03 diciembre 2010

Alma de tango y la cuerdecita


Después de innumerables intentos fallidos de que me fuese infiel con alguno de los tantos hombres que le serví en bandeja, sólo atiné, como último recurso, a presentarle a mi jefa, Esmeralda.

Mi esposa y mi jefa copulan felices, mientras yo, finalmente puedo cumplir con mi obsesiva fantasía: Ser socio de ese bar exclusivo para borrachos con penas de amor, donde es condición sine qua non ingresar con la foto rota de la amada entre los dientes y el corazón atado a una cuerdecita, arrastrándose mientras lame toda la inmundicia del mundo.

(Paola Cescon)

2 comentarios:

Fishfood dijo...

Gran entrada. No hay muchas cosas más sexys que las piernas de una tanguera. Yo he visto pocas cosas más sexys que una bailarina de tangos en un concierto de Malevaje, en un pueblo de Ciudad Real.El público salió sin manos de aplaudirla.. también salió sin ojos.

Rafa dijo...

Estoy de acuerdo en tu comentario. Yo las asocio con piernas afiladas, como si se fueran reduciendo y el estilete final fueran los tacones. Habria que pensar mas en la imagen, ¿por que resulta tan atractiva?. ¿Que tipo de mujer encarna?. ¿En que imaginario nos coloca?. Gracias por tu comentario. Un saludo