La metáfora del amor, ese paso del amado al amante, el milagro, es imposible, porque el amado no tiene ni la más remota idea en cuanto a esa particularidad que el amante ha puesto en el, ve en el, y que es la suya propia.
En el instante de la posibilidad de la metáfora del amor, de ese paso del amado a amante tenemos:
a) Responder dando lo que se tiene; espejismo , que anuda el amor a un universal, la condición misma de su degradación.
b) Responder no dando lo que no se tiene; la solución de Sócrates, que solo desplaza la cuestión.
c) Pero hay un c), que es dar lo que no se tiene.
Los mentirosos son los únicos que tienen una respuesta digna al amor.