17 noviembre 2009

La propensión a la esperanza

Aunque seamos sinceros estamos condenados a la falsedad, a defendernos del empujón diario de la lógica.

 A delirar, para pegar los caóticos fragmentos, para justificar los intentos siempre fracasados de la coherencia.

 A agotar la verborrea que precede al silencio.

 A llegar a los parajes donde la razón se ausenta porque ignora la contraseña que abre las puertas del misterio.

 A rellenar la fragmentaria vida, el crucigrama a medio resolver .

 A soportar el cansancio moral, la dimisión de ciertos sueños.

 Donde están los héroes? 

 El hombre es demasiado propenso a la esperanza.

 (Rafael Cid, fragmentos caóticamente organizados de una presentación de Luis Landero)

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