religioso, sexista...) y que el único modo de resistir y poder derrotarlo consistiría en asumir una posición multicultural.
Pero, ¿es realmente así?. ¿Y si la forma habitual en que se manifiesta la tolerancia multicultural no fuese, en última instancia, tan inocente como se nos quiere hacer creer,por cuanto, tácitamente, acepta la despolitización de la economía?
Esta forma hegemónica del multiculturalismo se basa en la tesis de que vivimos en un universo post-ideológico, en el que habríamos superado esos viejos conflictos entre izquierda y derecha, que tantos problemas causaron, y en el que las batallas más importantes serían aquellas que se libran por conseguir el reconocimiento de los diversos estilos de vida. Pero, ¿y si este multiculturalismo despolitizado fuese precisamente la ideología del actual capitalismo global?

11 octubre 2011

Poetas


El extraño recorrido llegaba a su final. El arco de piedra, medio derruido, que se sostenía con la ilusión de la eternidad y tras el que se traslucía un camino encuadrado entre árboles , me hizo detener. La indecisión, la voluntad de seguir adelante. Al final una puerta: Monasterio de los Poetas. Llamé y me recibió un personaje vestido como un poeta del siglo XIX, con esa imagen de las películas románticas. No pronunció palabra. Yo también permanecí callado. El dijo: “ Me gustas cuando callas porque estas como ausente”.
La comunicación, buscando el fondo de las palabras, volar por encima de ellas. Le respondí: “Por lo visto es posible declararse hombre. Por lo visto es posible decir no”. El me hizo ademán de que pasara: “ La vida todavía es posible, por lo visto”. Seguí adelante, en silencio, resonando en mi cabeza todas las poesías que recordaba. La gente apenas hablaba, guardaban el peso de la palabra para reforzar la entonación y el poder de la voz.

Alguien se dirigió a mi: “Funde pues el bronce de la alegría que solo dura un instante para modelar la tristeza que dura eternamente". A pesar de que había estado en otros lugares donde la exigencia verbal y de conducta era muy alta nunca me había sentido tan presionado como en esta ocasión. No respondí y el hombre se alejo triste pero apaciblemente. Trabajaba cada uno con una especie de Koan en forma poética que deberían resolver. Al ser nuevo buscaban en mi alguna indicación. Otra frase me sorprendió sin sentirla apenas: “Apenas puedo recordar que fue de varios años de mi vida. o adonde iba cuando me desperté y no me encontré solo". No supe tampoco que decir. Seguí andando. ¿Y si me había metido equivocadamente en un psiquiátrico?.

Otra frase, casi a punto de estallar: “Pero ha pasado el tiempo y la verdad desagradable asoma, envejecer, morir es el único argumento de la obra”. Sin respuesta, no me daban tregua. Entonces sucedió lo inevitable, tras la ultima frase: “Para saber de amor, para aprenderlo, haber estado solo es necesario. Y es necesario, en cuatrocientas noches, con cuatrocientos cuerpos diferentes, haber hecho el amor. Que sus misterios, como dijo el poeta, son del alma. Pero un cuerpo es el libro en que se leen". Respondí “El sexo solo es sucio si se hace bien”. Mi vida ha mejorado desde entonces como Abad de este monasterio, la gente habla menos pero esta más contenta. Ya sabia que Woody Allen no me fallaría.

(Evaristo Cienpozuelos)

08 septiembre 2011

Como tomar el control y dejar de poner excusas

Muchas personas albergan la idea de que otras personas, en algún lugar ahí fuera, han alcanzado la vida perfecta. Cuando comparan, se sienten insatisfechas con la vida que tienen o incluso timadas por completo, privadas de lo que, según creen, se merecen pero no tienen, una vida que en realidad nadie tiene. Y al tiempo que anhelan una vida de felicidad perfecta que es imposible conseguir, son incapaces de tomar las riendas de la vida que sí tienen y enriquecerla con actos contundentes y realistas. Los existencialistas son nihilistas porque reconocen que la vida es en ultimo término absurda y está llena de verdades terribles e ineludibles. Pero son antinihilistas porque reconocen que la vida sí tiene un sentido: el sentido que cada persona elige dar a su propia existencia.

09 agosto 2011

Tal vez no era pensar, la fórmula, el secreto.

Tal vez no era pensar, la fórmula, el secreto, sino darse y tomar perdida, ingenuamente, tal vez pude elegir, o necesariamente, tenía que pedir sentido a toda cosa. Tal vez no fue vivir este estar silenciosa y despiadadamente al borde de la angustia y este terco sentir debajo de su música un silencio de muerte, de abismo a cada cosa. Tal vez debí quedarme en los amores quietos que podrían llenar mi vida con un nombre en vez de buscar al evadido del hombre, despojado, sin alma, ser puro, esqueleto. Tal vez no era pensar, la fórmula, el secreto. sino amarse y amar, perdida, ingenuamente. Tal vez pude subir como una flor ardiente o tener un profundo destino de semilla en vez de esta terrible lucidez amarilla y de este estar de estatua con los ojos vacíos. Tal vez pude doblar este destino mío en música inefable. O necesariamente... (Idea Vilariño)

