19 junio 2007

1983

En un restaurante del centro, Haydée Lange y yo conversábamos. La mesa estaba puesta y quedaban trozos de pan y quizá dos copas; es verosímil suponer que habíamos comido juntos. Discutíamos, creo, un film de King Vidor. En las copas quedaría un poco de vino. Sentí, con un principio de tedio, que yo repetía cosas ya dichas y que ella lo sabía y me contestaba de manera mecánica. De pronto recordé que Haydée Lange había muerto hace mucho tiempo. Era un fantasma y no lo sabía. No sentí miedo; sentí que era imposible y quizá descortés revelarle que era un fantasma, un hermoso fantasma. El sueño se ramificó en otro sueño antes que yo me despertara. (Jorge Luis Borges)

2 comentarios:

Marta Sanuy dijo...

Caballero hay he dejado una entrada dedicada a ti en mi blog, espero que te guste, lo que está claro es que me inspiras. Nos debemos un café.

besazos

Marta Sanuy dijo...

ahí, queria decir, estare tonta?