08 agosto 2011

El goce se confunde con la propiedad

... La impaciencia, se dijeron Jérome y Sylvie, es una virtud del siglo XX. A los veinte años, cuando hubieron visto, o creído ver, lo que podía ser la vida, la suma de dichas que encerraba, las infinitas conquistas que permitía etc... supieron que no tendrían la fuerza de esperar. Podían llegar, ni más ni menos que los otros, pero lo único que querían era haber llegado. Sin duda eso era lo que se ha convenido en llamar intelectuales. Pues todo les decía que andaban errados, y, en primer lugar, la vida misma. Querían gozar de la vida, pero, en torno a ellos, el goce se confundia con la propiedad. Querían permanecer disponibles, y casi inocentes, pero los años pasaban de todos modos, y no les aportaban nada. Los otros acababan por no ver en la riqueza más que un fin, pero ellos no tenían ni una perra. Se decían que no eran los más infelices. tal vez tenían razón. Pero la vida moderna excitaba su propia desdicha, mientras borraba la desdicha de los otros: los otros estaban en el buen camino. Ellos no eran gran cosa: unos pelados, unos francotiradores, unos lunáticos. Es verdad, por otra parte, que en cierto modo el tiempo trabajaba en su favor y que tenian del mundo posibles imágenes que podian parecer exaltantes. Era un consuelo que convenian en juzgar ruin. (Georges Perec: Las cosas)

03 agosto 2011

El coleccionismo y los sentimientos


   Voy a convertirme en coleccionista de mi propia vida, catalogando esos instantes neutros, deshumanizados, ya que lo que se repite constantemente es el catalogo limitado de mis sentimientos, cuya fuerza, a veces avasalladora, no puede ya tapar su patética repetición.
El coleccionismo es pues una forma de detener el tiempo, de fijar la existencia en algo más alentador que la propia vida, tan acorazada por el miedo. La arqueología de lo sentimental viene dada, en mi caso, por una repetición en el sentir. No me reconozco en el índice de sentimientos habituales pero tampoco consigo encontrar un nuevo catalogo. Sonrío cuando alguien expresa sentimientos en mi presencia pero siempre los siento "forzados", algo histriónicos.
Ni la sexualidad me saca de esa coraza "reichiana" en mi camino hacia el silencio y la contractura, que no tiene el glamour de la catatonia. Ya no me divierten los juegos de parejas y sus "libertades" o "ataduras", tampoco me interesan los "juegos laborales" y el "fijate.... con lo que yo he hecho", me aburren los "juegos políticos", "entonces yo le dije.... " y aquí siguen razones de estado. Me aburre la reiteración de mis pensamientos, los caminos trillados de mi cerebro, y sobre todo esa incapacidad de cambio que la costumbre y el goce impiden constantemente.
Solo me estremece un texto "justo" que no produzca "tolerancia" en su lectura repetida, un cuerpo "justo" sin añadidos motrices, una sonrisa "justa" bordeando la amargura, una muerte "justa" sin prolongar nada.
Quizás el amor "justo" , aunque se desgasta tanto que llega un momento en que parece que no hubiese ocurrido. Puede que el catalogo indefinido de tipos de amores no sean mas que combinaciones de palabras que explican nuestros cálculos para no estar solos.
Puede que todo sea una incapacidad de meter la cabeza en lo oscuro, porque para poder soñar hay que aceptar las pesadillas.
Quizás la evolución sea una impostura.
(Evaristo Cienpozuelos, tras la depresión post-vacaciones)

El miedo es mi compañero más fiel, jamás me ha engañado para irse con otro. (Woody Allen)

19 julio 2011

La felicidad y la tensión

…... la felicidad es una tensión permanente, como decía Aristóteles, es un apuntar del arquero hacia una diana, entonces nunca puedes decir que eres feliz sino que estás en esa dirección, y la felicidad es algo que te juegas todos los días y se despliega a lo largo de la vida, no es instantaneidad. En gran medida yo sigo apuntando a la diana y mantengo esa tensión, más allá de las desgracias personales que uno pasa, las que son inevitables, de las injusticias, o de la amenaza permanente de la enfermedad, del dolor, pero algunos de los elementos de la felicidad los tengo y trato de desarrollar una vida de afectos y trabajo en aquello que me gusta y en ese sentido tengo los elementos básicos, pero la vida sigue y hay que seguir apuntando a la diana”. (Vicente Serrano)

12 julio 2011

La felicidad y los limites

“La voluntad de poder nos hace pensar que la felicidad consiste en NUESTRO poder y es lo que guía básicamente el mundo moderno. Está en nuestra vida cotidiana, en la voluntad de acrecentar la posesión de objetos y en otras muchas realidades cotidianas, en la organización social y económica, incluso en la cultura. La voluntad de poder no se refiere entonces sólo al poder político, sino a aquello que se dice de que siempre se quiere más. Cuando Spinoza dice lo contrario, sólo si reconocemos nuestros limites y lo hacemos a través de los afectos, y nos reconocemos como limitados en el seno de una totalidad, incrementamos nuestra potencia de obrar, es decir, nuestras capacidades, lo que es una paradoja: a medida que nos reconocemos como limitados reconocemos también esa totalidad, y cómo somos parte de ella, alcanzamos el máximo de poder. Por el contrario, si pretendemos no reconocer límites y que la naturaleza esté a nuestro servicio, como de hecho viene ocurriendo en los últimos siglos, no lograremos más que generar tristeza. La voluntad de poder que no quiere reconocer límites y que pretende imponerse sobre cualquier otro afecto es hermana de la mayor impotencia”. (Vicente Serrano: La herida de Spinoza)

05 julio 2011

Solo

Vivo solo. Un “single” para los pijos y para los que saben ingles. Tengo un apartamento pequeño con todas las comodidades, aire acondicionado y una pequeña terraza. Nunca me he preguntado porque vivo así, eso se lo suelen preguntar los demás. Una temporada, al pasar los 33 años, me consideraron homosexual, porque un chico guapo, sensible y con un buen sueldo como yo no era normal que no tuviera pareja. Fue un buen año, cuando se corrió la voz me vi acosado, sobre todo por mujeres, en un intento de comprobar, cambiar o al menos saber de la veracidad de mi inclinación sexual. Lo resolví de una manera moderna diciendo que era bisexual o fluido, lo cual permite todo sin escándalos y da un morbo especial que favorece las relaciones.

Viajo mucho en viajes organizados donde conozco gente y hago amigos, pero siempre pido, aunque sea un poco más cara, la habitación individual para no tener que compartir momentos de cremas y ronquidos.

Voy mucho al cine con amigos o amigas del trabajo. Ceno al menos dos noches por semana en buenos restaurantes y soy, como todos, moderadamente infeliz. Tengo algún sobrino que me reconcilia con la paternidad ya que tras los primeros veinte minutos de contacto y juegos me quedo tan agotado que renuncio por otros diez años a ser padre. El sexo tampoco es problema ya que siempre encuentro alguna compañera que quiere dormir alguna noche conmigo, sin compromiso posterior.

Y no os hagáis ilusiones, no siento ningún vacío en mi vida ni estoy afiliado a ninguna ONG para compensar ese egoísmo que socialmente se me achaca. ¡Que bien vives!, ¡Claro sin responsabilidades!, ¡ Si yo estuviera soltero le pegaría fuego a la ciudad.....,!. En fin, de todas maneras me sigue abrumando la soledad ya que la peor soledad que hay es darse cuenta de que la gente es idiota.

(Evaristo Cienpozuelos)

04 julio 2011

No somos nada



Me he pasado media vida haciendo listas, índices de conocimientos, amigos, libros que he leído, supongo que intentando llenar ese "no soy nada" e intentando "ser" , mas bien, aparentar algo. Las personas que están llenas, propiamente llenas, sin quererlo, no se preocupan de los detalles ni de hacer listas, tienen suficiente con vivir. Luego, mas adelante, eres ya un perfecto fingidor y aparentas plenitud, aunque sabes que apenas sabes nada y entiendes menos. Entonces quieres vaciarte para ser algo "autentico" (no se muy bien lo que esto ha significado para mi, es una especie de palabra talismán, probablemente sin ningún significado) e intentas quitar lo superfluo o accesorio (otro par de palabras psicológicamente inútiles). Te quedas en tierra de nadie, se te queda cara de tonto y cada día te aguantas y te aguantan menos. Luego enganchas con el Budismo Zen y aparte de cortarte el pelo, ya escaso de por si, huyes de tus deseos (otra palabra talismán que significa, para mi, sexo, con lo cual con el budismo no tengo futuro de realización satoriniana que no tiene que ver con el clítoris.
Como dice mi gurú de cabecera Lydia Davis: "a mitad de camino de la vida, ya eres lo bastante inteligente para advertir que todo equivale a nada; nada significa nada, incluido el éxito. Pero ¿Cómo va a aprender una persona a verse a sí misma como si fuera nada cuando, antes, le ha costado lo indecible aprender a verse a sí misma como si fuera algo?. Es muy complicado. Dedicas la mitad de tu vida a aprender que, a pesar de todo, eres algo, y ahora debes dedicarle la otra mitad a aprender a verte como si fueras nada..... Quizá, por el momento, lo que debería intentar es ser, cada día, un poco menos de lo que soy habitualmente.....
¡Vaya lío.....!
(Evaristo Cienpozuelos)

25 junio 2011

Amor eterno



Lunes 9: He conocido a Marina. He tenido esa sensación, poco frecuente en mi, de cosquilleo en la tripa. No podía dejar de fijarme en sus labios, parecen tener vida independiente y ajena al resto del cuerpo. Creo que me estoy enamorando.

Martes 10: He conocido a Marina. He tenido esa sensación, poco frecuente en mi, de cosquilleo en la tripa. No podía dejar de fijarme en sus ojos, tan abiertos a ratos y a veces tan entornados, imitando el abandono que su cuerpo anuncia. Creo que me estoy enamorando.

Miércoles 11: He conocido a Marina. He tenido esa sensación, poco frecuente en mi, de cosquilleo en la tripa. No podía dejar de fijarme en su forma de hablar, reteniendo y jugando con las palabras y mi deseo. Creo que me estoy enamorando.

Jueves 12: He ido al medico. Tengo Alzheimer. No recuerdo nada de un día para otro. Me ha acompañado Marina, a la que he conocido hoy. No podía dejar de fijarme en sus manos, tan suaves y acariciadoras. A ratos tengo la sensación de conocerla de hace tiempo. Creo que me estoy enamorando.

Viernes 13: He conocido a Marina. He tenido esa sensación, poco frecuente en mi, de cosquilleo en la tripa. No podía dejar de fijarme en sus labios, que parecen tener vida independiente y ajena al resto del cuerpo. Creo que me estoy enamorando.

(Evaristo Cienpozuelos)


Aunque sea un instante, deseamos/ descansar. Soñamos con dejarnos./ No sé, pero en cualquier lugar/ con tal de que la vida deponga sus espinas. (Gil de Biedma: Aunque sea un instante)

22 junio 2011

La trampa del "yo también te quiero"


El verano angustia a los que tienen miedo de vivir, de salir, de estar con la gente y el invierno angustia a los que tienen miedo a la soledad, a la introspección. Nuestro antiguo amigo Silo, ya fallecido, decía que hasta que para ti no sea igual el verano y el invierno, la primavera y el otoño, no habrás superado tus contradicciones. Me gusta esta frase tan mística de haber superado tus contradicciones que posiblemente al final se convierta en aceptarlas simplemente sin intentar llegar a ningún sitio. 
Son días de reflexión, todo esta cambiando y en la próxima guerra ideológica que ha comenzado se van a caer todos los ídolos. Donde me colocare?. No estoy seguro de ser tan valiente de colocarme del lado del cambio y el que no se coloque ahí, del lado de la austeridad, la solidaridad, el reparto y la vida mas lenta y sencilla sera un muerto en vida. Necesitara gastar toda su energía en fingir que quiere un mundo mejor, babeara posiblemente con esa blandura de los pijos, para disimular la mano de hierro que ocultan. 
Mi cobardía me hace imperceptiblemente huir de los conflictos. Me manejo mejor en el cuerpo a cuerpo. 
Me gusta Lynda Davies cuando dice: ".....Siempre suena un poco soso cuando alguien dice: Yo también te quiero, porque se limita a responder, aunque hable en serio, y el problema es que nunca sabré si ella hablaba en serio, o quizá algún día me diga si hablaba en serio o no, pero por el momento no hay forma de saberlo, y lamento habérselo dicho yo, fue una trampa en la que no quería hacerla caer, reconozco que fue una trampa, porque si ella no hubiera dicho nada me hubiera dolido también, como si hubiera cogido algo mio, aceptándolo sin dar nada a cambio, así que ella, irremediablemente, aunque solo fuera por ser amable conmigo, tenia que decir aquello, y ahora irremediablemente yo no se si lo decía en serio. "

17 junio 2011

El original y la copia

..............Se creyó aquello de que se podían hacer políticas progresistas de gasto sin hacer políticas progresistas de ingreso. A esto los ingleses lo llamaban la Tercera Vía.

Tal vez la mejor definición de la Tercera Vía se encuentre en el retrato de Blair incluido en el libro Sobre el olvidado siglo XX, de Tony Judt. Cuenta allí Judt que, en 2001, en un debate radiofónico sobre las legislativas británicas, una joven periodista preguntó si había alguna diferencia entre la pasión de Thatcher por las privatizaciones y la de Blair. Le respondió el director del conservador Daily Telegraph con esta mordaz sentencia: "Thatcher creía en las privatizaciones, a Blair simplemente le gustan los ricos". Ahí está la clave de la actual hegemonía conservadora en Europa: el electorado, puesto a elegir, prefiere el original desacomplejado a la copia vergonzosa.

Lo diré de nuevo: nuestros hijos no tienen nada contra la edad. Al contrario, los nonagenarios Hessel y Sampedro son para muchos un referente de sabiduría rebelde. Lo que no aprecian es la figura del apoltronado que predica la resignación, que rezonga que las cosas no pueden cambiarse, que pontifica sobre el carácter sagrado de tal o cual texto o sobre la imposibilidad de políticas alternativas, que gruñe aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Judt llamaba a esta actitud la "coacción paternalista del nosotros sabemos lo que es mejor para ti". Nuestros hijos quieren a sus padres y abuelos, pero no soportan, y con razón, el paternalismo.

(Javier Valenzuela) (ver texto completo)

14 junio 2011

Ya no vives, es un simulacro

"Me fascina lo imperfecto; la perfección siempre es una forma de violencia, de lo autoritario". 

 "Mis familias son el reflejo minúsculo de esta sociedad desestructurada, que funciona como islas". 

 "La linealidad del relato hoy es absurda. Secuencialmente, ya no puedo pensar. Trabajo en bloques, escribo en archipiélagos frente al continente clásico. 

 "Escandalosa la falta de memoria; el mundo parece cíclico. En la antigüedad, los dioses te enviaban al sacrificio; la fatalidad, alguien decidía por ti... Hoy, igual: alguien te empuja para que te disuelvas en una sociedad en la que otros piensan por ti. Tu ya no vives, es un simulacro". (Carlos Yushimito)

05 junio 2011

La Politicolalia


.. siguiendo con los sábados por la noche, mi vida sexual es rutinariamente desorganizada. Mi primer y único matrimonio fue un fracaso (me case con una chica que iba mucho a la peluquería y me admiraba por mi coherencia. ¿Cómo conseguí engañarla tanto tiempo?). Lo dejamos sin acritudes, aunque me la había "pegado" con todos mis "estupendos" amigos. Entonces comencé a salir con quien se ponía a tiro, sin muchas exigencias.

Claro, no puedo obviar mi principal dificultad sexual emparentada en cierta manera con la de mi tía Agripina, del pueblo de mis orígenes. Agripina soltera y mártir, seca de carnes y blanca de piel, como las monjas, que uno no sabe si es porque no toman el sol o por alguna alteración corporal provocada por los pocos "ardores" que padecen. Pues bien, Agripina, educada hasta la médula, ni una palabra mas alta que la otra, como máximo "recorcholis" sufrió un ataque de "coprolalia", este nombre lo aprendí después, y en medio de la conversación intercalaba, sin venir a cuento, palabras como: coño, cojones, mierda, etc... con el consiguiente sobresalto de sus amigas, tan educadas como ella. La primera vez que sucedió casi fallece de un atasco de churro su amiga Consuelo, a la que nunca se le olvido la circunstancia.

Retomando lo mío, en el acto sexual y en el momento de la culminación (eyaculación se dice técnicamente y correrse vulgarmente) grito estentóreamente y sin poderme contener: ¡Viva la República!, con el consiguiente sobresalto de mi pareja e incluso vecinos. He consultado al Neurólogo y parece que debería llamarse al trastorno "politicolalia", pero aun no esta descrito. Quiere llevar mi caso a un congreso, pero no se yo si dejarle. Claro ellas se asustan mucho, no se, me miran como si fuera un fanático o algo así.

Luego me da vergüenza y nos las vuelvo a llamar. Lo que me sienta peor es que se algunas se ponen comprensivas y lo entienden y me dicen eso que siempre he odiado: "Creo que podría quererte a pesar de todo".

Este trabajo me deja cansadísimo..

(Evaristo Cienpozuelos)

04 junio 2011

Charla adaptativa al poder que se avecina


"..... la verdad es que soy un cerdo, presumo de coherencia e integridad, ya sabe, esas expresiones que hacen que se te llene la boca y te engorde un poco la cara y nadie sabe que significan. Siempre pienso que esto del ocaso de las ideologías es mentira, para mi nunca ha habido ideologías sino sábados por la noche, una cenita romántica y un buen polvo o una buena película, dependiendo. La ideología era el relleno, la conversación, procurando no molestar a la chica de enfrente. Yo suelo ir de simpático inteligente porque para guaperas con desodorante y pelos rizados en el pecho no me da ni la talla ni mi alopecia corporis. El problema es que me canso, siento que me repito aunque ultimamente con esto del 15 M he recuperado recuerdos de las asambleas de los 70. Algo he rejuvenecido. No me gustan nada las corbatas."
Le indique que por hoy era suficiente. La próxima sesión de charla adaptativa al poder que se avecina (CAPA), ya les he dicho a los del PP, que ahora me tienen de psicoterapeuta, que el nombre puede dar lugar a malentendidos, tendríamos que retrasarla, los avances son lentos, se les nota mucho el plumero. No me hacen mucho caso, me tienen como el chico de los recados. A ver si me jubilo.
(Evaristo Cienpozuelos)

30 mayo 2011

La modernidad y el tranvia



Cuando yo era joven tenía mucho temor al lugar común y quería que cada frase mía fuese única y memorable. Ahora que no tengo derecho a los errores de la juventud, considero que negar el lugar común es negar lo que han pensado, sentido y dicho las generaciones anteriores. La frase de Ortega y Gasset (el lugar común es un tranvía que lleva a todas partes) resulta débil, precisamente, porque en vez de usar las palabras "vehiculo" o "medio", que sería el lugar común en este caso, ha querido eludirlo, ha querido ser moderno.... y nos muestra un tranvía.


(Jorge Luis Borges)

27 mayo 2011

Lo más raro es que el espejismo haya durado tanto

Y autocrítica, insisto, para no ceder más al halago, para reflexionar sobre lo que cada uno puede hacer en su propio ámbito y quizás no hace con el empeño con que debiera: el profesor enseñar, el estudiante estudiar haciéndose responsable del privilegio que es la educación pública, el tan solo un poco enfermo no presentarse en urgencias, el periodista comprobando un dato o un nombre por segunda vez antes de escribirlos, el padre o la madre responsabilizándose de los buenos modales de su hijo, cada uno a lo suyo, en lo suyo, por fin ciudadanos y adultos, no adolescentes perpetuos, entre el letargo y la queja, miembros de una comunidad política sólida y abierta y no de una tribu ancestral: ciudadanos justos y benéficos, como decía tan cándidamente, tan conmovedoramente, la Constitución de 1812, trabajadores de todas clases, como decía la de 1931.

Lo más raro es que el espejismo haya durado tanto.

(Antonio Muñoz Molina:texto completo) (de Puri)

25 mayo 2011

Los encuentros a deshora


No aceptar otro orden que el de las afinidades,
otra cronología que la del corazón,
otro horario que el de los encuentros a deshora,
los verdaderos.
(Julio Cortazar)

No se porque, los encuentros programados, con el discurso preparado, siempre son frustrantes. Esa sensación de actuación fracasada, el miedo al derrumbe de la imagen de uno, apuntalada con chatarra. Siempre el miedo..... Solo se puede comenzar a vivir a partir del fracaso, a partir de renunciar a la habilidad de engañar a los demás, de hacerles creer lo que no somos.

Como decia Borges: Mi vida ha sido un fracaso, pero hasta en eso he fracasado.

(Evaristo Cienpozuelos)

24 mayo 2011

Me he vendido al capital




Hemos ganado. Tras mi desastroso paso por la Moncloa como asesor mass-media he fichado por el PP. Dado mi prestigio me quisieron fichar los del 15 M, pero aunque mi corazón esta con ellos no tengo el cuerpo para dormir en tienda de campaña.

Me tienen un poco para todo, como la mayoria son registradores de la propiedad, notarios, abogados y cosas así, les enseño en ratos libres lo que tienen que decir para parecer normales.

Tengo un muestrario de frases:

Nada de ¡Malditos rojos ! sino "La visión de la izquierda no tiene en cuenta la variabilidad y la competitividad humana, si quitamos los estímulos todos obesos de tanto dormir la siesta".

Nada de: ¡Las ideas de la gente me importan una mierda, esos no han comido caliente en su vida!, sino "dentro del racional y lógico intercambio de pareceres esas ideas están algo inmaduras y no son aplicables aunque son de destacar por la originalidad de su diseño".

Nada de: !lo que tienen que hacer esos vagos es trabajar, siempre pidiendo mas, vacaciones, bajas, son imposibles." sino "hemos de ajustar el mercado laboral para mejorar nuestra competitividad en el mercado mundial sin perder los beneficios sociales que a las  generaciones anteriores tanto esfuerzo les ha costado lograr".

Les cuesta aprender porque aunque tienen carrera y pillan la idea, les sale el ramalazo.

No se lo que voy a durar en este trabajo ahora que han ganado, ya no tienen que mantener las apariencias, incluso ayer tras la victoria alguno ha habido que medicarlo, quería asaltar la Moncloa.

Estoy un poco triste, me he vendido al capital, pero a pesar de eso me pagan poco. Yo siempre he querido vender mi alma, pero es muy triste que nadie me la quiera comprar. Me han dicho que hay un mercado excedente de almas y tiene mala salida. Veis, ya hablo como ellos.

Sin embargo, como dice Woody Allen: "Lo que más odio es que me pidan perdón antes de pisarme.

Animo, a ver si conservo mi empleo.

(Evaristo Cienpozuelos)

21 mayo 2011

Es fundamental la figura del asesino

"Los mejores están destinados a morir para que sobrevivan los mediocres y los imbéciles"

"Es necesaria que este amenazada tu vida para que tengas ganas de vivir, para que luches por tu supervivencia. Sin esa amenaza decaemos y arrellanados en la depresión deseamos morir, solo morir. Es fundamental pues la figura del asesino"

"Una decepción con el mundo de los vivos me hace acercarme al mundo de los muertos"

"Hablar del dolor y el sufrimiento es una batalla contra la banalidad y la vulgaridad con la que intentan controlarnos. Hay una especie de integrismo de la banalidad, un discurso de la banalidad, un discurso intelectual incluso, como arma arrojadiza contra todo lo que es profundo, sensible, bello, y para mi hablar del dolor es algo revolucionario y hablar de los sentimientos más profundos es algo revolucionario"

"He decidido trabajar con el odio y la ira"

17 mayo 2011

La fotografia , el tedio y la salvación por el teatro

Quizas la vida, como el teatro, "cuando se fotografia muere. Por eso es tan único. Y hoy, cuando existe tanta fidelidad de reproducción, la gente regresa al teatro buscando cercanía, vida y verdad. Esto explica que los teatros estén llenos en tiempos de crisis" (Nuria Espert).

Quizás esta "cercanía fotografiada" nos este matando de soledad. O quizás no sea mas que un complemento esplendido de la cercanía de verdad, de carne y hueso, de piel y besos.

"La vida privada no es más que esa zona del espacio, del tiempo, en la que no soy una imagen, un objeto. Es mi derecho político a ser un sujeto, lo que he de defender. La fotografía es un arte, una ciencia de los cuerpos, objetos de odio o deseo.
Lo que caracteriza a las sociedades llamadas avanzadas es que tales sociedades consumen en la actualidad imágenes y ya no, como las de antaño, creencias; son más liberales, menos fanáticas, pero también más falsas, menos auténticas, cosa que nosotros traducimos por la confesión de un tedio nauseabundo, como si la imagen al universalizarse, produjese un mundo sin diferencias: eliminemos las imágenes, salvemos el Deseo inmediato (sin mediación)." (Roland Barthes).

16 mayo 2011

No encuentro la señal, no la encuentro

Ramón Gómez de la Serna

La realidad es mentira. Eso se nota sobre todo cuando la relata un buen novelista de realidades pero aún más cuando es un mal novelista.

¿Quizás el único goce de la realidad está en vivir en el más oscuro reducto como la carcoma de la madera y del hierro?

Yo no he querido quedar ni me importa “no quedar”. Yo he querido gulusmear la vida bien de cerca, desde un deseo de evidencia y de bohemia.

En mis muchos libros, si hay algo importante son las señales de esa realidad imponderable que he encontrado a través de la vida.

¿Cuál es el asa fehaciente de la realidad? ¿Ese momento en que la gallina se baja sus bombachas y pone el huevo? ¿Ese goce de coronas cuando las flores han muerto? ¿Esa maleta nueva en que los punzones de las hebillas aún entran con dificultad? ¿Ese vibrar de cristales en que el cristalino del ojo entra en la inquietud?¿El disparo de esos cañoncitos en el balcón que hacen su salva cuando el rayo del sol meridional enciende la pólvora con su lupa? ¿El pío-pío de esos pájaros de alero que cuidan las cornisas? ¿El pisar el pedregullo del jardín y tomar chocolate con migas? ¿Ese espacio abandonado ingratamente por todos en la plataforma del tren? ¿El olor a coche frío de la vuelta de los entierros? ¿Ese cristal hecho como los alambres de niebla y detrás de cuya trama se ve la más directa sombra? ¿Aquellas máquinas para hacer cigarrillos que estaban entre las trompetillas para sordos y máquinas de recortarse las uñas? ¿Ese babeo de la máquina del tren a la sombra del andén? ¿Quizá el ver al partir de viaje esas luces que corren a través de las ventanillas del tren parado y sin luz en la vía paralela a la nuestra?

Estoy en el diálogo perpetuo conmigo mismo buscando esa señal de lo real absoluto:

-Quizá lo que sea revelador es un conjunto de cosas, casualidades y proezas…Tarde de frío…pasar cerca del cuartel de los electrotécnicos…ver una tapia con cristalitos rotos en la cresta.

-¡Tampoco!¡Tampoco! No nos engañemos, lo que palpita en la autonomía de lo que sucede no es eso…Vivir, haber vivido no es eso.

-¿Será la mayor cercioración al haber visto una enredadera seca, como inutilizadas todas la líneas de sus hojas?

-No. Tampoco.

-¿Cuándo soñamos con un tenedor matamos a un escorpión?

-Tampoco

¿Cuándo vimos orugas y comimos moras del árbol?

-Tampoco

¿Cuándo pasamos por la calle de piedras levantadas a la hora de la risa del sol y todo eso visto con hambre de ir a almorzar?

-Quizá, quizá…¿Pero te acuerdas si te tocabas un lápiz en el bolsillo?

-No me acuerdo, pero sí de que acababa de tragarme la hora de pan candeal del reloj del Municipio.

Ese monólogo dialogado conmigo mismo será interminable hasta el fin de la vida.

No encuentro la señal, no la encuentro.

(Ramón Gomez de la Serna) (Del blog de Marta Sanuy)

12 mayo 2011

Historia radicalmente concentrada de la era postindustrial



Cuando fueron presentados, él hizo un comentario ingenioso porque quería caer bien. Ella soltó una risotada estrepitosa porque quería caer bien. Luego los dos cogieron sus coches y se fueron solos a sus casas, mirando fijamente la carretera, con la misma mueca en la cara. 
Al hombre que los había presentado no le caía demasiado bien ninguno de los dos, pero fingía que sí porque le preocupaba mucho tener buenas relaciones con todo el mundo. Después de todo, nunca se sabe, ¿verdad que no? ¿Verdad? ¿Verdad?

(David Foster Wallace)

11 mayo 2011

La pereza y el amor


Existe una mujer a la que quiero y a la que nunca veo, nunca hablo y con la que nunca me encuentro. Ella colabora de la misma manera. A veces, en las escasa veces que nos encontramos, dice que me necesita, pero creo que solo necesita que exista, extraña posición. Evito consumar la relación, que biológico suena la palabra consumar, mas bien evito consumir la relación. ¿Qué relación?, una situación con una mujer a la que no veo, nunca hablo con ella y solo la mantengo en la recamara, como un seguro de vida.

Con su pensamiento, la posibilidad de pensar en ella, me aseguro la vida, tener algo pendiente y no consumado, otra vez la palabrita, alejar la muerte, no creo que muera teniendo algo pendiente, además me aseguro el deseo, el deseo de los anoréxicos, no agotar el deseo con la realización del acto, ….. el acto de comer, el acto sexual, llamas biológicas que se agotan. Pero sobre todo evito agotar el lenguaje, dar explicaciones, interpretar lo que se dice y lo que no se dice. Mi pereza me ha llevado a vivir con las ausencias, la virtualidad llevada al máximo. Ademas ya sabemos que la felicidad es unicamente el pensamiento de la posibilidad futura de ser feliz. Únicamente echo de menos la realidad física del roce de la piel, se duerme tan bien luego.
(Evaristo Cienpozuelos)

(Solo se suicidan los insomnes: Emile Cioran)

09 mayo 2011

En el insomnio

Cuadro de Romina Hoffman


El hombre se acuesta temprano. No puede conciliar el sueño. Da vueltas, como es lógico, en la cama. Se enreda entre las sábanas. Enciende un cigarrillo. Lee un poco. Vuelve a apagar la luz. Pero no puede dormir. A las tres de la madrugada se levanta. Despierta al amigo de al lado y le confía que no puede dormir. Le pide consejo. El amigo le aconseja que haga un pequeño paseo a fin de cansarse un poco. Que en seguida tome una taza de tilo y que apague la luz. Hace todo esto pero no logra dormir. Se vuelve a levantar. Esta vez acude al médico. Como siempre sucede, el médico habla mucho pero el hombre no se duerme. A las seis de la mañana carga un revolver y se levanta la tapa de los sesos. El hombre está muerto pero no ha podido quedarse dormido. El insomnio es una cosa muy persistente.

(Virgilio Piñera)


07 mayo 2011

Mi indignación


Mi nacimiento fue tormentoso, dramático por exageración, no épico. Fui educado por un familiar cercano, una prima de mi madre, que era lo que actualmente se llama una "destalentada", optimista sin freno, confiada hasta la estupidez, con una energía deslumbrante hasta que se le agoto. Nunca organizaba, ni comíamos a la hora. Pero a esto le acompañaba cierta cortedad mental, que ella compensaba con una excesiva seguridad.
Cuando a los diez meses yo tiraba las cosas al suelo, como luego aprendí que era normal, se empeño en decir que había que enderezar el árbol desde pequeño y que aquella falta de disciplina me llevaría por mal camino, con sus collejas correspondientes. Varios episodios de este estilo me llevaron por el camino de la abulia y la inacción. Fui dejando de moverme hasta llegar a estar quieto en una silla, para evitar posibles errores y su correspondiente penalización.

Entonces empezó a decir , cuando tenia doce años, que estaba muy quieto, que eso no era normal y comenzo a buscarme actividades. Que si ingles, que si tenis, que si taekwondo. En ingles no conseguí soltarme, fracaso total, el tenis regular, pero en Taekwondo al hacer una kata se despertó en mí una energía desconocida y casi mato a un compañero de la hostia que le di.

Diagnosticado, tras ir al psicólogo, de agresión compulsiva casi entro en el circuito de la esquizofrenia, con la contención química correspondiente. He ido tirando con brotes de agresividad pero tras largos años de practica y algunos cursos de habilidades sociales (imponer a los demás lo que uno quiere pero sonriendo, lo que confunde mucho al otro y cuando se da cuenta ya es demasiado tarde) he conseguido domeñar e incluso a veces amordazar ese rasgo de mi carácter que aplasta a todos los demás rasgos: ¡Que se calle ese exaltado!.

Pero ha durado poco mi pequeña alegría y el esfuerzo de dominar mis esfínteres cerebrales. La nueva consigna es: ¡Indignaos!, hasta han escrito un pequeño libro sobre el asunto. La verdad es que en este momento histórico el que no este indignado esta muerto o vive esa vida educada y sonriente de la tercera edad que acude a los conciertos, con gestos de tratarse de usted aunque se llamen por el nombre y comentarios como: ¡Pues yo soy de la primera de Mahler!, que cuando los oigo me parece siempre que están hablando de fútbol.

Me indigno por no estar dispuesto a tener un humor vegetariano, como dice Bolaño refiriéndose a la escritora Diamela Eltit, o sea a dieta. El humor debe ser catártico, desmesurado, sobre todo desmesurado.

Me indigno por el discurso vacío de la izquierda que siempre se esta disculpando de cosas que no se atreve a hacer, porque el discurso vacío de la derecha lo damos por sentado.

Pero lo que mas me indigna es que me obliguen a actuar de acuerdo a la edad cronológica que tengo que no corresponde para nada con lo que yo siento. (¿otro signo de locura?)

Me temo que voy a volver a ser un exaltado

(Evaristo Cienpozuelos)

02 mayo 2011

Nubes



Con la descripción de las nubes debería darme mucha prisa, después de una milésima de segundo dejan de ser ésas y empiezan a ser otras. Es propio de ellas no repetirse nunca en formas, matices, posturas y orden. Sin la carga de ningún recuerdo se elevan sin problemas sobre los hechos ¡De qué van a ser testigos!, en un segundo se disipan en todas direcciones. En comparación con las nubes la vida parece tener los pies sobre la tierra, se diría que es inmutable y prácticamente eterna. Frente a las nubes hasta una piedra parece un hermano en el que se puede confiar y las nubes, nada, primas lejanas y frívolas. Que exista la gente si quiere, y después que se muera uno tras otro, poco les importan a las nubes esas cosas tan extrañas. Sobre toda Tu vida y también la mía, aún incompleta, desfilan pomposas igual que desfilaban. No tienen la obligación de morir con nosotros. No necesitan ser vistas para poder pasar.

(Wislawa Szymborska)

29 abril 2011

Algo va a ocurrir

He vivido tan poco que tengo tendencia a pensar que no voy a morir; parece inverosímil que una vida humana se reduzca a tan poca cosa: uno se imagina, a su pesar, que algo va a ocurrir tarde o temprano. Craso error. Una vida puede ser muy bien ser vacía y a la vez breve. Los días pasan pobremente , sin dejar huella ni recuerdo; y después, de golpe, se detienen.
Otras veces tengo la impresión de que conseguiría instalarme de forma estable en una vida ausente. Que el hastío, relativamente indoloro, me permitiría seguir llevando a cabo los gestos habituales de la vida. Nuevo error. El hastío prolongado no es una posición sostenible: antes o después se transforma en percepciones claramente más dolorosas, de un dolor positivo; es exactamente lo que me está pasando.
(Michel Houellebecq)

26 abril 2011

El problema

Y ya no sé , ahora, cuál es el problema. Todos los caminos están acabados, también el mío.
(Pier Paolo Pasolini)

22 abril 2011

Lo nuevo está aquí para permitir que lo viejo sobreviva

Nos confrontamos con una sociedad en la cual la propia revuelta es desprovista de sentido, dado que, en ella, la transgresión misma no sólo es recuperada sino directamente solicitada por el sistema como la forma misma de su reproducción. Por decirlo en términos hegelianos, la "verdad" de la revuelta transgresora estudiantil contra el poder establecido es el surgimiento de un nuevo poder establecido en el cual la transgresión forma parte del juego, es solicitada por los artilugios que organizan nuestra vida como un permanente habérnoslas con excesos.
Entonces, ¿es el resultado último al que llega Lacan una resignación conservadora, una especie de clausura, o quizá permite este enfoque un cambio social radical?
Hoy día, en esta época de continuos y veloces cambios, desde la "revolución digital" a la retirada de viejas formas sociales, el pensamiento está, más que nunca, expuesto a la tentación de "perder los nervios", de abandonar precozmente las viejas coordenadas conceptuales. Los medios de comunicación nos bombardean constantemente con la necesidad de que abandonemos los "viejos paradigmas": si queremos sobrevivir, hemos de cambiar nuestras nociones más fundamentales respecto de qué sea la identidad personal, la sociedad, el medio ambiente, etc... Las sabias doctrinas del new age sostienen que estamos entrando en una era "post humana"; el pensamiento político posmoderno nos dice que estamos entrando en las sociedades postindustriales, en las que las viejas categorías de trabajo, colectividad, clase, etc.... son zombis teóricos, ya no aplicables a la dinámica de la modernización.... La ideología y la práctica política de la Tercera Vía es, de hecho, el modelo de esta derrota, de esta incapacidad de reconocer cómo lo nuevo está aquí para permitir que lo viejo sobreviva. En contra de esta tentación, lo que habría que hacer es, más bien, seguir el modelo aún no superado de Pascal, y plantear la difícil pregunta: ¿cómo hemos de mantenernos fieles a lo viejo en esta nuevas condiciones. Únicamente de este modo podemos generar efectivamente algo nuevo.